El Tribunal Supremo del Estado norteamericano de Florida, ha dado luz verde a la apertura de una investigación judicial a las empresas farmacéuticas por los daños ocasionados por las vacunas del COVID-19.
La solicitud de investigación fue presentada por el gobernador del Estado, Ron De Santis, que pidió a principios de este mes que se abriera una investigación judicial para poder conocer qué había sucedido en los casos en los que las vacunas podrían haber supuesto la muerte de decenas de personas, así como otros efectos de gravedad.
En la demanda de De Santis se adjuntó el documento elaborado por el Departamento de Salud de Florida, donde se señala un aumento en la incidencia relativa de las muertes por causas cardíacas en hombres entre 18 y 39 años tras los 28 días posteriores a las inoculaciones.
«Se incorporará sin demora un gran jurado estatal por un periodo de 12 meses (…) con jurisdicción en todo el Estado de Florida, para investigar delitos, formular acusaciones, presentar alegaciones y relizar todas las funciones de un gran jurado respecto a los delitos señalados en este documento», señala el Alto Tribunal en su orden de apertura, que ha sido recogida por Europapress
Se abrirá así una investigación contra Pfizer-BioNTech, Moderna, así como otras asociaciones y organizaciones médicas que hayan participado en el proceso de elaboración, promoción y recomendación de estas inoculaciones.
De Santis ha insistido en la importancia que tiene este proceso ante lo que considera un engaño que se ha cobrado la vida de personas y que ha ocasionado daños graves en su salud, al asegurar que el medicamento era seguro y eficaz, sin haber informado correctamente a las personas que se han inoculado.
