La constante fluctuación económica sigue su curso, y el Euríbor a un año, el indicador fundamental para calcular los intereses en las hipotecas variables en España, finaliza el mes de agosto con un valor cercano al 4,072%, marcando un ligero descenso respecto al mes anterior, cuando se situó en 4,149%. Esta tendencia pone fin a un ciclo de incrementos que ha perdurado durante 19 meses, llevando este indicador, que había estado cotizando en terreno negativo, por encima del 4% por primera vez desde 2008.
La pregunta en la mente de muchos hipotecados es si esta disminución señala el comienzo de un período más amigable para los titulares de hipotecas variables. Aunque se aprecia un respiro, las opiniones divergen. Expertos del sector financiero sugieren que este podría ser el inicio del declive en los incrementos del Euríbor. No obstante, subsiste la posibilidad de que se observen nuevas alzas en los meses venideros, potencialmente en septiembre u octubre. Además, a corto plazo, es probable que las cuotas de las hipotecas variables que están pendientes de revisión experimenten un aumento, ya que el Euríbor sigue siendo superior a los valores registrados hace un año o seis meses.
El camino hacia una estabilización
Un analista especializado en hipotecas, Miquel Riera, sugiere que el cierre de agosto para el Euríbor a un año está por debajo del interés principal establecido por el Banco Central Europeo (BCE), que actualmente se encuentra en un 4,5% tras la última alza en julio. Sin embargo, según Riera, esta situación no es la norma habitual. El Euríbor refleja el promedio de intereses al que los principales bancos europeos prestan dinero entre sí a un plazo de 12 meses. Cuando estos bancos enfrentan mayores costos de financiamiento a través del BCE, suelen aplicar tasas de interés más elevadas en sus préstamos interbancarios, lo que contribuye al aumento del Euríbor.
La ligera disminución actual del indicador podría estar indicando que «las entidades financieras están aplicando tasas de interés más reducidas en sus préstamos interbancarios debido a la anticipación de una pausa en los aumentos de tasas por parte del Banco Central Europeo a mediano plazo», señala Riera. En esencia, los precios se están adaptando a la previsión de una tregua en los próximos 12 meses. Es relevante destacar que el Euríbor tiende a adelantarse a los cambios en las tasas del BCE.
No obstante, esta pausa puede no ser inmediata. La presidenta del BCE, Christine Lagarde, recientemente expresó que «la lucha contra la inflación en la eurozona aún no está ganada», dado que el objetivo es reducirla al 2% y la cifra actual supera el 5%. Por lo tanto, los expertos sostienen que es plausible esperar otro aumento en las tasas en septiembre u octubre para controlar la inflación. Es probable que el Euríbor cotice ligeramente al alza en los próximos meses y se estabilice en un rango del 4% al 4,5% antes de que finalice el año, aún por debajo de la tasa de interés del BCE.
La incertidumbre persiste
Sin embargo, existe la posibilidad de que el BCE decida pausar los aumentos de tasas, una opción que varios actores del mercado financiero están considerando. Para que esto ocurra, dos factores deben cumplirse: la inflación en la eurozona debe disminuir a un ritmo más rápido de lo anticipado en agosto o septiembre, y la economía europea debe estar al borde de una recesión en el tercer trimestre.
El impacto en las hipotecas variables
Aunque la baja del Euríbor en agosto no resultará en un abaratamiento inmediato de las cuotas de las hipotecas variables pendientes de revisión, los analistas señalan que el interés en estos productos se actualiza cada seis o doce meses con el nuevo valor del Euríbor. Debido a que la cotización actual del indicador es considerablemente mayor que hace seis meses (3,534%) o un año (1,249%), aquellos con préstamos de este tipo verán un aumento en sus pagos mensuales.
A las personas con una hipoteca variable promedio de 150,000 euros a un plazo de 25 años y un interés de Euríbor más 1%, si la revisión anual se hace con el valor del indicador de agosto, las cuotas aumentarán de 654 euros a 883 euros, un incremento mensual de 229 euros (casi 2,750 euros más al año). Con revisiones semestrales, las cuotas aumentarían de aproximadamente 837 euros a 883 euros, un incremento de unos 46 euros al mes (casi 280 euros más cada seis meses).
Es esencial comprender que el aumento en las cuotas puede variar según el monto pendiente, el plazo, el interés de la hipoteca variable y el tiempo transcurrido desde la contratación. Para tener una estimación más precisa de cómo estos cambios afectarían sus finanzas, el simulador de revisión de hipoteca proporcionado por diversas fuentes puede ser de gran ayuda.
Opciones para afrontar el aumento
A pesar de esta situación, existen estrategias para mitigar el incremento en las cuotas. Riera sugiere que aquellos hipotecados con un monto significativo de ahorros podrían optar por realizar pagos adelantados para reducir la deuda, lo que a su vez disminuirá el monto de las cuotas mensuales o acortará el plazo del préstamo, además de ahorrar en intereses.
Además, existe la posibilidad de renegociar los términos de la hipoteca con el banco, lo que podría resultar en una reducción de la cuota mediante la disminución del diferencial (la cantidad que se suma al Euríbor) o el cambio de una tasa variable a una fija o mixta más baja. No obstante, este tipo de modificaciones requieren llegar a un acuerdo con la entidad, la cual podría rechazarlo si no es favorable para sus intereses.
Otra alternativa, para aquellos con un historial crediticio sólido, es transferir la hipoteca a otra entidad que esté dispuesta a reducir el diferencial o cambiar la tasa variable por una fija o mixta, en una operación conocida como subrogación. Simuladores específicos pueden calcular los ahorros que se obtendrían con este cambio y ayudar a los interesados a conectarse con bancos que ofrezcan esta opción.
