Sánchez se lo da todo a los bancos

El gobierno Sánchez ha aprobado que los bancos puedan exigir a sus clientes que contraten productos vinculados para poder acceder a los avales públicos para la compra de vivienda

14 de Agosto de 2024
Actualizado a las 14:04h
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Administración Sánchez Botín Santander
Pedro Sánchez y Ana Patricia Botín, qué miradas | Foto: Flickr Moncloa

El gobierno de Pedro Sánchez, por más que se autoproclame de manera grandilocuente como el «más progresista» de la historia, no hace más que darle prebendas al sector financiero. Le pone la Abogacía del Estado a su disposición para, en vez de defender a las víctimas de las cláusulas abusivas o de las estafas bancarias, ponerse de lado de los bancos en los tribunales europeos. No hay más que recordar cómo el Partido Sanchista se opuso de manera frontal, junto al PP y a la extrema derecha de Vox, a que el gobierno impidiera la personación de la Abogacía del Estado en los casos de IRPH.

No sorprende que desde que Sánchez es secretario general de su partido, siempre se ha aliado con el Partido Popular, Ciudadanos y Vox para defender a los bancos y a la Monarquía. Como dijo Friedrich Schiller, «no existe la casualidad, y lo que se nos presenta como azar surge de las fuentes más profundas».

Tampoco se puede olvidar cómo la primera gran medida económica del gobierno de Sánchez fue la aprobación de la fusión por absorción del Banco Popular por el Santander, lo que originó que se eliminara la personalidad jurídica de aquél, mientras  la resolución estaba en proceso judicial, causa que aún sigue activa tanto en Europa como en España.

Sánchez salió en defensa de la ciudadanía en los primeros meses de su gobierno cuando el Supremo anuló de manera vergonzosa su propia sentencia sobre el pago del impuesto de Actos Jurídicos Documentados. Parecía una esperanza que, como todo lo que hace Sánchez, se desvaneció rápidamente. Incluso, ha llegado a mantener comidas privadas con Ana Patricia Botín.

Posteriormente, sus respectivos gobiernos se han negado taxativamente a eliminar el IRPH de los contratos hipotecarios vinculados a vivienda protegida. Como dijo una afectada por este índice que ya ha sido declarado abusivo por la Justicia Europea, «Sánchez nos ha estafado», expresión que es una redundancia en toda regla al referirse al actual presidente del Gobierno. Todo sea que repentinamente le interese enfrentarse al sector financiero. Entonces, tendrá una nueva epifanía y cambiará de opinión por enésima vez.

Durante la pandemia, Diario16+ reveló en exclusiva cómo las entidades bancarias estaban abusando de pymes y autónomos en la concesión de la línea de créditos ICO avalados por el Estado que aprobó el gobierno de Sánchez.

Este fenómeno se perpetró en distintas ramas. Por un lado, algunas entidades exigían a sus clientes la contratación de productos vinculados (seguros, tarjetas, etc.) para poder acceder a estas líneas de crédito. En otro orden, tal y como confirmaron distintas fuentes consultadas, los bancos priorizaron a sus grandes clientes a la hora de conceder estos préstamos que estaban orientados a las pequeñas y medianas empresas y a los autónomos.

Diario16+ preguntó directamente a Sánchez en Moncloa por estos hechos y el presidente intentó darle una larga cambiada a la periodista para eludir hablar del tema. Una nueva estrategia de protección a los bancos. Finalmente, ante la presión generada por las informaciones de este medio, Sánchez claudicó y su gobierno prohibió cualquier tipo de venta cruzada que la gran mayoría de bancos acató.

Sin embargo, el Santander no lo hizo, tal y como también publicamos en exclusiva. Según fuentes internas del banco presidido por Ana Patricia Botín, la entidad puso en marcha un plan de vinculación dirigido a los clientes que habían firmado un préstamo ICO Covid acogido a la línea de avales del Gobierno: seguros, tpvs, tarjetas, fondos de inversión, planes de pensiones, etc.

«Con este ‘plan de vinculación’ el banco pretende que contactemos con todos los clientes a los que se les va abonando el préstamo en sus cuentas para que hablemos con ellos y decirles que, como el banco les ha prestado su ayuda concediéndole el préstamo ICO, ahora deben "vincularse" con nosotros a toda costa y tomarnos como su banco de referencia contratando, a posteriori, esos productos que no se podían comercializar con el préstamo ICO y siempre dejando claro que esta venta no está condicionada en ningún momento a la contratación del préstamo ICO y que el cliente lo hace como deferencia hacía nosotros por la ayuda prestada por el banco», afirmaba entonces una de las fuentes consultadas.

Pedro Sánchez afirmó recientemente que el mayor problema que tiene España es el de la vivienda. Por esa razón, el gobierno puso en marcha una línea de avales para que jóvenes y familias con menores a cargo pudieran acceder a hipotecas que cubrieran hasta el 100% del valor de la vivienda. Esta línea está dotada con 2.500 millones de euros, tal y como se puede consultar en la web del Instituto de Crédito Oficial.

Ahora el gobierno de Sánchez permitirá a los bancos vincular la concesión de esas hipotecas a la contratación de productos paralelos, es decir, además de los beneficios del propio préstamo hipotecario, se le suma lo que facturen con la venta de ese tipo de productos.

Se trata, como no podía ser de otro modo, de otro cambio de opinión del gobierno Sánchez que ya actúa como él. La venta cruzada de productos vinculados se produce tras la firma de un convenio entre el Ministerio de Vivienda, en manos sanchistas, y el ICO.

En consecuencia, los bancos podrán condicionar la concesión de una hipoteca vinculada a estos avales del Estado a la contratación de seguros, tarjetas de crédito, planes de pensiones, etc. Es decir, lo contrario a lo que hicieron durante la pandemia, irregularidades que llegaron a la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia y que, como no podía ser de otro modo en la España de Sánchez, quedó en nada.

A Sánchez hay que recordarle el dictamen del Tribunal de Cuentas, que fue refrendado por las Cortes, en el que se exigía que el ICO tuviera mecanismos suficientes para hacer cumplir a los bancos las obligaciones de las líneas de crédito, entre las que se encuentra la prohibición de condicionar su concesión a la contratación de productos viculados.

El gobierno de Sánchez ahora ha hecho lo contrario a lo indicado por el Tribunal de Cuentas, dado que es el propio Ejecutivo el que ha habilitado a los bancos que puedan exigir esa vinculación para que los ciudadanos puedan acceder a ese tipo de préstamos hipotecarios.

Respecto a la banca, el gobierno de Sánchez no se diferencia en nada al los de Aznar, Rajoy o Ayuso. Un buen solo de violín abre muchas puertas de cara al futuro, sobre todo cuando el futuro es oscuro e incierto.

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