Rafael Altamira vuelve a casa: España repara su deuda con el jurista exiliado

El historiador y humanista ha sido inhumado en Alicante tras 74 años en el exilio, en un acto presidido por el rey Felipe VI que subraya la importancia de la memoria histórica y la justicia universal

10 de Febrero de 2025
Actualizado a las 17:15h
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Rafael Altamira vuelve a casa: España repara su deuda con el jurista exiliado
El rey Felipe VI en el homenaje a José Altamira, cuyos restos han sido repatriados desde México a España es más que un homenaje: es un acto de reparación.

Setenta y cuatro años después de su muerte en el exilio, Rafael Altamira ha vuelto a la tierra que lo vio nacer. El historiador, jurista y humanista alicantino, considerado uno de los grandes intelectuales de España, ha sido inhumado en el cementerio de El Campello en un emotivo acto presidido por el rey Felipe VI. Su repatriación, tras décadas de olvido, supone un reconocimiento tardío a su legado, marcado por la defensa del derecho internacional y la cultura como herramientas de paz.

Un regreso esperado

El acto solemne comenzó a las 11:30 de la mañana en presencia del monarca, acompañado de autoridades como el presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, el ministro de Memoria Democrática, Ángel Víctor Torres, y el alcalde de El Campello, Juanjo Berenguer. También asistieron familiares del jurista, entre ellos su nieta María Luz Altamira y su bisnieto Ignacio Ramos, quienes pronunciaron discursos de profundo significado.

Altamira, en el centro con barba blanca, junto al resto de componentes del primer Tribunal de Justicia Internacional. Biblioteca Rafael Altamira Universidad de Alicante
Altamira, en el centro con barba blanca, junto al resto de componentes del primer Tribunal de Justicia Internacional. Biblioteca Rafael Altamira Universidad de Alicante

"A pesar de las adversidades, nunca dejó de ser un referente. Con este acto, se cumple su última voluntad", destacó María Luz Altamira. Ignacio Ramos, por su parte, subrayó la relevancia del evento: "Hoy hacemos justicia con su memoria y con la historia de España".

El rey Felipe VI, que ha ido incorporando gestos de reconocimiento a la memoria democrática en su agenda institucional, destacó en el libro de honor del Ayuntamiento de El Campello la importancia de Altamira como figura de concordia: "Hoy homenajeamos a una gran e ilustre figura intelectual en un acto de justicia histórica y reparación".

El rey Felipe VI en el homenaje a José Altamira, cuyos restos han sido repatriados desde México a España es más que un homenaje: es un acto de reparación.
El rey Felipe VI en el homenaje a José Altamira, cuyos restos han sido repatriados desde México a España es más que un homenaje: es un acto de reparación.

Un intelectual comprometido con la justicia

Nacido en Alicante en 1866, Rafael Altamira desarrolló una prolífica carrera como historiador y jurista. Su obra 'Historia de España y de la civilización española' lo convirtió en una referencia en el ámbito académico, mientras que su papel como juez del Tribunal de Justicia Internacional consolidó su prestigio en el derecho internacional. En 1933 fue nominado al Premio Nobel de la Paz por su incansable lucha en favor del pacifismo y la justicia.

Sin embargo, el golpe de Estado franquista truncó su vida en España. Exiliado primero en Holanda y luego en Francia, finalmente se refugió en México, donde falleció en 1951 sin poder regresar a su país natal. Su legado quedó relegado al olvido durante el franquismo, y no ha sido hasta ahora cuando se ha hecho efectiva su repatriación.

Un acto de reparación histórica

El traslado de los restos de Altamira desde México a España es más que un homenaje: es un acto de reparación. La dictadura franquista borró de la historia a intelectuales como él, cuya labor fue esencial en la construcción de un país más justo y moderno. Su inhumación en El Campello simboliza un paso hacia la reconciliación con el pasado y una reafirmación del compromiso con la memoria democrática.

La ceremonia, celebrada bajo una carpa instalada a las puertas del cementerio, contó con la interpretación de piezas de Bach a cargo del cuarteto ADDA. En el escenario, una gran pancarta exhibía una de sus frases más recordadas: "Cuando se me aparte de la vida oficial, me retiraré al rincón de mis amores más gratos: al Campello". Hoy, esas palabras han dejado de ser un anhelo para convertirse en realidad.

El rey Felipe VI en el homenaje a José Altamira, cuyos restos han sido repatriados desde México a España es más que un homenaje: es un acto de reparación.
El rey Felipe VI en el homenaje a José Altamira, cuyos restos han sido repatriados desde México a España es más que un homenaje: es un acto de reparación.

Tras el homenaje público, los restos de Altamira y su esposa, Pilar Redondo, fueron inhumados en el mausoleo construido en su honor. A la ceremonia asistieron más de quinientas personas, incluyendo personalidades del mundo de la academia y el derecho.

Un legado vigente

El retorno de Rafael Altamira no solo reivindica su figura, sino que resalta la vigencia de su pensamiento. En un momento en el que el derecho internacional es cuestionado por líderes como Donald Trump, recordar a uno de los fundadores del Tribunal de Justicia Internacional es un ejercicio de memoria necesaria.

España, con este gesto, no solo devuelve a Altamira a su hogar, sino que también repara una deuda con su historia. Un país que honra a sus intelectuales es un país que no olvida su pasado ni los valores que construyen su futuro.

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