Los datos alertan sobre el aumento del IPC, sobre todo en la factura de la luz. Es imprescindible poner en marcha las reformas necesarias para evitar la subida desorbitada de los productos que ocupan un peso mayor en los presupuestos de los hogares.
Los precios suben
Los precios registran una tasa interanual del 2,7%, cinco décimas más respecto al dato del mes anterior. De confirmarse, la tasa general alcanzaría su nivel más alto desde febrero de 2017. Todeo derivado de la tendencia alcista a la que venimos asistiendo en los últimos meses.
Subida de los carburantes
El indicador adelantado del IPC elaborado por el Instituto Nacional de Estadística (INE) publicado este lunes, refleja que los precios suben, provocado por la subida de los precios de los carburantes y combustibles.
Frente a la bajada registrada en mayo del año pasado por el confinamiento por la pandemia.
Este comportamiento está directamente determinado por la subida de los productos energéticos y, en especial, de los carburantes y los combustibles.
Inflación
La tasa de inflación subyacente, que excluye tanto a los productos energéticos como a los alimentos no elaborados, registra una tasa anual de apenas un 0,2%, dos décimas más respecto al dato de abril, lo cual confirma el estancamiento de los precios en el resto de los productos.
Por tanto, se trata de un aumento de los precios localizado, influido en mayor medida por el desplome histórico que sufrieron los precios de los productos energéticos durante buena parte del 2020, como consecuencia de la aplicación de medidas estrictas para tratar de controlar el virus y la caída de la demanda. Por ello, se espera que la presión inflacionista continúe durante el resto del año.