El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha acordado con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, extender hasta el 9 de julio el plazo para alcanzar un acuerdo comercial entre ambas potencias. La decisión se produce tras la reciente amenaza del mandatario estadounidense de imponer un arancel del 50% a las importaciones procedentes de la Unión Europea si no se lograban avances significativos en las conversaciones bilaterales.
Trump modera su tono tras una conversación "positiva"
Donald Trump, que el pasado viernes había advertido de la entrada en vigor de un arancel punitivo del 50% desde el 1 de junio, ha optado por dar margen a la negociación tras una conversación telefónica con Von der Leyen, a quien calificó como "razonable" y "resuelta a llegar a un acuerdo". Según explicó desde la Base Aérea Andrews, antes de regresar a la Casa Blanca, "me pidió retrasar la fecha hasta el 9 de julio y acepté. Tendremos reuniones rápidas para ver si podemos llegar a una solución".
La presidenta de la Comisión Europea también valoró positivamente el intercambio: "Fue una buena llamada", escribió en su cuenta oficial de X, donde subrayó que la UE está "lista para avanzar con rapidez y decisión" en las negociaciones con Washington. Von der Leyen recalcó que se necesita tiempo para lograr un acuerdo sólido, y que ese objetivo justifica la extensión del plazo.
La amenaza del arancel del 50% sigue sobre la mesa
No obstante, la prórroga no elimina la tensión transatlántica. Trump reiteró que "a día de hoy va a suceder el 1 de junio", en referencia a la entrada en vigor del gravamen del 50%, aunque matizó que podría reconsiderarlo si observa una voluntad real por parte de la UE de cerrar un pacto.
Desde Bruselas, el comisario europeo de Comercio, Maros Sefcovic, insistió en que "el comercio debe basarse en el respeto mutuo, no en las amenazas", y reafirmó el compromiso de la Unión para proteger sus intereses económicos y estratégicos.
De no alcanzarse un acuerdo antes del 9 de julio, Washington podría aplicar un aumento automático del arancel del 10% actualmente suspendido a un 20% sobre los productos europeos, en el marco de una política de "reciprocidad" promovida por la administración Trump desde su regreso al poder.
La relación comercial entre Estados Unidos y la UE, una de las más estrechas del planeta, afronta unas semanas cruciales en un contexto de creciente proteccionismo y rivalidades económicas globales.