Los disruptores endocrinos, sustancias químicas presentes en una amplia variedad de productos, están generando cada vez más preocupación en el ámbito laboral. La secretaria de Salud Laboral y Medioambiente de UGT Madrid, Leticia Fernández, lanzó una advertencia contundente: “los trabajadores están en contacto diario con estos compuestos sin saberlo, y los efectos en su salud pueden ser devastadores”. Estos compuestos, que pueden alterar el sistema hormonal, tienen el potencial de provocar serias enfermedades, especialmente en sectores como la construcción, la agricultura, la cosmética y el reciclaje.
¿Qué son los disruptores endocrinos?
Los disruptores endocrinos (DE) son sustancias químicas que interfieren en el sistema hormonal humano al imitar o bloquear hormonas naturales. “Su peligro radica en que pueden actuar incluso en concentraciones bajas, y la exposición acumulativa agrava los riesgos”, explica Fernández. Aunque estos compuestos están ampliamente documentados y se consideran peligrosos, solo unas pocas sustancias están reguladas de manera efectiva en el ámbito laboral.
Un enemigo que crece en el tiempo
Desde los años 90, los disruptores endocrinos han sido objeto de estudio y de medidas regulatorias parciales. Sin embargo, según UGT Madrid, los avances han sido insuficientes en el ámbito laboral. En este sentido, Fernández subrayó que “las normas de prevención no han alcanzado el nivel de rigor necesario. Los trabajadores siguen desprotegidos y expuestos, especialmente en sectores con poca o nula regulación”.
Entre los disruptores más conocidos están el bisfenol A y los ftalatos, presentes en plásticos, pesticidas y productos cosméticos. Estos compuestos pueden tener consecuencias graves para la salud, entre las que se incluyen alteraciones reproductivas, problemas neurológicos y cánceres. Según Fernández, “es inadmisible que los trabajadores y trabajadoras tengan que enfrentarse a estos peligros sin protección suficiente”.
Sectores más afectados
La exposición a estos compuestos puede darse de distintas formas en el entorno laboral: inhalación, contacto dérmico o ingesta accidental. Esto sucede, por ejemplo, cuando un trabajador manipula productos químicos sin las medidas de seguridad adecuadas. “Es urgente que las empresas proporcionen información clara sobre los riesgos y que se adopten medidas de protección”, demandó Fernández.
Los sectores más vulnerables son aquellos donde los productos químicos son parte del día a día, como la industria química, la construcción y el sector de la belleza y cosmética. En estos sectores, el contacto diario con los disruptores endocrinos incrementa significativamente el riesgo para la salud. Fernández enfatiza que “algunas exposiciones no muestran efectos inmediatos, pero a largo plazo pueden causar enfermedades graves”.
Principales efectos en la salud
Los disruptores endocrinos afectan al sistema reproductivo y hormonal, y sus efectos pueden manifestarse de manera tardía. “Muchos de estos daños permanecen latentes durante años, hasta que aparecen enfermedades como el cáncer o problemas reproductivos”, destacó Fernández. Los efectos incluyen infertilidad, problemas de desarrollo y enfermedades metabólicas como la obesidad y la diabetes.
UGT Madrid exige medidas inmediatas
UGT Madrid ha lanzado varias propuestas para mitigar los riesgos, que incluyen la mejora de la regulación y un plan de acción específico para los sectores de mayor riesgo. “No es solo cuestión de informar a los trabajadores, sino de garantizar su seguridad a través de medidas concretas. La exposición a estos disruptores puede ser controlada, pero para ello es necesario un compromiso real de las autoridades y de las empresas”, afirmó Fernández.
Según UGT, una de las medidas urgentes es la evaluación de riesgos en el lugar de trabajo, prestando especial atención a los grupos vulnerables, como mujeres embarazadas o en periodo de lactancia. “Las evaluaciones de riesgos deben ser una prioridad en todos los sectores afectados. No podemos esperar a que las enfermedades se manifiesten para actuar”, subrayó.
Proteger a los trabajadores, una responsabilidad ineludible
“Estamos hablando de la salud y la vida de miles de trabajadores”, dijo Fernández, quien concluyó su intervención destacando la urgencia de tomar medidas efectivas. Los disruptores endocrinos suponen una amenaza real y creciente, y cada día que pasa sin una regulación adecuada es un día en el que la salud de los trabajadores está en juego.
UGT insiste en la necesidad de adoptar el principio de precaución y exigir a las empresas un compromiso firme con la seguridad de sus empleados. En palabras de Leticia Fernández: “Es hora de que los derechos de los trabajadores a un entorno seguro dejen de ser una promesa y se conviertan en una realidad”.