Herencias, un espejismo para la mayoría

Solo el 30% de los inquilinos entre 35 y 64 años cree que heredará una vivienda

12 de Octubre de 2024
Actualizado el 14 de octubre
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Foto: Freepik

El mito de que muchos inquilinos acabarán heredando una vivienda que les permitirá escapar del alquiler ha sido completamente desmentido por los datos recientes. En Madrid y Barcelona, el 70% de los inquilinos no espera heredar una vivienda, y entre aquellos que sí tienen esa expectativa, la mayoría tendrá que compartirla con otros herederos, lo que diluye considerablemente su valor y utilidad. Así se desprende del informe realizado por IDRA, el Instituto de Investigación Urbana de Barcelona, en el que los datos esclarecen esta percepción cada vez más asentada entre las clases menos pudientes. 

A mayor edad, menor es la expectativa de herencia. Solo el 30% de los inquilinos entre 35 y 64 años cree que heredará una vivienda, mientras que el 40% de los menores de 35 años aún mantiene esa esperanza. Sin embargo, la realidad es que muchas de esas viviendas heredadas no estarán localizadas en las ciudades donde residen los inquilinos, lo que las hace menos útiles para su propósito residencial.

El futuro incierto del mercado de la vivienda

El acceso a la vivienda en propiedad en España se ha convertido en un lujo que muchos no pueden permitirse. Los jóvenes, en particular, enfrentan una situación extremadamente difícil: a pesar de que representan el grupo mayoritario de inquilinos, el acceso al alquiler sigue siendo prohibitivo para muchos. Según los datos, una persona joven en España necesita destinar casi el 94% de su salario para poder alquilar una vivienda por cuenta propia. Este porcentaje es insostenible y explica por qué la tasa de emancipación en España es una de las más bajas de Europa.

La situación actual del mercado inmobiliario ha llevado a muchos a resignarse al alquiler, pero las condiciones del alquiler tampoco ofrecen una solución viable a largo plazo. Los alquileres son cada vez más altos, y la competencia por las viviendas en las grandes ciudades ha intensificado la presión sobre los inquilinos.

Soluciones públicas: ¿Suficientes?

Aunque el gobierno ha intentado abordar el problema con medidas como el Bono Joven de Alquiler y los avales hipotecarios, estas políticas han sido insuficientes. El Bono Joven de Alquiler, destinado a ayudar a los jóvenes a pagar sus alquileres, ha sido criticado por fomentar una subida artificial de los precios del alquiler, beneficiando a los caseros en lugar de a los inquilinos. Por su parte, los avales hipotecarios no abordan el problema de fondo: la mayoría de los jóvenes no pueden acceder a una hipoteca porque no cumplen con los requisitos mínimos de ingresos.

Para solucionar el problema de la vivienda en España, es necesario un cambio estructural. Algunas de las recomendaciones más efectivas incluyen aumentar la oferta de vivienda pública en alquiler, movilizar las viviendas vacías y regular el mercado para evitar la acumulación de propiedades en pocas manos. Además, es crucial aumentar los impuestos sobre la propiedad y las rentas del alquiler para redistribuir la riqueza y fomentar un mercado más equitativo.

La problemática de la vivienda en España no es solo una cuestión económica, sino también social. La concentración de la propiedad en manos de unos pocos, el encarecimiento del alquiler y la falta de expectativas de herencia o compra están profundizando la desigualdad en el país. Si no se toman medidas más ambiciosas, las generaciones futuras estarán condenadas a vivir de alquiler, perpetuando un ciclo de precariedad económica y social que amenaza con fracturar aún más la sociedad española.

 

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