Entre los 10 compromisos presentados por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, la organización Greenpeace destaca como líneas de trabajo novedosas e imprescindibles: la creación de recursos económicos permanentes para reconstruir y prevenir; el compromiso, la coordinación y decisión compartida de todas las administraciones; la implicación de la totalidad del sector primario; el impulso a la Transición Ecológica, y el aumento de la ambición de la Unión Europea (UE).
La organización, sin embargo, echa en falta como líneas a trabajar en el pacto de Estado: un mayor énfasis en la mitigación, la falta de consideración del papel imprescindible que tienen los océanos y la biodiversidad en general, y la necesidad de mayores impuestos a la industria fósil para que paguen por la crisis climática que están causando.
Greenpeace urge a que este no sea sólo un gesto político, sino un acuerdo fundamentado en la evidencia científica y la responsabilidad con las generaciones futuras, y resalta la importancia de la mitigación, la adaptación y, crucialmente, la financiación para enfrentar una crisis que ya está cobrando vidas y devastando nuestro entorno.
La sociedad debe ser protagonista
Más allá de los compromisos políticos y financieros, Greenpeace subraya que el éxito de este Pacto depende de la participación ciudadana, por lo que la hoja de ruta que se establezca debe primar que sea un proceso abierto y participativo. El cambio climático afecta a todos y a todas, y la sociedad civil, la comunidad científica y los agentes sociales deben estar en el centro del proceso de toma de decisiones.
"Este pacto debe ser un reflejo de la voluntad colectiva de proteger nuestro planeta y a las generaciones futuras dentro de un nuevo paradigma socio-económico post crecimiento. La ciudadanía no sólo debe ser informada, sino también activamente involucrada en la definición e implementación de medidas concretas. Un acuerdo de esta magnitud solo tendrá éxito si cuenta con el apoyo y la implicación de toda la sociedad", señala Eva Saldaña, directora ejecutiva de Greenpeace. "Desde Greenpeace, pedimos a todos los sectores que se unan a esta llamada a la acción. El futuro es ahora", añade.
Claves para un pacto a la altura del desafío
Para la organización ecologista, el consenso para el Pacto de Estado debe fundamentarse en la evidencia científica, y propone las líneas básicas que debería incluir el Pacto para abordar la adaptación, mitigación y financiación para el cambio climático. La organización insiste en que debe abordar tres pilares fundamentales. Por un lado, la adaptación, pues ante el aumento de fenómenos meteorológicos extremos, "es necesario un plan nacional que proteja a la población y a la naturaleza. Esto incluye la gestión forestal para prevenir incendios, la restauración de ecosistemas para mitigar inundaciones, y la creación de refugios climáticos en las ciudades".
En segundo lugar, la mitigación. Es imperativo acelerar la transición energética para alcanzar la descarbonización total antes de 2040, tal como demanda la ciencia. "Esto implica la suficiencia y reducción del consumo, el abandono de los combustibles fósiles, la inversión en energías 100% renovables, una reforma integral del transporte y la movilidad y un nuevo modelo de producción y consumo de alimentos para garantizar el futuro en un contexto de cambio climático".
Y por último la financiación. A su juicio, el Pacto debe garantizar una financiación estable y transparente. Greenpeace propone "la creación de un Fondo Estatal para la Mitigación y Adaptación" y que las grandes corporaciones de combustibles fósiles, las principales responsables de la crisis climática, contribuyan a reparar los daños causados.