El ecosistema digital es una prioridad para las empresas. Ya sean multinacionales o PYMES, todas ponen el foco en mejorar la visibilidad en internet, disponer de servidores más potentes, o bien ofrecer una experiencia satisfactoria a navegantes. Sin embargo, la sostenibilidad todavía no forma parte de esta ecuación, pues se estima que hasta el 4% de las emisiones de CO2 a nivel global provienen, precisamente, de la electricidad consumida en centros de datos. A pesar de la gran cantidad de emisiones que se generan, los centros de datos están empezando a dar respuesta a este problema con el empleo de energías verdes.
En un escenario en el que el planeta ha conseguido reducir prácticamente a la mitad el umbral de calentamiento para 2100 —de 4,5 grados en el año 2000 a 2,8 en 2024, de acuerdo con los últimos datos de Climate Action Tracker—, tener consciencia de la huella de carbono digital es sumamente importante.
El impacto ambiental de la electricidad en servidores
La acción para reducir emisiones en la producción de la electricidad está dando sus primeros frutos. De acuerdo con Our World In Data, la curva de emisiones está en descenso. A escala planetaria, 2007 marcó un récord de CO₂ por kWh producido: 547 gramos. Dieciséis años después, en 2023, la cifra se ha reducido hasta los 481 gramos por kWh. La buena noticia es que, gracias al despliegue de las renovables, esta cifra seguirá en descenso.
No obstante, a pesar de la reducción en ese sentido, en 2023 se registraron 37,79 mil millones de toneladas de CO₂ vertidas a la atmósfera, de acuerdo con OWID. Si se realiza el cálculo de que —aproximadamente—, entre el 1% y el 3% de las emisiones proviene de granjas de servidores, llegando incluso al 4%, se obtiene una media de más de 750 millones de toneladas de CO₂ vertidas, tras realizar el cómputo porcentual de las cifras.
Es cierto que se ha experimentado una bajada, pero todavía queda mucho camino por recorrer. Por lo tanto, la pregunta es: ¿Qué puede hacer una empresa de servidores para reducir su huella de carbono ambiental? Los pilares de la creación de cualquier empresa dedicada al hosting pasan por la sostenibilidad.
La innovación tecnológica pasa por la eficiencia. No sólo de cara a los propios servidores —que implementan herramientas como la refrigeración por agua o componentes que gastan menos energía— sino que, también, la fuente de la que se obtiene electricidad.
La huella digital, la gran olvidada de las empresas
La sostenibilidad en el entorno empresarial abarca muchos aspectos. Desde la construcción de edificios más eficientes energéticamente, la reducción del consumo de agua o el uso de herramientas de medición inteligentes son algunos de ellos. Alinearse con las normativas y directivas europeas en materia de descarbonización está en la agenda.
Sin embargo, cuando se trata del entorno digital, la retórica se centra en tener potencia y rendimiento. Si no se tiene en cuenta el impacto de los servidores de hosting, de correo electrónico o de inteligencias artificiales propias, muchas compañías pueden quedarse atrás en un futuro y dejar abierta una brecha enorme en el proceso de descarbonización.
En palabras de David Blanch, director digital de cdmon, "el ecosistema digital es fundamental para la descarbonización". Blanch subraya que las empresas que no lo consideren "enfrentarán regulaciones más estrictas, costes operativos más altos y una desventaja competitiva frente a competidores más sostenibles".
En este sentido, el directivo explica que la eficiencia energética de los centros de datos y la optimización de la infraestructura de hosting son "críticas". "Ignorar estos aspectos puede resultar en un impacto negativo en la reputación y en la atracción de clientes y stakeholders cada vez más conscientes del cambio climático", remata.