Los dentistas quieren cerrar sus consultas, pero de momento no pueden al ser consideradas servicios esenciales. Los odontólogos denuncian la falta de protección frente al coronavirus, ya que no pueden respetar la distancia de seguridad con los pacientes. Pero la realidad es más económica: tienen las consultas vacías.
Los odontólogos se sienten totalmente desprotegidos frente al COVID-19. El Gobierno no ha decretado el cierre de las clínicas, pero los profesionales del sector advierten de que están muy expuestos a contagiarse ya que no pueden respetar la distancia de seguridad recomendada.
Echar el cierre
Tal y como indican desde el Colegio Oficial de Odontólogos, muchos han sido los que han decidido echar el cierre de sus clínicas por cuenta propia. «Estamos tomando esa dinámica de atender telefónicamente y seguir prestando ese servicio a las personas que lo necesitan», cuenta. Solo atienden en persona los casos de urgencia.
Aún así, piden al Gobierno que se decrete el cierre de las clínicas dentales y que les dicten normas claras sobe cómo deben actuar, ya que por el momento, en caso de tener que atender a algún paciente que pudiese estar infectado, denuncian que no cuentan con el material de protección necesario.
Aseguran que, como sanitarios, quieren tratar a sus pacientes con seguridad como ocurre en los hospitales.