La aridez climática ha aumentado durante los últimos 60 años en España

Un estudio del CSIC muestra que las Islas Canarias registran una tendencia clara hacia un clima más árido, especialmente desde 1990

07 de Marzo de 2025
Actualizado el 08 de marzo
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La aridez climática es clave para entender la relación del ser humano y el medio natural con la atmósfera. | Foto: ISTOCK
La aridez climática es clave para entender la relación del ser humano y el medio natural con la atmósfera. | Foto: ISTOCK

Una investigación llevada a cabo por un equipo del Laboratorio de Climatología y Servicios Climáticos, una red que reúne a científicos y técnicos del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y la Universidad de Zaragoza, ha revelado que la aridez climática, es decir, el equilibrio a largo plazo entre la disponibilidad de agua procedente de la lluvia y el agua que evapora la atmósfera, ha aumentado de forma discreta, pero continua, durante los últimos 60 años en España. Las conclusiones del trabajo, financiado por la Fundación Biodiversidad, aparecen publicadas en la revista International Journal of Climatology.

La aridez climática es una característica del clima de una región que describe la escasez (o abundancia) de precipitaciones en relación con la demanda de agua por parte de la atmósfera. Tiene un amplio impacto en muchos aspectos de la vida, y desempeña un papel clave en la determinación de la disponibilidad de agua y la distribución geográfica de los ecosistemas y las regiones agrícolas. Según explican los investigadores, en las condiciones actuales de cambio climático es de gran interés evaluar los cambios en la aridez climática, ya que es uno de los principales motores de las transiciones ecológicas, como, por ejemplo, el proceso de desertificación.

Según las conclusiones del trabajo, las Islas Canarias han registrado una tendencia más clara hacia un clima más árido, especialmente desde 1990. Entre 1961 y 1990 y 1991 y 2020, el 12% del territorio de la España peninsular y Baleares experimentó una transición hacia categorías más áridas del Índice de Aridez de la Food and Agriculture Organization (FAO), mientras que apenas hubo transiciones hacia condiciones más húmedas. La mayoría de estos cambios se dieron en zonas periféricas a las grandes depresiones peninsulares (Guadalquivir, Tajo, Duero, Ebro), en zonas de somontano. En las Canarias, este porcentaje fue del 16%, concentrado en zonas bajas y de sotavento de los relieves principales.

Los meses de abril y junio fueron clave en el cambio hacia un clima más seco, afectando principalmente al sur y sureste español. Respecto a las transiciones hacia condiciones más húmedas, aunque estas fueron mucho menos frecuentes, se dieron principalmente en marzo (24%) y octubre (13%). Esto indica que los meses de primavera y otoño fueron los únicos en los que algunas zonas experimentaron una ligera recuperación de la humedad.

El investigador de la Estación Experimental de Aula Dei (EEAD-CSIC) y líder del estudio, Santiago Beguería, aclara que “estos cambios en la aridez climática, no solo afectan a la disponibilidad de agua y al desarrollo de los ecosistemas naturales, sino que también tienen un impacto directo en la agricultura, en la fenología de plantas y animales, y en la funcionalidad de las comunidades humanas”.

Visor web y base de datos en abierto

Para llevar a cabo este estudio, el Laboratorio de Climatología y Servicios Climáticos ha calculado el índice de aridez de toda España entre 1961 y 2020. Este análisis ha sido posible gracias a los datos climáticos de precipitación y evapotranspiración procedentes del Monitor de Sequía Meteorológica, una herramienta que recopila información de la red de observatorios de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET).

Los investigadores han compilado la nueva información en una base de datos en abierto. Además, se ha desarrollado un visor web interactivo donde se muestra esta información de forma clara y sencilla plasmada en un mapa de España. Por ejemplo, en un par de clics, puede verse cuál ha sido la aridez climática de cualquier municipio, provincia o comunidad de España a lo largo de este periodo.

Por ejemplo, los cambios observados en estos últimos 60 años han podido tener repercusiones en el desarrollo de la agricultura de secano y en la ganadería extensiva, modificando de forma directa el calendario de aprovechamientos, la selección de variedades de plantación, o el régimen de estabulación en zonas de valle-montaña”, asegura el investigador.

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