Durante la última sesión de control en la Asamblea de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, la presidenta de la Comunidad de Madrid, no dudó en lanzar su artillería contra la oposición mientras celebraba, en un alarde de autobombo, el reciente premio otorgado al Hospital público Enfermera Isabel Zendal. Este galardón reconoce la calidad del centro en su atención a los pacientes de ELA, una enfermedad que, según Ayuso, es olvidada por quienes, según ella, no merecen ser parte de la historia de Madrid. A pesar de este "éxito" de su gobierno, la presidenta se mantuvo fiel a su estilo de confrontación y no dudó en arremeter contra los políticos de la oposición, especialmente Mónica García, ministra de Sanidad y líder de Más Madrid.
Ayuso aseguró que Más Madrid despliega prácticas chavistas como perseguir jueces e intervenir el poder judicial, intervenir a la prensa, acosar a medios personalmente o perseguir a rivales políticos.
Sobre su falta de educación en el saludo a la ministra con Mónica García en la Conferencia de Presidentes afirmó que la ministra “no sabe comportarse en público y que agarra por el hombro y da golpes a los periodistas como hacía en esta Cámara cundo señalaba como una pistolera. Que sigue dando la espada a los enfermos de Ela y que traga con todos los casos de corrupción de este Gobierno”.
“Espero que digan alguna vez algo bueno”, se quejaba Ayuso, sin conceder tregua a quienes criticaron su gestión sanitaria. Su ataque verbal a la ministra García no pasó desapercibido, señalando que ella “no sabe comportarse en público” y mencionando incidentes anteriores en los que, según Ayuso, la ministra había agredido a periodistas. La presidenta volvió a centrarse en los logros de su administración, olvidando las constantes críticas que su gobierno recibe por el maltrato a la sanidad pública y la opacidad de muchas de sus gestiones.
Mar Espinar: "Ayuso está perdida en un mar de corrupción"
La respuesta de Mar Espinar, portavoz del PSOE en la Asamblea, fue directa y contundente. Espinar acusó a Ayuso de haber “dejado a Madrid fuera de las políticas de vivienda”, algo que la presidenta no pudo refutar con datos contundentes. La portavoz socialista recordó que mientras Ayuso se dedicaba a lanzar ataques políticos durante la conferencia de presidentes en Barcelona, el problema de la vivienda en Madrid seguía siendo una de las mayores lacras de la Comunidad, donde el acceso a una vivienda digna se ha convertido en un lujo solo al alcance de unos pocos.
Espinar señaló también la contradicción de Ayuso, quien presume de logros económicos y sociales, pero cuyos resultados tangibles en áreas como la vivienda son mínimos. “Madrid se ha quedado fuera del plan de vivienda, por sectarismo y por su falta de visión”, recalcó Espinar, añadiendo que la presidenta prefiere enfrentarse a su propio gobierno y a la oposición en lugar de escuchar las verdaderas necesidades de los madrileños.
Manuela Bergerot: "El cerco judicial sobre Ayuso es cada vez más apretado"
Manuela Bergerot, portavoz de Más Madrid, no se quedó atrás en sus críticas. En un tono aún más acerado, Bergerot recordó a Ayuso los recientes escándalos que han salpicado a su entorno cercano, mencionando la investigación judicial sobre su pareja, Alberto González Amador, acusado de fraude fiscal. “Ayuso está nerviosa porque sabe que su pareja acabará en el banquillo”, afirmó Bergerot, insistiendo en que la presidenta madrileña se encuentra bajo una creciente presión judicial. Además, la diputada alertó sobre los “delitos fiscales confesados por escrito” y los “indicios sólidos” que apuntan a que González Amador podría haber sobornado a ejecutivos de empresas como Quirón.
Espinar, “mientras Ayuso habla de premios y galardones, los jóvenes madrileños no pueden acceder a una vivienda digna”.
Bergerot no solo habló del cerco judicial, sino que también señaló que Ayuso está “acorralada por sus propios errores”, aludiendo a los escándalos de corrupción que involucran tanto a su gobierno como a sus allegados. “Usted habla de ELA mientras su gobierno deja a los pacientes sin atención, y lo único que sabe hacer es despreciar a la oposición y a los medios de comunicación que cuestionan su gestión”, afirmó Bergerot con firmeza.
La vivienda: un tema ignorado por Ayuso
La vivienda se ha convertido en un tema candente dentro del discurso político madrileño, y las críticas hacia Ayuso en este ámbito son constantes. Según Espinar, “mientras Ayuso habla de premios y galardones, los jóvenes madrileños no pueden acceder a una vivienda digna”. La portavoz socialista destacó que la Comunidad de Madrid es la región que más inversión ha perdido en términos de vivienda pública, gracias a la actitud “sectaria y elitista” de la presidenta. “Lo que hemos vivido en Barcelona no fue una conferencia, sino un espectáculo que alejó a Ayuso de los problemas reales de los madrileños”.
Ayuso, por su parte, no mostró remordimiento alguno y, como es habitual, redobló la confrontación, acusando al Gobierno de Pedro Sánchez de ser responsable de la “destrucción” de Madrid. No obstante, sus críticas parecieron perder peso al ser refutadas con contundencia por sus opositores, quienes destacaron los vacíos en su discurso y la falta de soluciones concretas para los grandes problemas que afronta la comunidad.
En un intento por desviar la atención de sus propios problemas judiciales, Ayuso lanzó una nueva serie de acusaciones contra el Gobierno central y la oposición. “Vaya noche han pasado en La Moncloa, organizando operaciones de Estado”, espetó, refiriéndose a las filtraciones sobre las investigaciones judiciales que involucran a varios miembros del PSOE. Sin embargo, estas declaraciones no hicieron más que aumentar el rechazo en la Asamblea, donde los diputados no dudaron en recordar a Ayuso los casos de corrupción que afectan a su propio partido, como el de su pareja y las investigaciones sobre contratos públicos.
Un discurso vacío y sin respuestas
La sesión de control en la Asamblea de Madrid dejó claro que Ayuso continúa utilizando la confrontación política como su principal herramienta de defensa. Sin embargo, sus críticas no lograron desviar la atención de los problemas reales que enfrenta Madrid: la corrupción que la acecha, el desamparo de los pacientes con enfermedades graves y la falta de soluciones efectivas a la crisis de la vivienda.
Ayuso podrá seguir celebrando premios y descalificando a sus opositores, pero la realidad es que la Comunidad de Madrid sigue siendo un lugar donde la desigualdad y la falta de justicia social marcan el paso de un gobierno que parece más interesado en la guerra política que en gobernar para todos los madrileños.