En una falta de respeto y comprensión hacia la historia reciente de España, el Partido Popular (PP) y Vox han aprobado, con 52 votos a favor, la polémica ley de concordia en Les Corts Valencianes. Este gesto, que denota una peligrosa tendencia hacia el revisionismo histórico, ha sido llevado a cabo a pesar de la firme oposición del PSPV y Compromís, cuyos 47 votos no fueron suficientes para detener esta vergonzosa maniobra. Ambos partidos ya han anunciado que recurrirán a los tribunales en un intento por frenar esta ofensa a la memoria histórica.
Un pacto de blanqueamiento en medio de la incertidumbre política
La aprobación de esta ley llega con la amenaza de ruptura de los pactos de gobierno en varias autonomías por parte de Santiago Abascal, líder de Vox, el PP de la Comunidad Valenciana trabaja bajo la sombra de una posible disolución de su coalición. Esta incertidumbre política no impidió que ambos partidos se unieran para aprobar una ley que blanquea descaradamente el franquismo y desvirtúa la memoria de las víctimas de la dictadura.
La aprobación de la ley de concordia en un ambiente de acusaciones y tensión solo sirve para subrayar el cinismo de PP y Vox. Mientras estos partidos insisten en que la norma busca igualar a todas las víctimas, la realidad es que esta ley equipara a víctimas y verdugos, borrando la distinción crucial entre aquellos que sufrieron bajo el régimen franquista y quienes perpetraron la violencia y la represión.
Desmantelando la Memoria Histórica
Con la aprobación de esta ley, el Parlamento valenciano ha enterrado la ley de Memoria Histórica, reemplazándola con una norma que reduce la complejidad de nuestra historia a una mera ecuación simplista. La ley de concordia ignora las diferencias fundamentales entre las víctimas de la República, la dictadura y la democracia, y presenta un relato que minimiza y justifica las atrocidades cometidas por el régimen franquista.
Esta maniobra no es solo una grave ofensa a la memoria de aquellos que sufrieron y murieron bajo el franquismo, sino también un intento deliberado de reescribir la historia en términos que son favorables a una agenda política reaccionaria. La nueva norma representa un retroceso significativo en el reconocimiento y reparación de las víctimas, desmontando años de progreso hacia una comprensión más justa y completa de nuestro pasado.
La política de blanqueo: una vergüenza nacional
La ley de concordia es una vergonzosa estratagema de PP y Vox para blanquear el franquismo y promover una narrativa revisionista que desestima el sufrimiento de las víctimas de la dictadura. Al equiparar a víctimas y verdugos, estos partidos no solo desfiguran la verdad histórica, sino que también insultan la memoria de aquellos que lucharon y murieron por la libertad y la justicia en España.
Este acto de blanqueo no es un hecho aislado, sino parte de una tendencia más amplia en la política de PP y Vox. Al promover esta ley, estos partidos están enviando un mensaje claro: están dispuestos a sacrificar la verdad y la justicia en aras de sus propios intereses políticos. La ley de memoria histórica, que esta nueva norma reemplaza, representaba un esfuerzo crucial para exhumar fosas comunes, identificar a las víctimas y honrar su memoria. La ley de concordia, en cambio, busca borrar estos avances y reinstaurar una narrativa que exculpa a los opresores y deshonra a los oprimidos.
Una lucha por la verdad y la justicia
La aprobación de la ley de concordia por parte de PP y Vox en Les Corts Valencianes es un acto de insulto a la memoria histórica y una grave injusticia hacia las víctimas del franquismo. Esta ley no solo blanquea el franquismo, sino que también perpetúa una narrativa peligrosa y falsa que amenaza con deshacer años de progreso en la lucha por la verdad y la justicia. Es necesario que la sociedad española se mantenga alerta y continúe defendiendo la memoria de aquellos que sufrieron bajo el franquismo, rechazando cualquier intento de reescribir la historia en términos favorables a los opresores.