Ante la falta de datos concretos e información oficial sobre la propuesta del PP y Vox para legalizar regadíos ilegales en Doñana, la organización WWF ha llevado a cabo una investigación exhaustiva con el fin de revelar los datos clave sobre el alcance de esta polémica amnistía.
Según los resultados obtenidos, se estima que la denominada "Ley Anti Doñana" permitiría la legalización de hasta 1903,7 hectáreas de fincas ilegales, lo que representa el doble de la cifra inicialmente anunciada. Esta extensión de terreno agrícola regable supondría un incremento alarmante del 20% de la superficie que actualmente amenaza a Doñana.
Es importante destacar que se trata de una amnistía de tierras de proporciones significativas, ya que estaríamos hablando de una superficie equivalente a 2.000 campos de fútbol. Estas 1903,7 hectáreas ilegales se encuentran ubicadas en los municipios de Almonte, Bonares, Lucena del Puerto, Moguer y Rociana del Condado, todos ellos en la provincia de Huelva.
No obstante, la investigación de WWF va más allá y demuestra que la ley propuesta podría legalizar también, mediante la modificación de la Ley Forestal de Andalucía, hasta 471,3 hectáreas ilegales en zonas forestales. Estas áreas son aquellas donde los agricultores arrancaron deliberadamente las masas de árboles para plantar cultivos ilegales de fresas y otros frutos rojos.
Grave daño al ecosistema natural de Doñana
Este descubrimiento resulta especialmente preocupante, ya que implica un grave daño al ecosistema natural de Doñana. La eliminación de los bosques y la sustitución por cultivos intensivos de fresas y frutos rojos conlleva la destrucción de hábitats y la pérdida de biodiversidad, además de provocar un desequilibrio en los recursos hídricos de la zona.
Ante estos datos, WWF hace un llamamiento a la reflexión y exige transparencia y responsabilidad por parte de las autoridades competentes. Es fundamental que se evalúen de manera rigurosa los impactos ambientales y sociales de cualquier medida que afecte a uno de los espacios naturales más emblemáticos y frágiles de nuestro país.
La conservación de Doñana debe ser una prioridad, y es imperativo que se promuevan prácticas sostenibles y respetuosas con el medio ambiente en esta región. La protección de su diversidad biológica y la salvaguarda de sus valores naturales son responsabilidad de todos, y no se pueden sacrificar en beneficio de intereses económicos a corto plazo.