Pedro Sánchez ha aprovechado el escenario del 44º Congreso Confederal de UGT en Barcelona para lanzar un mensaje contundente contra la derecha política y su forma de hacer oposición. En medio de una compleja coyuntura política y judicial, el presidente del Gobierno ha señalado que los “ataques personales y las mentiras” son el único programa de sus adversarios y ha prometido que, como en 2023, “la izquierda volverá a derrotarles en 2027”.
El evento, celebrado en un ambiente claramente favorable para el líder socialista, ha servido como plataforma para reforzar su imagen de resistencia frente a las críticas y reafirmar su compromiso con las políticas progresistas. Sánchez, arropado por delegados sindicales y acompañado por figuras como Pepe Álvarez, secretario general de UGT, no ha escatimado palabras para describir el clima político actual: “Los ataques personales que sufrimos tienen como objetivo hacernos desistir y resignarnos, pero no lo conseguirán”.
Una oposición de bulos y ruido
El presidente no se ha limitado a defenderse de las críticas, sino que ha pasado al contraataque al acusar a la derecha de haber hecho de los bulos y las mentiras su bandera política. Según Sánchez, esta estrategia quedó ya derrotada en las urnas en las elecciones generales de 2023, y se mostró confiado en que volverá a ser rechazada por la ciudadanía dentro de tres años. “Pese al ruido, las infamias y las difamaciones, vamos a seguir adelante con nuestro proyecto. La derecha no nos perdona haber ganado”, ha asegurado.
La alusión a los bulos también ha incluido una crítica indirecta al caso judicial que afecta a su Gobierno y al PSOE por las presuntas filtraciones de correos electrónicos entre la Fiscalía y la pareja de Isabel Díaz Ayuso. Aunque no ha mencionado el caso de forma explícita, Sánchez ha señalado que este tipo de ataques forman parte de una estrategia para deslegitimar a su Ejecutivo.
Contraste de modelos: izquierda frente a derecha
En su intervención, Sánchez ha subrayado las diferencias entre las políticas de su Gobierno y las aplicadas por administraciones conservadoras en situaciones de crisis. Haciendo referencia a la gestión de la crisis financiera de 2008, ha destacado que la respuesta “neoliberal” de la derecha llevó a una década de sufrimiento económico para la clase trabajadora, mientras que su Gobierno logró recuperar el nivel de empleo y PIB en solo dos años tras la pandemia.
“Hay muchas crisis, pero solo dos formas de afrontarlas: por la izquierda, con justicia social, o por la derecha, con recortes y sufrimiento”, ha sentenciado. Además, ha puesto en valor el aumento del salario mínimo, la revalorización de las pensiones y la apuesta por el empleo de calidad como pilares de su acción de Gobierno. “Estos avances no son casualidad, son el resultado de políticas progresistas”, ha reivindicado.
Los negacionistas, un peligro mayor que la crisis climática
El presidente también ha aprovechado su discurso para cargar contra el negacionismo climático, al que ha calificado como “un peligro más grave que la propia emergencia climática”. Sánchez ha señalado que los gobiernos que niegan la evidencia científica, ya sea por acción o por omisión, representan una amenaza directa para el planeta y las futuras generaciones.
En este sentido, ha reivindicado las medidas de su Gobierno para combatir el cambio climático, como el impulso a las energías renovables y la apuesta por la transición ecológica justa, en contraposición a lo que ha denominado como “la pasividad de la derecha”. “La gran lección que debemos extraer es que la inacción no es una opción”, ha remarcado.
La derecha, incómoda en el Congreso de UGT
El contraste entre la intervención de Sánchez y la de Alberto Núñez Feijóo, líder del Partido Popular, no ha pasado desapercibido. Mientras el presidente del Gobierno recibió un caluroso apoyo por parte de los delegados sindicales, Feijóo enfrentó una recepción más fría el día anterior. El secretario general de UGT, Pepe Álvarez, no dudó en alabar al líder socialista, calificándolo como “un presidente de palabra, que cumple con los trabajadores de este país”.
“Eres de fiar y cumples, por eso te atacan como lo hacen”, afirmó Álvarez, en una clara muestra de respaldo a Sánchez. El tono favorable del congreso hacia el Ejecutivo contrasta con las crecientes tensiones políticas y judiciales que sacuden al panorama nacional.
Mirada al futuro
Lejos de mostrarse abatido por las polémicas que rodean a su Gobierno, Sánchez ha aprovechado la ocasión para proyectar una imagen de optimismo y determinación. “Tenemos tres años por delante y los que vendrán después”, ha asegurado, dejando claro que no contempla otra opción que continuar con su agenda política.
El discurso del presidente ha buscado movilizar a las bases progresistas en un momento de incertidumbre, reafirmando su compromiso con una España más justa e igualitaria. Frente a los ataques y las críticas, Sánchez ha dejado claro que seguirá adelante: “Agradezco a quienes me dicen ‘aguanta, Pedro’, porque tienen razón. Esta batalla no es solo nuestra, es de toda la sociedad que quiere avanzar”.
Un mensaje para la derecha
El evento ha concluido con una advertencia para sus adversarios políticos: “La derecha no puede soportar que los datos desmientan su relato. No soportan que este Gobierno, con sus políticas sociales y económicas, haya demostrado que otra forma de gobernar es posible”.
Con un tono combativo, Sánchez ha insistido en que los avances sociales de los últimos años son irreversibles y que su Ejecutivo continuará apostando por el bienestar de la ciudadanía. “Nos atacan porque no pueden ganar en el terreno de las ideas. Y lo saben”, ha afirmado.
Así, en un clima político enrarecido y con la oposición centrada en el ruido mediático, el presidente ha dejado clara su intención de no ceder ni un milímetro: “Seguiremos defendiendo lo que hemos logrado y lo que queda por hacer, porque no hay otra opción que avanzar”.