Como será de enorme el error de Feijóo en la selección de Alberto Nadal (designado para formar parte de su núcleo duro) que hasta la prensa de la caverna le está diciendo al bueno de Alberto que se deshaga de él (en el buen sentido, es decir, que lo cese). Así, The Objective asegura que “el que fuera secretario de Estado de Energía y también de Presupuestos se ha visto involucrado en la investigación judicial al exministro de Hacienda Cristóbal Montoro por un posible delito de tráfico de influencias con el despacho Equipo Económico, del que fue socio”. Para el diario digital próximo a Ayuso, “las fuentes populares consultadas exigen que Nadal abandone un cargo que todavía no ha estrenado”.
Son muchos los cargos del PP que reclaman la dimisión de Nadal para no hacer daño al partido, aun sabiendo, a falta de lo que diga la Justicia, “que no tuvo nada que ver con los casos de posible tráfico de influencias con el que fuera despacho profesional de Montoro antes de su llegada al Gobierno de Rajoy”, añade el citado medio. La pasada semana, las mismas fuentes aseguraban que Feijóo “no puede llegar a la reunión prevista el próximo lunes del Comité Ejecutivo Nacional con sospechas sobre Alberto Nadal”.
Otro diario que se desmarca del socio de Montoro es ABC, cuyos articulistas se preguntan en qué está pensando Feijóo al poner la mano en el fuego por Nadal, ya que puede quemarse en cualquier momento. En parecidos términos se publican artículos en otros diarios de la derecha como La Razón (“Feijóo, obligado a deshacer el fichaje de Alberto Nadal”); El Independiente (“El 'asunto Montoro' puede pasar a ser el caso Génova”); y hasta El Español (que califica a Alberto Nadal como el “gemelo con menos ideología” del PP). Está claro que el nombramiento no ha gustado a la prensa conservadora.
Nadal, exsecretario de Estado, se ha visto salpicado por la polémica del despacho de influencia Equipo Económico, implicado en una investigación judicial que afecta al exministro Cristóbal Montoro en su época al frente del Ministerio de Hacienda. Según ha trascendido en los últimos días, no solo la prensa quiere cargarse a Nadal, también altos cargos del PP han pedido que el elegido dimita sin asumir oficialmente su nuevo cargo antes de que la investigación llevada a cabo por el juez de Tarragona Rubén Rus vaya a mayores. La polémica ha complicado el cierre del curso político para Feijóo, justo cuando el PP intenta reforzar su estrategia de oposición y preparar el terreno para el próximo ciclo electoral. Feijóo sigue confiando en él, ya que de momento no está implicado en nada. Pero la vinculación de Nadal con el despacho de asesoría EE fue demasiado estrecha. Las investigaciones judiciales contra el exministro de Hacienda Cristóbal Montoro durante los gobiernos de Rajoy y Aznar apuntan que esta consultoría pudo obtener beneficios por un total de 250 millones de euros de las empresas implicadas en la trama. Según el juez, las compañías pagaban religiosamente a EE y a cambio Montoro modificaba el marco legal para que pagaran menos impuestos.
Pese a los malos augurios, el PP sigue adelante con sus planes para Alberto Nadal. Pero personajes relevantes del partido como Esperanza Aguirre ya han dicho que esperan que Feijóo haya hablado con Nadal para preguntarle si tiene algo que ver con el caso Montoro. “De ser así, entonces Feijóo hará lo mejor para España”, ha destacado la exlideresa.
El 28 de diciembre de 2012, Nadal fue nombrado por el Consejo de Ministros secretario de Estado de Energía. Bajo su mandato se realizó una reforma completa de todo el sistema energético español, siempre bajo una postura crítica y cautelosa respecto a la implementación masiva de energías limpias. En realidad, cargó contra las renovables al asegurar que “alcanzar un mix cien por cien renovable en 2050” era “un canto al sol tecnológicamente inviable”. Ademas, calificó de “depredadores” a aquellos sectores de la sociedad que apuestan por las energías limpias. Todo ello le ha valido el calificativo de “mercenario” de aquellas empresas que actúan irresponsablemente quemando y haciendo quemar combustibles fósiles, con el objetivo de enriquecerlas a costa de la salud de los ecosistemas y sociedades humanas. Nadal siempre ha creído que las renovables son más caras que las fuentes convencionales, que España debe avanzar hacia la revolución verde pero “poco a poco” y en el “momento adecuado” y que “una economía energética no puede basarse sólo en el sol y el aire”, abogando por mantener fuentes convencionales como respaldo. De hecho, en 2013 preparó un recorte drástico de las primas a las renovables, lo que generó fuertes críticas del sector.