Todos conocemos a alguien que ha sufrido cáncer. Y aunque la ciencia se basa en hechos y evidencias, también puede tratarse de nuestras historias y emociones personales.
Erika Pineda Ramírez perdió a su padre por cáncer. Alba García-Fernández perdió a su abuela y a su tía, también por cáncer. Ahora están realizando investigaciones con el objetivo de encontrar tratamientos más efectivos para los pacientes con cáncer.
En 2024, Alba y Erika comenzaron a trabajar en NanoGlue, un nuevo método para ayudar al sistema inmunológico a combatir el cáncer de forma más eficaz. Su proyecto está financiado por las Acciones Marie Skłodowska-Curie (MSCA), a través del Programa Postdoctoral ARISTOS en Biomedicina y Ciencias de la Salud y se desarrolla en el CIBER-BBN, el Centro de Investigación Príncipe Felipe y la Universitat Politècnica de València.
Ahora, junto a su colega de la Agencia Ejecutiva Europea de Investigación y sobreviviente de cáncer de mama, Sofia Pereira Sá, explican la capacidad de las células cancerosas para esconderse del sistema inmunológico, los graves efectos secundarios de los tratamientos y la esperanza que NanoGlue puede brindar a millones de pacientes.
Tratamientos más efectivos y con efectos secundarios menos graves
Para García-Fernández, el objetivo final "es proporcionar tratamientos más efectivos y con menos efectos secundarios para mejorar la calidad de vida de los pacientes. Lo hacemos diseñando nuevas nanopartículas y activando el sistema inmunitario de los pacientes para que ataquen al tumor". A su juicio, este tipo de inmunoterapia "sería más efectiva y ayudaría a evitar y limitar los efectos secundarios indeseables que vemos con los tratamientos actuales".
Pineda Ramírez, comenta que quieren estudiar la interacción entre las células cancerosas y las células inmunes a nivel metabólico. "De esta manera podremos proponer terapias novedosas y más eficientes".
El innovador tratamiento NanoGlue es conocido como un "superpegamento" para el cáncer de mama triple negativo, una forma notoriamente agresiva de la enfermedad. Explican por qué hablan de un "superpegamento”. Y es porque "nuestras nanopartículas mejorarán la capacidad del sistema inmunológico para detectar y responder al cáncer, ayudando al cuerpo a atacar el cáncer y matarlo".
Además, "las nanopartículas son una plataforma versátil, podemos seleccionarlas y modificarlas en función de nuestras necesidades. Elegimos probarlas con cáncer de mama triple negativo porque representa un gran reto sanitario. Es un buen punto de partida para validar nuestras nanopartículas", afirman.
Para conseguir sus objetivos, trabajan con expertos en nanotecnología, biotecnología, biología, metabolómica y oncología. Tener a todas estas personas con diferentes especialidades nos ayuda a ver los problemas desde diferentes ángulos y encontrar mejores soluciones.
El futuro de la investigación sobre el cáncer: la perspectiva de un paciente
Sofia Pereira Sá explica cuál fue su mayor reto como paciente. "Los efectos secundarios jugaron un papel importante en mi bienestar físico y mental. Especialmente porque todos estos efectos secundarios me impidieron ser la madre que quería ser para mi hijo de un año y medio. No podía jugar con él, no podía bañarlo, no podía llevarlo a la escuela. Esa fue la parte más difícil de todo el tratamiento. Fue desgarrador".
Le diagnosticaron en el verano de 2023 y, tras 20 sesiones de quimioterapia, "todavía siento algunos efectos secundarios, como el llamado “quimiocerebro”. Me encantaría ver que las terapias avancen de forma que los pacientes tengan una mejor calidad de vida", expresa.
"Tener solo 34 años y ver cómo los medicamentos de quimioterapia ingresaban en mi torrente sanguíneo y saber que de alguna manera me estaba “envenenando” para recibir el tratamiento fue una experiencia muy traumática. Afortunadamente, los investigadores del cáncer ya están abordando ese problema al intentar encontrar terapias más específicas. Una segunda cuestión que considero importante es la fertilidad. Cada vez más mujeres jóvenes son diagnosticadas con cáncer de mama hormonal justo cuando están planeando tener hijos. Ojalá los investigadores pudieran encontrar una manera de preservar las posibilidades de las pacientes con cáncer de mama de seguir siendo madres", subraya.
El futuro de la investigación sobre el cáncer: la perspectiva de un científico
Respecto a qué centrará el trabajo de los investigadores del cáncer en los próximos años, Alba García-Fernández, afirma: "Mi pensamiento inmediato es en medicinas personalizadas tanto para el tratamiento como para el diagnóstico". Una opinión que comparte Erika Pineda Ramírez. "La medicina personalizada es el futuro, pero también hay que ser más multidisciplinar porque necesitamos experiencia de diferentes áreas", recuerda