El PP descubre que en España hay "tierras raras"

Solicita al Gobierno que facilite el desarrollo de los seis proyectos de tierras raras identificados como prioritarios por la Comisión en España. Así, el PP pide establecer un marco jurídico único que incluya la simplificación de los trámites

22 de Abril de 2025
Actualizado a las 16:36h
Guardar
Manifestación contra la minería de tierras raras en Ciudad Real. Un rechazo que obvia el PP. | Foto: Plataforma Sí a la Tierra Viva
Manifestación contra la minería de tierras raras en Ciudad Real. Un rechazo que obvia el PP. | Foto: Plataforma Sí a la Tierra Viva

El Partido Popular ha presentado en el Congreso una proposición no de ley para que el Gobierno "realice un inventario estatal de recursos minerales fundamentales y estratégicos para la transición ecológica, actualice de manera urgente el mapa geológico español y establezca un marco de colaboración público-privado que incentive la inversión en nuevos yacimientos". Y lo hace recordando que la Comisión Europea publicó el pasado 25 de marzo la localización de 47 proyectos estratégicos, distribuidos en 13 estados miembros con una inversión global prevista de 22.500 millones de euros, y siete proyectos mineros están en España: Aguablanca (Monesterio, Badajoz) Las Navas (Cáceres), P6 Metals (Almoharín, Cáceres), El Moto (Abenójar, Ciudad Real), Cobre Las Cruces (Gerena Sevilla) y Mina Doade (Doade-Beariz, Ourense). El plan también contempla la puesta en marcha de una planta de reciclaje de metales en la provincia de Huelva.

Es decir, el PP ha necesitado prácticamente un mes para que su vicesecretaria de Desarrollo Sostenible, Paloma Martín, afirme ahora que el Gobierno “ya llega tarde” en la creación del plan solicitado por la UE, "lo que pone en riesgo la ejecución de los proyectos y la competitividad de España que debería consolidarse como un exportador relevante y reforzar la autonomía energética". 

Y aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid, afirma Martín que en España urge “un cambio de rumbo” en su política energética "que posibilite conocer las reservas de materias primas fundamentales, reforzar la autonomía y la competitividad de las empresas y prolongar la vida útil de las nucleares para no depender aún más de un gas y de un petróleo que no tenemos". 

También ha decubierto el PP que el sector de las materias primas minerales en España "cuenta con 3.800 empresas, 322.000 empleos y 27.500 millones de euros de facturación. En el contexto geopolítico mundial, los minerales juegan un papel fundamental y es mucho lo que nos jugamos”. Como si el propio Gobierno y la Comisión Europea no lo supieran. Como si la barra libre de Trump en Ucrania con las tierras raras no existiera. 

La PNL solicita al Gobierno que facilite, con carácter prioritario, el desarrollo de los seis proyectos identificados como prioritarios por la Comisión Europea en España, con el establecimiento de un marco jurídico único que incluya la simplificación de los trámites administrativos y la reducción de los plazos de autorización exigidos por la Comisión Europea.

Política radiactiva

Para acabar de rematar su PNL, a río revuelto, ganancia de pescadores. El PP también se exige "la derogación de la normativa de 2021 en lo relativo a la prohibición de la explotación, investigación, explotación y aprovechamiento de yacimientos minerales radioactivos".

Y, por último, Martín demanda que "los mismos principios que rigen para el despliegue de parques eólicos y solares, deben hacerse extensivos a la minería, cuando sobradamente se sabe que no pueden ser los mismos. Aún así, añade que “la situación nos exige firmeza, responsabilidad, garantías y, por descontado, diálogo con las comunidades locales”.

Un diálogo imposible cuando a la puerta de tu casa quieren abrir un mina. Y sobre ese rechazo hay suficientes casos documentados en toda la geografía española. También del modus operandi de grandes multinacionales extranjeras dispuestas a explotar los recursos y si es posible salir por la puerta de atrás a la conclusión de los mismos.

Alto impacto ambiental 

Los ecologistas vienen criticando la extracción de tierras raras debido a su alto impacto ambiental, incluyendo la contaminación de suelos y aguas con materiales radioactivos y metales pesados, además del uso intensivo de agua y energía. Se preocupan por la degradación de ecosistemas y la pérdida de biodiversidad en las zonas de extracción. 

Contaminación: La extracción y procesamiento de tierras raras pueden liberar sustancias tóxicas y radioactivas como torio, uranio y metales pesados, contaminando suelos, aguas y aire. 

Consumo de recursos: La extracción suele requerir grandes cantidades de agua y energía, lo que puede agravar la presión sobre los recursos naturales. 

Degradación del ecosistema: La actividad minera, especialmente la minería a cielo abierto, puede destruir o alterar significativamente los ecosistemas, afectando la biodiversidad. 

Generación de residuos: La extracción y procesamiento de tierras raras generan grandes cantidades de residuos, algunos de los cuales pueden ser peligrosos y difíciles de gestionar. 

Alternativas y medidas para mitigar las consecuencias

El reciclaje de tierras raras puede reducir la necesidad de extraer nuevas cantidades, aunque el reciclaje también tiene un impacto ambiental.

La reducción del uso de tierras raras en los productos y la búsqueda de alternativas puede disminuir la demanda y el impacto ambiental.

Los ecologistas también enfatizan la importancia de usar las tierras raras de forma responsable, evitando el consumismo y optando por productos de calidad y durabilidad.

La Agencia de Protección del Medio Ambiente de los Estados Unidos no lo tiene claro

Finalmente, el informe “Tierras Raras: Una revisión de la producción, procesado, reciclaje y cuestiones medioambientales asociadas” publicado por la  Agencia de Protección del Medio Ambiente de los Estados Unidos  (EPA), alerta entre otros factores de la problemática vinculada a este tipo de minería y sus efectos “para los trabajadores del sitio y los residentes cercanos” por la inhalación de polvos finos (partículas), por ingestión o contacto dérmico con polvos contaminados procedentes de pilas de almacenamiento o de transporte del mineral, un polvo que además “puede ser un irritante, un tóxico, o un carcinógeno” dependiendo del tipo de partículas del que se trate.

Lo + leído