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Otro caso de corrupción del PP que intentan colocar al PSOE

El PP no hace más que insistir en la necesidad de que “se profundice” en el asunto “Mediador”. Incluso pide una comisión parlamentaria de investigación. Lo que no advierten en Génova es que ya hay quien sostiene que existe conexiones entre los dos casos. Si uno de ellos, el caso Cuarteles, fue tapado por el gobierno de Mariano Rajoy

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análisis

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A veces es mejor mantener la boca cerrada. El Partido Popular no hace más que hablar del caso Mediador como ejemplo de la “nueva” corrupción en el PSOE. Y de paso, aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid, echa más leña al fuego con el caso Cuarteles, una investigación que lleva a cabo la titular del juzgado de instrucción número 3 de Madrid por presuntas irregularidades en la concesión de obras de mantenimiento de las comandancias de la Guardia Civil entre 2008 y 2019.

La conexión entre ambos asuntos se debe a la implicación de un empresario canario, Ángel Ramón Tejera de León, alias “Mon”, imputado en los dos sumarios judiciales. Pero lo que ha olvidado el Partido Popular, y el ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska, se lo ha recordado en el Congreso, es que el caso Cuarteles fue “archivado” por el director general de la Guardia Civil en el gobierno de Mariano Rajoy, José Manuel Holgado.

El PP tiene la rara habilidad de meterse en charcos cuando denuncia casos de corrupción para desgastar al gobierno progresista. Destapó el caso Cuarteles sin darse cuenta de que es un asunto que le estalló al ministro de interior de Rajoy, Juan Ignacio Zoido, durante su mandato. El principal imputado es el teniente general retirado Pedro Sánchez Jarava de quien se destaca su rápido ascenso una vez fue nombrado subdirector general de la Guardia Civil por el entonces ministro de Interior, Jorge Fernández Díaz.  De septiembre de 2015 a enero de 2018 se hizo cargo de la jefatura de apoyo e innovación, la competente en materia de obras y mantenimiento de las dependencias de la Guardia Civil.

El teniente general Sánchez Jarava ha reconocido su amistad con el empresario Tejero de León el cual consiguió, en aquella época, contratos de obras en diversas comandancias por un valor estimado de 3,3 millones de euros. Obras, algunas de las cuales no se llegaron a realizar, y otras de forma parcial. Estas irregularidades fueron detectadas por la unidad de asuntos internos de la GC que puso en marcha una investigación en 2016. Investigación que el director general, José Manuel Holgado, ordenó paralizar. Ahora, tras la recepción de un anónimo, cuyo autor se presume que es un guardia civil conocedor de los hechos, la jueza de Madrid, María Isabel Durántez, ha abierto diligencias previas en las que queda por resolver, de momento, una serie de peritajes sobre las facturas presentadas.

Pero es que aún hay más. En el Caso Mediador, también conocido como “Caso Tito Berni”, está imputado un general de división de la Guardia Civil, Francisco Espinosa Navas. Actualmente encarcelado, Espinosa Navas también está relacionado con el Caso Cuarteles. La investigación sospecha que fue el general el que presentó a “Mon” al teniente general Vázquez Jarava ,en 2014.

 A partir de ahí, ambos traban una amistad que ha llevado a la jueza a imputar al militar por las irregularidades en las obras de construcción y mantenimiento en diversas dependencias del instituto armado entre las que también figuran cuarteles de las islas Canarias donde se originó la red de influencias que ha acabado por implicar a un exdiputado del PSOE y a algunos altos cargos insulares.

El PP no hace más que insistir en la necesidad de que “se profundice” en el asunto “Mediador”. Incluso pide una comisión parlamentaria de investigación. Lo que no advierten en Génova es que ya hay quien sostiene que existe conexiones entre los dos casos. Si uno de ellos, el caso Cuarteles, fue tapado por el gobierno de Mariano Rajoy, ¿Quién no asegura que las investigaciones de asuntos internos ya habían llegado a la otra trama y que se dio orden expresa de no seguir adelante?

Demasiadas coincidencias. Todos señalan que el caso Mediador ha salido a la luz “demasiado tarde”. Que se debía de haber destapado mucho antes.  En Génova aseguran que lo que se hizo en torno al caso Cuarteles fue para no dañar la imagen de la Guardia Civil. Dos altos mandos implicados en asuntos de corrupción. ¿Quién es capaz de desmentir que el gobierno de la época ya conocía las andanzas de la red de tráfico de influencias y no intervino para no generar más problemas en el Instituto Armado?

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