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Denuncian el abandono de niños y jóvenes ante la violencia machista ejercida por su progenitor

Agustín Millán
Agustín Millánhttp://pompona22.wixsite.com/agustinmillan
Foto periodista especializado en manifestaciones y actos sindicales. Desde 2011 fotografiando la crisis más dura de la historia moderna. Responsable de redes sociales de la Cumbre Social España. Fotógrafo con 5 campañas electorales entre ellas la de Manuela Carmena y la de Enrique Santiago en IU Madrid.
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análisis

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La Federación Mujeres Jóvenes (FMJ) han denunciado este jueves que los hijos de las víctimas de violencia de género son excluidos de las políticas de protección por esta lacra al cumplir la mayoría de edad.

Casi dos décadas después de la aprobación de la Ley Orgánica 1/2004, de 28 de diciembre, de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género, es el momento de dar respuesta a las distintas situaciones que han ido desarrollándose a lo largo de todos estos años.

Hijas e hijos de víctimas de violencia de género

La situación de las hijas e hijos de víctimas de violencia de género es posiblemente uno de los temas más debatidos durante la última década. Ha supuesto un replanteamiento del propio concepto de víctima de violencia de género.

Y es que no es hasta el año 2015 cuando se considera a las hijas e hijos como víctimas directas de la violencia de género. Hasta ese momento, simplemente eran considerados como meros testigos.

Violencia machista paterna

Esta es una de las conclusiones del ‘Análisis jurídico, normativo y estudio comparado de casos: jóvenes vulnerables ante la violencia machista y vicaria que ejercen sus progenitores’. A juicio de la FMJ, esto evidencia «la falta de mecanismos adecuados que amparen a la infancia y a la juventud» ante esta realidad.

Pero, a pesar de introducirse ese cambio conceptual sobre la condición de las hijas e hijos de las mujeres víctimas de violencia de género, la realidad es que su desarrollo legislativo es bastante insuficiente y limitado.

En primer lugar, ya no solo por la falta de recursos específicos para estos menores. También ha que acabar con las enormes dificultades que supone la acreditación de las hijas e hijos como víctimas de violencia de género, especialmente de aquellos que han quedado huérfanos. Esto es debido a que el marco de reconocimiento de ellos y ellas como víctimas de violencia de género se ha construido en torno a una ampliación de las medidas de protección de la propia madre. Lo que deja a sus hijas e hijos en un estado de servidumbre de ellas.

Escasez de ayudas

En segundo lugar, resulta incomprensible que todavía no se haya determinado la situación de las hijas e hijos víctimas de violencia de género mayores de edad, pues la legislación reconoce únicamente a los menores de dieciocho años.

De esta manera, se genera una desprotección hacia un colectivo . Con independencia de su consideración o status quo, siguen encontrándose en una situación de especial vulnerabilidad. Siguen en un escenario de desprotección que se proyecta en la falta de atención y garantías de apoyo institucional.

Las ayudas de protección no quedan amparadas por su mayoría de edad, así como una falta de recuperación y reparación del daño infligido. Quedan muchas veces incluso hasta en una situación de desamparo al ser expulsados de los recursos habitacionales reservados para las víctimas de violencia de género.

Falta de reconocimiento de las víctimas

Para mayor estupor, aún resulta más complicado para aquellos jóvenes mayores de dieciocho años que no lograron obtener el reconocimiento de víctimas de violencia de género durante su infancia. Según lo establecido en el Art. 1 de la Ley Orgánica 1/2004, de 28 de diciembre, de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género nunca podrán obtener tal reconocimiento si sus madres no denunciaron la situación de violencia cuando eran menores de edad.

Sin duda, este escenario los hace mucho más vulnerables. En muchas ocasiones los jóvenes desean abandonar la unidad familiar para salir del ciclo de la violencia de género. Cuando lo hacen se ven absolutamente desamparados y desprotegidos.

Desde la Federación de Mujeres jóvenes han señalado que la situación de estos niños “es posiblemente uno de los temas más debatidos durante la última década”. Sobre todo, por “la falta de recursos específicos para ellos y por las enormes dificultades que supone su acreditación como víctimas de violencia de género. Especialmente de aquellos que han quedado huérfanos”.

“Resulta incomprensible que todavía no se haya determinado la situación de las hijas e hijos víctimas mayores de edad. La legislación reconoce únicamente como tal a los menores de dieciocho años”, han advertido desde la Federación.

Desprotección

Como ejemplo de esta desprotección que se produce al dejar de ser amparados por la ley tras la mayoría de edad es su expulsión de los recursos habitacionales. Que son reservados para las víctimas de violencia de género.

Es por ello que la Federación Mujeres Jóvenes exige a las instituciones el desarrollo de políticas emancipatorias para estos jóvenes. La armonización de los recursos existentes en las diferentes regiones. También el acompañamiento en su transición a la vida adulta y la mejora en la aplicación de la exención de tasas universitarias y concesión de becas.

Las conclusiones del estudio deben servir para encaminar las nuevas políticas de protección y reparación del daño. También hacia el reconocimiento de las hijas e hijos mayores de edad como víctimas de violencia de género. Y por último, para desarrollar una adecuada puesta en marcha de recursos asistenciales y de alojamiento para ellos.

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