El presidente del Gobierno Pedro Sánchez y el presidente de la Generalitat de Cataluña, Pere Aragonès, se verán hoy las caras -en la primera reunión bilateral después de tres años- para tratar de reconducir la política catalana y española a términos más conciliadores.
Más tiempo para hablar
Además de la mesa de diálogo en la que participarán los respectivos equipos de negociación del Gobierno central y de los líderes independentistas, las reuniones bilaterales entre jefes del ejecutivo catalán y español se presentan como una herramienta para tratar toda una serie de asuntos que no tienen cabida -según los responsables del Govern- en otros espacios como la Conferencia de Presidentes Autonómicos celebrada el pasado viernes en Salamanca y a la que no asistió en presidente del ejecutivo catalán.
El estatuto
Esta es la primera reunión bilateral entre los gobiernos de Cataluña y España desde hace tres años y se celebra en Madrid. Este tipo de reuniones ya fueron fijadas en el estatuto de 2007 y ahora parecen ofrecerse como más necesarias que nunca. Esta herramienta pactada hace más de una década no ha sido utilizada con frecuencia, a pesar de que en el documento firmado por el gobierno estatal y el autonómico figuraba que se celebrarían dos reuniones de este tipo al año. Pero esto solo se cumplió entre 2007 y 2009.
Demandas
El Gobierno catalàn se presentará a la reunión con una lista de 56 traspasos pendientes entre los que destacan: las ayudas para los universitarios, el examen para Médico Interno Residente ( MIR), las políticas activas de ocupación o el ingreso mínimo vital. Capítulo aparte merecen las transferencias que reclama la Generalitat y entre ellas la del Aeropuerto del Prat. Cuya total transferencia viene reclamando Cataluña desde hace años. Aragonès reclamará también toda una serie de incumplimientos entre los que destacan el de la ley de dependencia.
