La secretaria de Políticas Sociales, Empleo y Seguridad Social de UGT, Mari Carmen Barrera ha participado en el debate: “¿El pleno empleo es posible?” donde ha señalado que la reforma de las Políticas Activas de Empleo, que se está negociando, “debe ser eficaz contra el desempleo estructural y contar con una financiación suficiente”, porque “Europa ha puesto el farolillo rojo a España” en reiteradas ocasiones.
Mari Carmen Barrera, ha manifestado que “Europa ha puesto el farolillo rojo a España” en políticas activas de empleo, por los recortes que han sufrido durante los años de gobierno de Gobierno del PP. Recortes, no solo en los fondos, sino también en los derechos de los desempleados y desempleadas.
También ha destacado que “ahora estamos inmersos en un proceso de negociación y tenemos esperanzas de que salga bien”. En este sentido, ha señalado que “hay que hacer una reforma en profundidad de las políticas activas de empleo, para corregir sus deficiencias” y reconocer los “derechos subjetivos” de las personas trabajadoras y que los Servicios Públicos de Empleo, “puedan evaluar su situación, realicen un diagnóstico de cuáles son las causas por las que están en desempleo, que se les ofrezca una solución, que se les diseñe un itinerario, que integre aspectos tales como formación y cualificación, y que, finalmente, pueda cada persona desempleada integrase en el mercado de trabajo”.
Una reforma vital para el empleo
Una reforma vital, porque desde la crisis anterior, “en nuestro país hay un desempleo estructural, con desempleados y desempleadas de larga y muy larga duración, que suponen casi la mitad del total de paro en nuestro país. Barrera ha reclamado que esta reforma de las políticas activas cuente con la financiación suficiente aprovechado los Fondos Europeos para la Reconstrucción”, ha señalado la responsable de empleo de UGT.
En el debate, organizado por UGT: “¿El pleno empleo es posible?”, también han participado: Lola Santillana de CCOO, Conchi Moreno, concejal de Podemos del Ayuntamiento El Rosario Canarias; Jordi Salvadory, diputado de ERC, Juan Antonio Gilabert, senador del PSOE, y Joaquín García, de la Asociación Víctimas del Paro.
Pleno empleo, pero no a cualquier precio
Mari Carmen Barrera ha señalado que la reforma de las políticas activas de empleo hay que acompañarlas de la derogación de las reformas laborales, en especial, la de 2012, porque ha precarizado y devaluado el trabajo. En este sentido, ha contrapuesto dos modelos que aspiran al pleno empleo: el de Noruega y el modelo anglosajón, representado por EE. UU. y Gran Bretaña.
Por ejemplo, Noruega, ha adaptado todas las revoluciones tecnológicas a su mercado de trabajo y a su industria. Este modelo se ha acompañado con un impulso a la formación y tecnificación de los trabajadores y trabajadoras y al reparto del empleo, cuando las posibilidades de crear más empleo tocan techo.
En el otro extremo está el modelo de EE. UU. e Inglaterra. Aquí la aproximación al pleno empleo se ha producido a costa de los derechos de los trabajadores y trabajadoras: recortes en la seguridad social, precariedad laboral, con trabajos parciales e involuntarios. “Un fenómeno que se está produciendo en España, en los últimos años, aunque la tasa de empleo no es comparable a estos países”, ha recordado la responsable de empleo de UGT.
La reforma laboral ha provocado que cada vez haya más trabajadores temporales y parciales. Además, el 60% de los trabajadores con contrato a tiempo parcial, en nuestro país, son involuntarios, trabajan en esta modalidad porque no encuentran un trabajo a tiempo completo. Un empleo precario el de la parcialidad involuntaria, que se ceba sobre todo en las mujeres.
La secretaria de Políticas Sociales, Empleo y Seguridad Social ha rechazado este modelo anglosajón que “normaliza la precariedad y supone ganar cuota de mercado a costa de devaluar las condiciones laborales”.
Otras medidas mencionadas
Durante el debate, los distintos intervinientes han hablado también sobre la necesidad de garantizar un ingreso mínimo vital a todas las personas que lo necesiten (en este sentido los sindicatos han criticado las deficiencias del Ingreso Mínimo Vital), han instado a aprovechar los fondos europeos para cambiar el modelo productivo, apostando por más industria.
Han reclamado una reforma en profundidad del sistema educativo; adecuar la FP a las necesidades del mercado de trabajo; aprovechar los desafíos del proceso de digitalización o la economía verde, para crear nuevos nichos de empleo, y reforzar los servicios públicos, que se han demostrado esenciales durante la pandemia. Y desde la asociación de desempleados y desempleadas, se ha reclamado un plan estatal de empleo y actividad, reivindicación que desde UGT ya hemos hecho en numerosas ocasiones.
Asimismo, han abogador por reformar en profundidad nuestro sistema fiscal para que sea más justo y equitativo y contribuya a fortalecer nuestro Estado de Bienestar.