España es un país de autónomos, pymes y micropymes. Esto es una realidad y para que ese sistema continúe funcionando y creando empleo debe renovarse constantemente. Por eso, la creación de nuevas empresas es un dato que mide a la perfección la salud real de la economía española.
Los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) no son nada positivos para el gobierno de Pedro Sánchez, dado que durante los últimos tres meses, la creación de empresas ha caído un 6,8% en junio, un 4,6% en mayo y un 8,2% en abril de 2022.
En junio se crearon 8.909 sociedades mercantiles con un capital total de 362 millones de euros, un 23,2% menos que en junio de 2021. Además, el capital medio suscrito fue de 40.739 euros, es decir un -17,6% interanual.
Por otro lado, además de que se crearon un 6,8% menos de empresas, en junio de 2022 se disolvieron un 8,1% más que en el mismo mes de 2021. Esto significa que, según los datos del INE, en el primer semestre se han creado un 1,7% menos de empresas y se han disuelto un 7,7% más.
De las 1.698 empresas que cerraron sus puertas en junio, el 75,4% lo hicieron voluntariamente, el 10,9% por fusión con otras sociedades y el 13,7% restante por otras causas.
El 19,7% de las sociedades mercantiles que se crearon en el junio se dedicaba al comercio y el 18,2% a actividades inmobiliarias, financieras y seguros.
En cuanto a las sociedades disueltas por actividad económica principal, los mayores porcentajes se dan en comercio (20,8%) y construcción (15,4%).
