El pasado sábado la cantante Rocío Saiz actuaba en Murcia en las fiestas del Orgullo Gay. Durante el concierto, la artista mostró sus pechos al público, motivo por el que la Policía Local intervino, paralizó la actuación y amenazó a la cantante con llevársela esposada si no cubría su cuerpo.
El escándalo por esta actuación policial ha sido mayúsculo y los apoyos a la cantante han sido rotundos.
Hoy, en un comunicado, la Policía Local de Murcia ha admitido que el inspector que paralizó el concierto actuó «por iniciativa propia» y señalan que su actuación no fue correcta. No informó en ningún momento a la cadena de mando de su decisión.
Se ha abierto un expediente disciplinario contra este agente, y se ha aclarado que desde la Policía Local del Murcia siempre se ha querido que las fiestas en cuestión transcurrieran con total normalidad.
«La Policía Local de Murcia agradece la labor realizada por los medios de comunicación, el interés mostrado, la objetividad y la ayuda para seguir mejorando la institución» han señalado.
En el comunicado han querido subrayar la colaboración de la Policía Local con los diferentes colectivos y asociaciones y su compromiso por cumplir con la ley y garantizar los derechos de todo el colectivo LGTBI.
