Los fanáticos de Trump no esconden su corrupción

Los republicanos de MAGA defienden los recortes fiscales que sólo benefician a los ricos y con los que incrementarán sus fortunas personales mientras se eliminan programas de protección social que afectan a decenas de millones de ciudadanos

06 de Marzo de 2025
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Trump fanáticos corrupción

Donald Trump y su corte de fanáticos supremacistas que han invadido el Congreso y el Senado como los bárbaros en Roma ya ni siquiera ocultan actividades y decisiones que podrían ser catalogadas como corruptas. Trump se ganó el apoyo de millones de ciudadanos con la promesa de que iba a acabar con un sistema corrupto.

Sin embargo, los hechos demuestran que, como en cualquier régimen autocrático, todo está focalizado a crear una plutocracia en la que sólo los millonarios se beneficien del Estado, dejando, evidentemente, a los ciudadanos de clases medias y trabajadoras en una posición de desventaja. Es más, esas familias serán las que pagarán la fiesta de Trump y sus millonarios.

El propio Trump y su escudero Elon Musk ya han ganado miles de millones de dólares gracias a las promesas de desregulación y a la corrupción existente en el DOGE, ese organismo que, en teoría, se presentó para «limpiar» pero que sólo se aplica por cuestiones puramente ideológicas y no de responsabilidad presupuestaria. Se ha llegado a calificar de corrupción el pago de suscripciones a medios y agencias de información. Eso sí, sólo las suscripciones a las cabeceras que muestran oposición a Trump. Si fueran al aquelarre ultra de Fox o al podcast de Steve Bannon, entonces sería calificado por los Musk Proud Boys como gasto responsable.

En cambio, los hechos demuestran que todo el plan está organizado para enriquecer a unos pocos, ya sea porque fueron donantes de Donald Trump, ya sea porque pertenecen a la secta supremacista de MAGA. En Diario16+ ya hemos analizado, con datos verificados, cómo el propio Trump y su escudero Musk han ganado cientos de miles de millones de dólares desde la victoria electoral de noviembre. Es más, según los datos del mercado bursátil, el magnate ha obtenido unos beneficios desde entonces que superan los 200.000 millones de dólares. Estos son los abanderados de la libertad.

Respecto a los fanáticos de MAGA, también ganarán millones de dólares gracias a las leyes que impulsarán tanto en el Congreso como en el Senado, leyes que pasan por un recorte salvaje de los impuestos para los más ricos mientras se suprimen o se quedan sin financiación organismos de asistencia social que dan servicio a decenas de millones de familias estadounidenses. Lo primero que caerá, como publicamos en Diario16+ en base a la documentación obtenida del propio Partido Republicanos, serán los servicios de salud. Pero, bueno, en la mente perturbada de Trump se les ofrecerán los servicios de los chamanes de Robert F. Kennedy Jr. y su medicina alternativa a base de infusiones.

El senador republicano por Montana, Steve Daines, remitió esta semana una carta a Donald Trump, documento al que ha tenido acceso Diario16+, en la que indicaba al presidente de los Estados Unidos que la reducción salvaje de los impuestos para los ricos era algo «innegociable», que había que hacerlo de manera permanente y que no apoyarán un «paquete fiscal que solo proporciona un alivio temporal de los aumentos de impuestos».

¿Por qué razón Daines lanza una amenaza de este tipo a un personaje autoritario como Donald Trump? La respuesta es sencilla: porque él mismo ganará varios millones de dólares gracias a la reducción de impuestos. Pero no es el único de los fanáticos de MAGA que se lo van a llevar crudo.

El análisis de las declaraciones de bienes de congresistas y senadores demuestra que los republicanos de MAGA se embolsarán más de 15 millones de dólares anuales gracias a la reducción de impuestos que ellos mismos aprobarán. Es decir, el conflicto de interés y, por tanto, la corrupción es evidente.

Vern Buchanan, congresista republicano por Florida, es uno de los miembros del Congreso más ricos obtiene la mayor parte de sus enormes ingresos a través de una de las mayores exenciones para los ricos aprobadas por Trump en 2017 y que ahora pretenden hacer permanente.

