Cuando se habla de la efectividad de las medidas aplicadas por Luis Abinader en República Dominicana desde agosto de 2020 no se trata sólo del impacto que han tenido las mismas en los datos macroeconómicos, sino el efecto directo que están teniendo en la vida real de las personas.
Uno de los puntos más importantes en la sociedad global actual es el empleo que, en muchos casos, está sufriendo las consecuencias de varias crisis económicas enlazadas que han provocado que las clases medias y trabajadoras del mundo vean reducidos sus emolumentos mensuales y violados sus derechos laborales. No se trata de un sector concreto, es una lacra que afecta a todos, incluso a los más sofisticados.
Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), el empleo se ha ido recuperando tras la pandemia en la región de América Latina y Caribe. Sin embargo, en la mayoría de los países esa recuperación de los puestos de trabajo fue liderada por el trabajo informal, que representó entre el 40% y el 95% del aumento de empleos entre la segunda mitad de 2020 y la primera de 2023.
El estudio aclaró, no obstante, que la contribución del crecimiento de los puestos informales ha ido disminuyendo desde el inicio de la recuperación, aunque en el primer semestre de este año hubo cierta reversión respecto a los últimos meses de 2022.
Uno de los elementos en los que más está impactando la estrategia de gobierno de Luis Abinader es, precisamente, la reducción de empleo informal y la senda que se ha recorrido hasta este momento no puede ser parada para volver a un pasado en el que el crecimiento económico estaba lastrado por, precisamente, la informalidad en el empleo.
Según la OCDE, «la formalización es clave para ampliar el alcance del sistema de protección social y llegar a los grupos más vulnerables». Este punto es fundamental y el gobierno de Luis Abinader está trabajando para que la creación de más empleo formal tenga como consecuencia inmediata un efecto positivo en el crecimiento de la productividad, la recaudación de impuestos y el aumento de las oportunidades comerciales.
La realidad, los hechos que se pueden demostrar con cifras sin necesidad de utilizar los datos manipulados, muestra que desde que Luis Abinader es presidente, el pueblo dominicano está obteniendo un empleo mucho más formal, es decir, con todas las garantías de protección social.
El propio ministro de Trabajo, Luis Miguel De Camps, afirmó a finales del año 2023 que «con las políticas aplicadas desde el gobierno del presidente Luis Abinader no sólo se ha avanzado en recuperar los empleos perdidos durante la pandemia, sino que los nuevos puestos de trabajo cuentan con salarios mínimos reales cada vez mejores».
Esto sólo es posible gracias al crecimiento económico generado por la confianza que las políticas de Abinader han creado en los inversores internacionales y en los mercados que importan productos dominicanos.
Esa creación de puestos de trabajo ha provocado que República Dominicana se haya colocado en una situación superior a la de las potencias de la Unión Europea y a 1 punto de distancia de la media de las economías avanzadas, según los datos del Fondo Monetario Internacional.
La tasa de desempleo en República Dominicana se ha situado en un 5,4% en el año 2023. Según el FMI, las economías avanzadas se encontraban en un 4,4%. Respecto a la Unión Europea, Portugal tiene un 6,5%, España un 11,3%, Francia un 7,3%, Italia un 8%. La única que supera a República Dominicana es Alemania, que cuenta con un 3,3%.
En consecuencia, el mundo mira a República Dominicana. Las transformaciones sociales, políticas y económicas necesitan de un ciclo político completo (8 años) para que los resultados sean absolutamente palpables. Eso es lo que necesita el país: continuidad en las reformas y en el cambio. Cualquier otra cosa, derivaría en el caos y en volver a los tiempos a los que nadie quiere regresar.
