El choque entre Yolanda Díaz y Carlos Cuerpo hace temblar al Gobierno

La vicepresidenta del Gobierno ha insinuado que el ministro de Economía es "mala persona" por rechazar la rebaja de la jornada laboral

04 de Enero de 2025
Actualizado a las 9:55h
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La vicepresidenta y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz.
La vicepresidenta y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz

El choque ideológico público y notorio entre Yolanda Díaz y Carlos Cuerpo empieza a resquebrajar la ya de por sí frágil arquitectura del Gobierno de coalición. Hablamos de dos ministros que vienen de mundos muy diferentes, tan distintos como el agua y el aceite, y que nunca podrán combinar.

El ministro de Economía se licenció en esta disciplina por la Universidad de Extremadura en 2003, tiene un máster en ciencias económicas por la Escuela de Economía de Londres y es doctor en Economía por la Universidad Autónoma de Madrid desde 2017. Tras impartir clases como docente ingresó por oposición en el Cuerpo Superior de Técnicos Comerciales y Economistas del Estado en 2008 y empezó a trabajar en el Ministerio de Economía y Hacienda ese mismo año, donde fue analista en la Dirección General entre mayo de 2008 y abril de 2011. Es, por tanto, un técnico, un burócrata, alguien que eleva los números y balances de cuentas a los altares, alguien que está muy lejos de la esfera política y por descontado del PSOE.

Por su parte, la ministra de Trabajo y vicepresidenta segunda es una abogada laboralista que viene del activismo social, de la lucha por los derechos de la clase obrera, en definitiva, de la política como forma de transformar la sociedad. Hija de Suso Díaz, militante del Partido Comunista de España y exsecretario general de Comisiones Obreras en Galicia, sus inicios fueron como pasante en un despacho de abogados de Santiago de Compostela y posteriormente, en 1998, se colegió y abrió su despacho en Ferrol. Conoce los entresijos del mercado laboral siempre controlado por la patronal donde se cometen todo tipo de abusos o excesos contra los trabajadores y quizá esa experiencia en primera persona de las injusticias fue la que le llevó a dar el salto a la política. Estuvo afiliada y fue líder de Esquerda Unida, cuyas listas integró en diversas convocatorias electorales en Galicia. Formó parte de la coalición Alternativa Galega de Esquerda en 2012, de En Marea en 2015 y 2016, y de En Común en 2019. Recientemente ha fundado Sumar, una plataforma transversal que aglutina a formaciones a la izquierda del PSOE.

Dos profesionales de perfil tan divergente estaban llamados a protagonizar un sonoro choque, que no es más que la reedición de aquel primer enfrentamiento que Díaz ya mantuvo con Nadia Calviño, la que fuese todopoderosa ministra de Economía del sanchismo y parte del ala más liberal del Gobierno. Hoy Calviño ejerce como presidenta del Banco Europeo de Inversiones desde el 1 de enero de 2024, pero su legado ideológico y político se ha transmitido intacto en la persona de Cuerpo, que sigue custodiando la tradición económica de esa parte del Gobierno más proclive al libre mercado. En el fondo, estamos ante la eterna pelea de las dos almas de la izquierda, o mejor dicho, del PSOE, esa guerra que se desencadenó ya en los inicios del felipismo y que todavía no ha terminado.

El pasado viernes, Yolanda Díaz endureció el tono con el ministro Carlos Cuerpo, calificando de “muy grave” que quiera cambiar el acuerdo de diálogo social para reducir la jornada a 37,5 horas semanales. Además, advirtió de que “es casi de ser mala persona” rechazar esta medida. “Ni Calviño se había atrevido a tanto”, llegó a decir sobre la anterior ministra económica. Tras esta andanada dialéctica, solo cabe decir que hay caras a caras entre Sánchez y Feijóo mucho más reposados y pacíficos en las sesiones de control al Gobierno.

Díaz llegó aún más lejos al asegurar que “uno debe elegir si está con la patronal o con los sindicatos”, pues son estos últimos los que se avinieron a firmar a un acuerdo, mientras la CEOE se posicionó en contra tras 11 meses de negociación. Además, recordó que el PSOE abogó en el congreso de finales de noviembre por reducir la jornada no solo a 37,5 horas, sino a 36 y añadió que no puede “entender” que ahora “rechace” esta medida.

Este intercambio verbal entre ambos es frecuente desde que arrancó la negociación de la reducción de la jornada. Yolanda Díaz ha acusado anteriormente al Gobierno de estar “incumpliendo” el acuerdo pactado. Hoy de nuevo ha recordado que las “promesas no cumplidas” contribuyen a que los ciudadanos se alejen de la política, e incluso ha dicho que hasta el Partido Popular “lo va a pasar mal” si no la respalda.

Por su parte, Carlos Cuerpo ha empezado 2025 con varias declaraciones al respecto que vienen a reforzar su tesis de hacer la reducción de una forma más gradual que la que quiere Díaz, motivo del choque entre ambos. Cuerpo defiende la medida como un compromiso “conjunto” del Gobierno y quiere “llegar lo antes posible” a un acuerdo con los grupos parlamentarios, pero insiste también en ver “la realidad de la economía española”. “No es lo mismo la situación en el sector primario que en el sector servicios o en el sector privado”, o una pyme que una gran empresa, esgrimió. Sobre su confrontación con la vicepresidenta, el ministro de Economía indicó que “cada uno es muy consciente de cuál es la posición de los demás en este ámbito”.

Sobre lo de hacerlo más gradual, Economía quiere una bajada a 38,5 horas en 2024 y posteriormente a 37,5 horas en 2025. Sin embargo, Yolanda Díaz cree que la parte de 2024 ya no se ha cumplido y defiende que para el 31 de diciembre de 2025 deben aplicarse esas 37,5 horas. Pero hay otro punto en discordancia y es a qué sectores de actividad se tiene que aplicar. Economía apuesta por valorar uno por uno y no hacerlo de forma generalizada. “Hacerlo personalizado porque la situación es muy heterogénea”, explicó Carlos Cuerpo, que a menudo suele restar importancia al choque ministerial.

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