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El Consejo de Seguridad de la ONU cumple con las reivindicaciones de Luis Abinader

El Consejo aprobó el despliegue en Haití de una misión multinacional de seguridad, tal y como lleva reclamando el presidente de República Dominicana desde agosto de 2020

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análisis

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Final feliz para las constantes reivindicaciones de Luis Abinader sobre la situación de Haití. Desde que fue investido presidente de la República Dominicana en agosto de 2020, no ha habido foro, encuentro, cumbre o evento internacional en el que Abinader no haya clamado y reclamado a la comunidad internacional para que intervinieran en Haití. En esos llamamientos advirtió que si no se intervenía, se podría producir una grave crisis humanitaria. Esos vaticinios se cumplieron y, cuando el remedio del absentismo ha sido peor que la enfermedad, entonces se han decidido a hacer caso al presidente dominicano.

Anoche el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas aprobó, con 13 votos a favor y las abstenciones de Rusia y China, el despliegue de una misión multinacional de apoyo a la seguridad para Haití. Se trata de una misión ajena a las Naciones Unidas aprobada a través de la disposición Capítulo VIIde la Carta de la Organización, mediante la cual el Consejo puede autorizar el uso de la fuerza después de que se hayan agotado todas las demás medidas para mantener la paz y la seguridad internacionales. 

Las razones por las que se ha adoptado esta decisión coinciden exactamente con los argumentos presentados por Luis Abinader ante la comunidad internacional. La situación de los derechos humanos en Haití está marcada por ataques brutales, incluidos asesinatos indiscriminados y secuestros dirigidos contra la población civil. La violencia armada y los ataques de bandas de crimen organizado y de pandillas contra la población van en aumento. Esas organizaciones criminales han llegado, incluso, a utilizar francotiradores en los tejados para disparar indiscriminadamente contra la población. Además, han provocado constantes saqueos y la quema de casas que han derivado en el desplazamiento de miles de personas.

Por otro lado, tal y como se lleva advirtiendo desde hace años, las bandas haitianas están utilizando la violencia sexual, incluidas las violaciones colectivas, para aterrorizar especialmente a mujeres y niñas.

Esta situación de violencia constante ha generado la aparición de movimientos ciudadanos de vigilancia parapolicial que supone una complejidad añadida a una situación de seguridad ya de por sí muy complicada por las graves carencias humanas y materiales de las fuerzas que controla el gobierno de Haití y, en consecuencia, impiden la restauración del Estado de derecho.

El desgobierno en Haití y la corrupción sistémica, de la que se benefician a intereses económicos internacionales (que en muchos casos han estado avalados por los movimientos de los presidentes dominicanos del PLD), han derivado en la actual crisis fronteriza con República Dominicana, en la que el gobierno de Luis Abinader ha tenido que tomar decisiones que, como afectaban a esos intereses, ha sufrido una campaña de desprestigio y difamación, tanto desde dentro del país, principalmente por las duras críticas del líder de la oposición, Leonel Fernández, y desde el exterior, sobre todo desde Estados Unidos.

La realidad es que la decisión del Consejo de Seguridad y las razones que han llevado a adoptarla dan la razón absoluta a Luis Abinader respecto a Haití y dejan nuevamente en ridículo a Leonel Fernández y su crítica obsesiva a todo lo que hace el actual gobierno dominicano.

El líder de Fuerza del Pueblo no ha entendido que ser el principal dirigente de la oposición no conlleva hacer una censura constante de todo ni, mucho menos, cuando se trata de una crisis en la que está en juego la soberanía nacional. Es la lealtad mínima que hay que exigir a quienes han jurado la Constitución dominicana, un texto que está al margen absoluto de los intereses personales, políticos o las ansias de poder individuales.  

La misión

La misión deberá proveer apoyo operacional a la Policía Nacional con el objetivo de mejorar las condiciones de seguridad, “caracterizadas por los secuestros, la violencia sexual y de género, la trata de personas y el tráfico ilícito de migrantes y armas, los homicidios, las ejecuciones extrajudiciales y el reclutamiento de niños por parte de grupos armados y redes delictivas”, según se lee en la resolución.

Asimismo, la misión facilitará la entrega de ayuda humanitaria, la cual se dificulta en muchas zonas por el control de las pandillas. 

El documento establece que este mecanismo será financiado por contribuciones de las organizaciones regionales y Estados miembros, a quienes se insta también a contribuir con personal, equipos y otros recursos logísticos y financieros, así como prevenir contrabando de armas al país para evitar que llegue a las bandas. 

Debe cumplir su mandato adhiriéndose estrictamente al derecho internacional y humanitario y tienen el deber de proteger a los más vulnerables, especialmente a las niñas y niños. 

Abinader lo advirtió

En los tres años que lleva presidiendo República Dominicana, Luis Abinader advirtió en decenas de ocasiones a comunidad internacional que, si no se intervenía o se hacían eco de sus llamamientos, la situación de Haití derivaría en una crisis humanitaria sin precedentes. Por desgracia para el pueblo haitiano, las advertencias se cumplieron.

En Haití, sólo en 2023, ya se han reportado más de 3.000 asesinatos y 1.500 secuestros en los que las bandas criminales reclamaban cuantiosos rescates. La violencia ha provocado el desplazamiento de más de 200.000 personas, más de la mitad menores de edad, según datos de Naciones Unidas.

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