Me dijo que me conocía, y a mí aunque no me sonaba su cara me pareció bien y le respondí que ¿por qué no?
LA IMAGINACIÓN ES LA INVENCIÓN DE LO REAL: UN HALLAZGO.
dice Alfredo en uno de sus versos, y concretamente en la página 79 del poemario publicado por AMARGORD, editorial que amo y de la que tengo muchos y extraños recuerdos. Y eso es lo que hicimos ambos el día que nos conocimos en la presentación de un libro, creo que sobre Unamuno, publicado por el grandísimo Emilio Pascual: utilizamos la imaginación y nos inventamos la realidad, y así nos conocimos el uno al otro.
Ahora tengo su libro a mi lado, lo abro y cierro caprichosamente, lo estoy disfrutando. Veo también que trabaja en sus obras completas, que después de ganar varios premios parece que dejó de interesarle el brillo del oropel y la exposición al público, aunque siempre siguió escribiendo.
Lo abro y cierro: Aunque no triunfemos habremos cantado.
Lo abro y cierro:
Cada poema tiene su lugar. Por él pasa la vida.
Lo abro y cierro:
No estoy muerto. Puedo incluso volver a oír mi voz en las inverosímiles revueltas de la nada.
Lo abro… y lo dejo abierto en la página 22:
Una gota
de agua
en cuyo centro
anida
la tormenta.
Alfredo J. Ramos. Gracias por este libro. Gracias por haber utilizado la imaginación para hacernos reales e inventarnos.
Un abrazo.
(Mecanografía: MDFM)