Esta exención especial permite a los propietarios de empresas no constituidas en sociedad deducir el 20% de sus ingresos antes de calcular sus impuestos. Esta es una de las trampas de las políticas fiscales de Trump. A menudo, se la ha denominado de manera engañosa como una «exención fiscal para pequeñas empresas». Sin embargo, la realidad muestra que este recorte de impuestos beneficia abrumadoramente a los propietarios de empresas súper ricas como Buchanan, que posee una gran cadena de concesionarios de automóviles en Florida y Carolina del Nortes.

Buchanan también se beneficia de la aplicación de esta exención a los inversores inmobiliarios porque más de la mitad de la reducción fiscal va a hogares familias como la de Buchanan con más de 1 millón de dólares de ingresos anuales. En contraste, el propietario promedio de una pequeña empresa gana apenas 55.000 dólares al año.

El patrimonio de Buchanan es de cerca de 250 millones de dólares. Por lo tanto, la ley que el congresista está trabajando tan duro para extender permanentemente ahorrará a su familia 5,6 millones de dólares en impuestos, una cifra que crece cada año a medida que el monto de la exención continúa aumentando con la inflación.

Otro ejemplo de congresista millonario es el republicano por Oklahoma Kevin Hern, con una fortuna de más de 110 millones de dólares. Al estar prácticamente en su totalidad invertida en instrumentos financieros, sus ingresos consisten casi en su totalidad en dividendos y ganancias de capital. Aunque este tipo de ingresos recibe su propia exención fiscal masiva, no es una creada por la ley fiscal de 2017 de Trump y el Partido Republicano, la familia de Hern ahorrará cada año unos 5,6 millones de dólares en impuestos gracias a la reducción de impuestos prevista en la ley de Trump. Esos ahorros aumentarán anualmente con los ajustes por inflación del monto de exención del impuesto sobre las sucesiones.

Tampoco hay que dejar atrás al senador por Wisconsin Ron Johnson. Este fue el verdadero cerebro de las leyes de Trump que ahora pretenden hacer permanentes. Johnson tiene una fortuna estimada en cerca de 55 millones de dólares y su apoyo radical a estos recortes fiscales estuvieron ligados a dos de sus principales donantes, familias ricas que contribuyeron con más de 20 millones de dólares a sus campañas al Senado, según un informe publicado por ProPublica.  

La familia Johnson es otro hogar afortunado que ahorrará 5,6 millones de dólares anuales en impuestos al patrimonio porque la ley de Trump duplicó el monto de la exención.

El congresista por Carolina del Norte, Greg Murphy, tiene una fortuna de más de 22 millones de dólares. Su familia ganará 3,6 millones gracias a las exenciones de Trump que él mismo votará a favor.

Y, cómo no, el senador Steve Daines, el que escribió la carta al presidente. Tiene una fortuna de más de 19 millones de dólares. Sólo en el año 2023, ganó 4 millones en alquileres de edificios de oficinas, ingresos que se encuentran dentro de las exenciones de las leyes de Trump que eximen 28 millones de dólares del impuesto a las sucesiones, por lo que la ley eximiría la fortuna de los Daines, hecho por lo que su familia ganará más de 2 millones de dólares.

Resulta revelador que el senador Daines sólo haya dicho que era «no negociable» luchar por más exenciones fiscales de las que él podría beneficiarse personalmente. Daines desenmascara de qué lado están los republicanos del Congreso y el Senado: protegiendo a las grandes corporaciones y a sus ricos donantes.

Votar o promover leyes que favorecen a intereses económicos particulares es un modo de corrupción y, como se puede comprobar, de los beneficios que están obteniendo. Aquí sólo hemos mostrado a los ejemplos más sangrantes, pero hay más, empezando por el propio Trump y su bufón Musk.

El problema está es que esa corrupción la van a pagar las familias de clase media y trabajadora, a las que se les va a atacar al destruir a los organismos, programas y agencias de carácter social que protegen a los más vulnerables. Esa es la destrucción real del sistema de Trump: proteger a los ricos para exterminar a los pobres.

 

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