A solo 15 días que acabe el ejercicio fiscal, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ofrece una serie de recomendaciones para reducir la factura fiscal del año próximo, cuando presenten la Declaración del Impuesto de la Renta de las Personas Físicas (IRPF).
En un contexto de espiral inflacionaria en toda la Unión Europea, de la que España no queda exenta, del aumento de las tasas de interés que encarece el coste de las hipotecas y del desmedido incremento de la cesta de la compra de productos básicos, los consejos para abaratar la factura fiscal de este 2022, permiten dar un respiro a los bolsillos de los ciudadanos que han visto, en el último año, cómo se ha recortado notablemente su poder adquisitivo.
Entre las recomendaciones de la OCU para ayudar a la economía familiar, tocada por una inflación disparada nunca vista, se encuentra la desgravación de las aportaciones a los planes de pensiones, las aportaciones a asociaciones sin fines de lucro o los gastos por reacondicionamiento de viviendas.
Aportación a los planes de pensiones
Desde la organización de consumidores insisten en que este tipo de aportación puede ser interesante para quien obtiene rentas que provienen del trabajo, pero también de actividades profesionales o empresariales y de alquileres de inmuebles (siempre que además tengan rentas de los dos tipos anteriores) por las que tributan en el IRPF.
No obstante, OCU advierte que la cantidad máxima que se podrá descontar de la base imponible en la próxima declaración de la renta es la menor de las siguientes:
– 1500 euros, aunque los planes de empresa pueden recibir hasta 8500 euros de aportaciones empresariales (entre ambas fuentes, las aportaciones no pueden sumar más de 10.000 euros). Si se supera el límite, no sólo no se podrá deducir por el exceso, sino que el contribuyente se arriesga a ser sancionado si no solicita la recuperación del exceso antes del 30/06/2023.
– El 30% de la suma de los rendimientos netos del trabajo y de actividades económicas
Planificación de las ganancias y pérdidas patrimoniales
Si durante 2022 se han obtenido ganancias y a su vez, se acumulan pérdidas en otras inversiones, podría materializar dichas pérdidas para compensarlas con las ganancias. Eso sí, se ha de tener en cuenta que:
• Hacienda no permite la compensación de pérdidas generadas por donaciones. Por ello, para poder compensar esas pérdidas, OCU aconseja vender el bien y donar el dinero obtenido.
• Si el contribuyente quiere mantener una inversión, pero desea sacar a la luz fiscal sus pérdidas, OCU advierte que no se debe cometer el error de vender y recomprar (como norma general, antes de dos meses), ya que la normativa impide aprovechar las pérdidas de recompras de “valores homogéneos”.
• Atención, la próxima declaración será la última en la que podrá compensar el saldo de pérdidas pendientes de 2018. Antes de fin de año puede vender inversiones con una ganancia equivalente para aprovecharlo.
• Si se tiene intención de realizar una venta o donación con ganancias que superen los 200.000 euros, ante la posible subida del impuesto el año que viene, es conviene estudiar si merece la pena realizar la transmisión antes de que acabe el año.
Otras sugerencias
Las ganancias por la transmisión de la vivienda habitual, en la que se reside durante tres años continuados, cuando se tienen 65 años o más, están exentas de tributación del IRPF. Por ello, desde la organización de consumidores recomiendan esperar a cumplir esa edad para aprovechar la exención.
Para los propietarios de inmuebles alquilados, se aconseja repasar los gastos deducibles, y si al final del año se observa que el rendimiento es positivo, adelantar a diciembre los gastos deducibles para rebajarlo.
Por otro lado, es importante recordar que las nuevas deducciones del IRPF por obras de mejora de eficiencia energética de la vivienda permiten deducir un 20%, 40% o 60% sobre una base máxima de 5.000 o 7.500 euros dependiendo del tipo de obra.
La amortización de la hipoteca es otra forma recurrente de rebajar la factura fiscal. Quienes compraron su vivienda habitual de forma financiada antes del 01/01/2013 podrán aplicar una deducción del 15% sobre lo que hayan pagado en 2022 por el préstamo, hasta un máximo de 9040 euros anuales por declaración. Por lo tanto, si la suma de las cuotas anuales no llega a la cantidad de 9040 euros, y el contribuyente dispone de ahorros suficientes, es recomendable hacer amortizaciones anticipadas hasta alcanzar la citada cifra.
Dependiendo de la ciudad, el IBI tiene alguna bonificación que se ha de solicitar en el ayuntamiento antes de que finalice el año: en Madrid existen bonificaciones para familias numerosas que pueden llegar hasta el 90%.
Otro aspecto a tener en cuenta y que es conveniente consultar son las deducciones que aplica cada comunidad autónoma, dentro de sus facultades tributarias, existiendo diferencias notables entre unas y otras: la contratación de una persona empleada del hogar para cuidar de niños o ancianos cuando los progenitores trabajan o la compra de abonos de transporte público puede dar lugar a deducciones fiscales dependiendo de la comunidad donde el contribuyente tenga su residencia habitual.
Desde OCU insisten también que los donativos a Ongs, fundaciones y entidades sin ánimo de lucro deducen un 80% sobre los primeros 150 euros, y un 35% sobre lo que exceda de esa cantidad (ese porcentaje sube al 40% si es el tercer año que se dona a la misma entidad y cada donación ha sido igual o superior a la del anterior). Las cuotas a partidos políticos, sindicatos, asociaciones como Médicos sin Fronteras, UNICEF, Save The Children y hasta las propias organizaciones de consumidores entran dentro de este apartado.
Para los contribuyentes que tengan problemas de salud graves o crónicos o los tienen descendientes o ascendientes a cargo, OCU recuerda que conviene pedir el certificado de discapacidad antes de fin de año porque si se concede un grado de discapacidad del 33 % o más, se podrán aplicar los mínimos, reducciones y deducciones estatales y regionales por discapacidad.
En cualquier caso, hay que conservar todos los justificantes de los gastos deducibles (los recibos de pago de cursos, las pruebas de las donaciones, el certificado de ingresos emitido por los pagadores, los comprobantes de pago de cuotas sindicales, etc.) para prevenir posibles problemas con la agencia tributaria.
