Ayuso redobla sus ataques a los familiares de las víctimas de residencias y arremete contra la oposición: "Siempre las mismas mierdas"

La presidenta de la Comunidad de Madrid desata la polémica al acusar a la oposición de “retorcer el dolor” de las víctimas mientras se niega a asumir responsabilidades

20 de Febrero de 2025
Actualizado el 21 de febrero
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Isabel Díaz Ayuso interviene en el Pleno de la Asamblea, foto CAM
Isabel Díaz Ayuso interviene en el Pleno de la Asamblea, foto CAM

Isabel Díaz Ayuso ha vuelto a protagonizar una intervención marcada por la polémica en el Pleno de la Asamblea de Madrid. En su respuesta a la portavoz de Más Madrid, Manuela Bergerot, la presidenta de la Comunidad de Madrid arremetió sin tapujos: "Siempre las mismas mierdas". Con esta expresión despectiva, Ayuso despreció las críticas sobre su gestión en las residencias de mayores durante la pandemia, un asunto que sigue generando un profundo dolor entre miles de familias madrileñas. (Frase literal: "siempre están criticándonos con lo mismo, siempre nos están llevando con las mismas mierdas").

Desprecio hacia las víctimas de las residencias

Las palabras de Ayuso muestran un desprecio inaceptable hacia quienes todavía buscan justicia. La presidenta ha insistido en que la izquierda “retuerce el dolor de las víctimas” y ha acusado a los familiares de ser utilizados por fines partidistas. Sin embargo, lo que realmente molesta a la presidenta es que los familiares insistan en conocer la verdad sobre lo que ocurrió en las residencias madrileñas, donde murieron miles de personas.

La portavoz de Más Madrid no tardó en contestar, recordando a Ayuso que “lo grave no son solo sus palabras, sino el desprecio hacia las víctimas por no haberse reunido ni una sola vez con los familiares, por enviar cartas reclamando las cuotas de las residencias donde los condenaron a morir y por haber impedido durante cinco años cualquier tipo de investigación sobre lo ocurrido". Bergerot también denunció los protocolos de la Comunidad de Madrid que decidieron "quién podía salvarse y quién no".

Estrategia del insulto, también con la vivienda

Lejos de limitarse a responder a las preguntas sobre las residencias, Ayuso volvió a recurrir a su estrategia favorita: el insulto. Calificó de “política franquista” la propuesta de Más Madrid sobre el alquiler indefinido y preguntó sarcásticamente si también pondrían “una placa” a cada casa. Una muestra más de cómo la presidenta madrileña recurre a la confrontación para desviar la atención de su gestión.

En su discurso, Ayuso no dudó en culpar a la izquierda de la situación de la vivienda en Cataluña, alegando que “han expulsado a jóvenes y empresas” y que “multiplican la ocupación y hunden la oferta”. Una maniobra previsible para evitar hablar de la grave situación de la vivienda en Madrid, donde los precios se disparan sin control.

El papel de Miguel Ángel Rodríguez

Otro punto candente fue la figura de Miguel Ángel Rodríguez, jefe de gabinete de Ayuso. Sus comentarios ofensivos hacia los familiares de las víctimas en redes sociales han generado un clamor para su destitución. Sin embargo, Ayuso se niega a cesarle, evidenciando que ambos comparten una misma línea de comunicación basada en el desprecio y la confrontación.

El pleno también estuvo marcado por las críticas de la portavoz socialista Mar Espinar, quien pidió explicaciones a Ayuso sobre la gestión en los centros de Formación Profesional y exigió el cese de su jefe de gabinete, Miguel Ángel Rodríguez. Espinar fue contundente: “Tiene ese tufillo a Miguel Ángel Rodríguez, a esa cañita libertaria que brinda por los negocios hechos a costa del dinero de todos”. Ayuso, sin embargo, se limitó a un escueto comentario sobre el compromiso de su gobierno con la educación pública, evitando dar respuesta a las graves acusaciones.

Ayuso continuó con sus ataques, afirmando que "la izquierda está enferma de sectarismo" y volviendo a insistir en que la oposición “retuerce el dolor de las víctimas”. Lejos de ofrecer un discurso conciliador, la presidenta madrileña reiteró que “las residencias no les importaron tampoco cuando gobernaban en Navarra, La Rioja, Valencia o Castilla-La Mancha, donde murieron muchos más mayores”. Estas afirmaciones fueron vistas como un intento de desviar la atención de su responsabilidad directa.

Distracción con ataques al gobierno central

En un nuevo intento de desviar el foco, Ayuso también aseguró que el Parlamento Europeo va a investigar al Gobierno central por la llamada "Ley Begoña" y por la "falta de independencia del fiscal general imputado". Según ella, “el Gobierno está retorciendo las instituciones para quedar impune”, una afirmación que muchos consideran un nuevo capítulo en su estrategia de confrontación permanente con el Ejecutivo de Pedro Sánchez.

La sesión de control también evidenció las tensiones con Vox, cuyo portavoz criticó la influencia de la inmigración en el mercado de la vivienda. Ayuso, lejos de moderar el discurso, replicó que "ha perjudicado más Vox que la inmigración" al paralizar desarrollos urbanísticos. Sin embargo, sus críticas a la oposición fueron especialmente duras, manteniendo su habitual tono beligerante.

Un desprecio que no se olvida

Los familiares de las víctimas de las residencias, a quienes Ayuso parece querer silenciar, han vuelto a quedar en un segundo plano. Sus demandas de verdad, justicia y reparación son ignoradas mientras la presidenta prefiere escudarse en el enfrentamiento político y en acusaciones vacías.

Ayuso no solo demuestra una total falta de sensibilidad hacia las familias que perdieron a sus seres queridos, sino que también se atrinchera en un discurso populista que evade cualquier tipo de responsabilidad. Sus descalificaciones, lejos de desviar la atención, reafirman la necesidad de seguir exigiendo explicaciones claras sobre lo sucedido en las residencias de Madrid. Mientras tanto, el dolor de los familiares sigue presente, esperando respuestas que, por ahora, Ayuso parece no tener intención de ofrecer.

 

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