El populismo neoliberal de extrema derecha: de la locura de Milei al abuso de Ayuso contra los trabajadores

Ambos revelan una peligrosa tendencia en la política global, donde el populismo de extrema derecha ataca los derechos laborales bajo un disfraz neoliberal, recordando las aspiraciones desmesuradas de un nuevo Napoleón

30 de Agosto de 2024
Actualizado a las 18:56h
Guardar
Mielei el moderno Napoleón por Byjunke
Mielei el moderno Napoleón por Byjunke

En los últimos años, el espectro político ha sido testigo del ascenso de figuras populistas que, bajo una máscara de libertarismo y promesas de prosperidad, han puesto en jaque los derechos de los trabajadores y trabajadoras. Este fenómeno, que podríamos denominar como "populismo neoliberal de extrema derecha", tiene en Javier Milei, el recién elegido presidente de Argentina, y en Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, a dos de sus principales exponentes. Ambos políticos, con discursos incendiarios y propuestas radicales, han encendido las alarmas sobre el futuro de los derechos laborales en sus respectivos países.

Milei el libertario que se cree Napoleón

El caso de Javier Milei es paradigmático. Autodenominado como un "libertario", Milei ha construido su discurso en torno a la destrucción del estado de bienestar y la liberalización total de la economía. Sin embargo, sus políticas van mucho más allá del mero neoliberalismo; están impregnadas de un desprecio profundo por los derechos de los trabajadores. Entre sus medidas más controvertidas se encuentra la eliminación del salario mínimo, la flexibilización de las condiciones laborales, y la privatización masiva de servicios públicos esenciales. Estas acciones, lejos de fomentar un entorno de mayor libertad, representan un ataque directo a los derechos laborales que, históricamente, han protegido a los trabajadores de la explotación.

En este sentido, Milei no solo sigue los pasos del neoliberalismo clásico, sino que lo lleva a un extremo peligroso, donde la retórica del "libre mercado" se convierte en un eufemismo para justificar la precarización del trabajo. En su afán de destruir lo que él llama "la casta política", Milei parece dispuesto a sacrificar el bienestar de millones de argentinos, especialmente de aquellos que dependen de empleos públicos o que están en situaciones laborales vulnerables.

Ayuso se cree Isabel la Católica

Esta cruzada neoliberal de extrema derecha no es exclusiva de Argentina. Al otro lado del Atlántico, en España, Isabel Díaz Ayuso ha llevado a cabo un proyecto político que, en muchos aspectos, resuena con las ideas de Milei. Ayuso, bajo la bandera de la "libertad", ha impulsado una agenda política que favorece a las élites económicas y que desmantela progresivamente los derechos laborales y los servicios públicos. AyusoSu gestión durante la pandemia de COVID-19 fue un claro ejemplo de su visión política: mientras promovía la reapertura de la economía a toda costa, descuidaba las necesidades y los derechos de los trabajadores esenciales, que se encontraban en la primera línea de la crisis sanitaria.

El paralelismo entre Milei y Ayuso se hace aún más evidente cuando observamos cómo ambos líderes utilizan el populismo para legitimar sus políticas. Ambos presentan sus medidas como soluciones necesarias para liberar a sus respectivos países de las "garras" de la burocracia y la ineficiencia estatal. Sin embargo, esta narrativa oculta una verdad inquietante: en nombre de la "libertad", están socavando las bases del contrato social que protege a los trabajadores de los abusos del mercado.

El Napoleón moderno

La retórica incendiaria de Milei, que lo ha llevado a ser comparado con una suerte de "Napoleón moderno", no es casual. Como el emperador francés, Milei parece tener una visión mesiánica de su papel en la historia, viéndose a sí mismo como el salvador de la nación argentina. Esta visión grandilocuente se refleja en su desprecio por las instituciones democráticas y en su disposición a gobernar por decreto si es necesario. La locura de Napoleón, que lo llevó a emprender guerras destructivas en toda Europa, encuentra su eco en las políticas de Milei, que amenazan con desatar una guerra social en Argentina.

Ayuso, aunque más sutil en su discurso, comparte con Milei esta misma visión de grandeza personal y desprecio por el estado de derecho. Su actitud desafiante hacia el gobierno central de España, su insistencia en reducir impuestos a las grandes fortunas mientras recorta servicios públicos, y su desprecio por los sindicatos y las organizaciones de trabajadores, la colocan en la misma órbita de populismo neoliberal de extrema derecha que Milei. Como Napoleón en su momento, Ayuso parece convencida de que su visión es la única que puede salvar a España, aunque para ello deba sacrificar a los más vulnerables.

Ataque a los sindicatos argentinos y españoles

Este populismo neoliberal de extrema derecha tiene graves consecuencias para los trabajadores y trabajadoras, tanto en Argentina como en España. Al debilitar los derechos laborales y promover la precarización del empleo, líderes como Milei y Ayuso están construyendo una sociedad cada vez más desigual, donde los ricos se enriquecen aún más a costa de la explotación de los trabajadores. Esta tendencia es especialmente peligrosa en un momento en que la economía global se enfrenta a desafíos significativos, como la inflación y el cambio climático, que requieren respuestas políticas que protejan a los más vulnerables, en lugar de exponerlos a los caprichos del mercado.

La libertad con grilletes de hierro

Su retórica de "libertad" esconde un proyecto político que busca desmantelar las conquistas sociales que durante décadas han protegido a los trabajadores y trabajadoras de la explotación. Como Napoleón en su momento, estos líderes están dispuestos a sacrificar todo en nombre de su visión personal de grandeza, poniendo en peligro el futuro de sus naciones. Es imperativo que los movimientos sociales y los trabajadores se unan para resistir este ataque y defender los derechos que tanto ha costado conquistar.

Lo + leído