Mejor educación, más mujeres empleadas y migración cualificada para frenar la disminución de la fuerza laboral en la UE

Se espera que la población de la UE alcance un máximo de 453 millones de personas alrededor de 2026, antes de que comience un descenso gradual, impulsado por las bajas tasas de fertilidad, que se han mantenido por debajo del nivel de reemplazo natural

14 de Junio de 2025
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En los países del sur de Europa, el descenso de la población se debe principalmente a las bajas tasas de natalidad, que en ocasiones alcanzan el 1,3 por mujer. | Foto: UE
En los países del sur de Europa, el descenso de la población se debe principalmente a las bajas tasas de natalidad, que en ocasiones alcanzan el 1,3 por mujer. | Foto: UE

La caída de las tasas de natalidad ha marcado el descenso gradual de la población de la UE a partir de 2026, según las proyecciones de la UE y la ONU. Esta tendencia tendrá un efecto similar en la fuerza laboral de la UE: si las tasas de participación para cada grupo de edad y sexo se mantienen constantes en el nivel promedio observado entre 2011 y 2022, la fuerza laboral se reducirá en 20,2 puntos porcentuales para 2070. Esto equivale a unos 42,8 millones de personas menos en la fuerza laboral. 

Los científicos del JRC, Centro Común de Investigación de la UE, amplían esta imagen estática adoptando una perspectiva prospectiva y dinámica, combinando las tasas de participación laboral con proyecciones demográficas entre 2021 y 2070. El análisis revela un gran potencial para activar la fuerza laboral de diferentes subgrupos de población.

En comparación con el escenario estático, el empoderamiento de las mujeres y una mayor participación —convergiendo hacia la de los hombres— en el mercado laboral de la UE reducirían casi a la mitad los efectos del envejecimiento de la población. Como resultado, la fuerza laboral disminuiría en menor medida, en 11 puntos porcentuales (23,2 millones de personas) para 2070. De forma similar, con el crecimiento educativo, la fuerza laboral disminuiría en 15,6 puntos porcentuales (33,2 millones de personas).

Los resultados sugieren que si todos los países de la UE pudieran aumentar la participación de todos los grupos sociodemográficos en la fuerza laboral hasta los niveles observados en Suecia, esto podría mitigar significativamente el declive de la fuerza laboral de la UE vinculado al envejecimiento.

El estilo sueco 

En comparación con el resto de los países de la UE, Suecia ofrece un modelo a seguir para lograr altas tasas de participación laboral y educación. La población activa del país de entre 15 y 64 años aumentó del 82 % al 84 % entre 2014 y 2024, con más del 40 % de la población con un título universitario. Además, Suecia destaca por su alta tasa de participación femenina en la fuerza laboral, que alcanza el 80 %, considerablemente superior a la media de la UE del 67%. 

Si todos los países de la UE adoptaran el nivel avanzado sueco de participación laboral de cada subgrupo de población por edad, sexo y educación, la fuerza laboral proyectada en toda la UE disminuiría solo 2,8 puntos porcentuales, lo que corresponde a 5,9 millones de personas en 2070.

El efecto de la migración

De todos los escenarios analizados, una fuerza laboral sin una migración gestionada de trabajadores cualificados desde fuera de la UE dará lugar a la mayor caída de 26,7 puntos porcentuales, o 55,9 millones de personas para 2070. Los investigadores del JRC destacan que la migración puede desempeñar un papel crucial en la configuración del mercado laboral de la UE en las próximas décadas, en particular si los migrantes son empleados con éxito e integrados en la fuerza laboral. 

Como complemento a la activación de personas inactivas o grupos subrepresentados, la capacitación, el reciclaje profesional y la mejora de las condiciones de trabajo, la UE puede beneficiarse de la atracción de trabajadores cualificados de fuera de la UE, así como de la promoción de la movilidad intracomunitaria, para abordar la escasez de mano de obra en determinados sectores y regiones, según el  Plan de acción de la Comisión sobre la escasez de mano de obra y de habilidades . 

Al comprender las tendencias demográficas y sus implicaciones para el mercado laboral, la UE puede implementar estrategias para aumentar la participación en la fuerza laboral, las vías de migración legal y la inversión en educación y capacitación, lo que en última instancia beneficiará a los ciudadanos y a la economía. 

Perspectivas demográficas de la UE y el papel de la migración

Se espera que la población de la UE alcance un máximo de 453 millones de personas alrededor de 2026, antes de que comience un descenso gradual, impulsado por las bajas tasas de fertilidad, que se han mantenido por debajo del nivel de reemplazo natural de 2,1 nacimientos por mujer desde la década de 1970. Sin la migración desde países fuera de la UE, la población de la UE habría comenzado a disminuir hace ya aproximadamente una década.

Las bajas tasas de natalidad y la estructura de edad son los factores que impulsan una disminución poblacional proyectada del 5% durante el período 2023-2050, según un  análisis del JRC . Ambos factores explican una disminución proyectada del 14% de la población de la UE para 2050, pero la mayor esperanza de vida y el aumento de población derivado de la migración compensan parcialmente las pérdidas, logrando un crecimiento combinado del 9%. La migración desde países de fuera de la UE y una mayor participación de las mujeres en el mercado laboral son necesarias para mitigar la disminución de la población. 

Los factores demográficos difieren considerablemente entre los distintos países de la UE. Se prevé que los países de Europa Central y Oriental experimenten el mayor descenso demográfico, debido a una combinación de bajas tasas de natalidad, patrones migratorios y el efecto de la estructura poblacional actual, condicionada por las tendencias demográficas (decrecientes) del pasado. 

En los países del sur de Europa, el descenso de la población se debe principalmente a las bajas tasas de natalidad, que en ocasiones alcanzan el 1,3 por mujer. La baja fecundidad es el principal factor de una disminución prevista de alrededor del 10 % en Portugal, España, Italia, Malta y Grecia. 

Debido a los mayores niveles de inmigración y a las menores tasas de mortalidad, Francia, Alemania y los Países Bajos podrían enfrentarse a cambios poblacionales más moderados. 

La población de talento migrante seguirá aumentando y representará el mayor impulsor del crecimiento poblacional debido a mayores tasas de natalidad, mientras que Suecia, Luxemburgo e Irlanda, por ejemplo, se beneficiarán adicionalmente de haber tenido tasas de natalidad más altas hasta hace poco, es decir, de un llamado impulso poblacional positivo.

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