Ahora que soplan vientos de guerra, y sin ninguna razón que lo justifique, salvo la codicia y la torpeza del Blob, me siento atraído por hacer algo original, harto ya de reportar errores y desgracias. El año 1942, en plena II Guerra Mundial, un relativamente joven escritor Konstantin Simonov, escribió un poema a la que luego sería su mujer hasta la muerte, la conocida actriz ruso/soviética Valentina Sirova.
El poema, «Espérame» se convirtió en uno de los mas citados y usados durante toda la época soviética. No solo se lo escribieron todos los soldados a madres, hermanas, hijos y demás familiares y amigos, sino que usaron esas palabras como detente bala. Muchos cadáveres de chicos rusos llevaban cosido el papel en las costuras del uniforme a pesar de que tales originalidades no eran permitidas en el Ejército de la Estrella Roja.
Entre nosotros no disfrutó de tanta popularidad, entre otras cosas porque algunos de esos chavales fueron víctimas de la División Azul, cuerpo expedicionario español que Franco mandó a Rusia a no se sabe qué, salvo a matar inocentes. Como dijo un gerifalte del Régimen «Rusia es culpable».
Les contaré una anécdota personal sobre la rusofobia. En mis años juveniles yo escribí para TVE varios guiones de un programa que se llamaba hora 11. Se basaban en relatos que ya no estuviesen protegidos por derechos de autor. Así que a todo el canon de Occidente lo íbamos pasando mejor o peor a lenguaje televisivo. Llegó entonces un «ukase» y nunca mejor dicho, de un alto personaje del Régimen, el Almirante Carrero Blanco. Nada de Rusia. Así que Dostoyevsky, Chejov, Tolstoy etc quedaron cancelados.
Vuelve hoy Rusia por sus fueros. No nos engañemos. Sus fueros son ser atacada por Occidente sin razón ni sentido. Tomen nota. Crimea, Napoleon, Hitler. Y ahora, como en una pesadilla recurrente, vuelven a tener en sus fronteras lo que ellos más temen yodian. Los nazis. A gente que ha tenido el descaro de poner el nombre de RomanShukevich al estadio de fútbol de Ternopil, ciudad con casi la mitad de su población judía a la que ese sujeto arrasó en plena complicidad con las Einsatztruppen, SS o no. Ese tipo participó también en los crímenes de Babi Yar, Lodz y los propios pueblos cercanos donde asesinó no solo a judíos sino también a polacos, todos ellos civiles desarmados sin Estado que les defendiese. Es normal que a los rusos se les altere la sangre. Hablamos de mas de veinte millones de muertos que al presidente Truman le parecían pocos.
En fin, no voy a insistir en lo sabido. Les dejo con el poema de Simonov. Lo he traducido de la manera mas literal posible pero no he querido llegar a lo interlinear porque este es un medio generalista y no un paper de la Facultad de lenguas eslavas.
ESPÉRAME Original ruso de Konstantin Simonov (1942) Trad. José A. Zorrilla Espérame y volveré. Pero espérame con todo. Espérame en las tristes noches que traen lluvia amarilla. Espérame cuando la nieve arrebate el cielo. Espérame en el calor del verano. Espérame cuando otros no esperen Y digan que ayer es olvido. Espérame cuando de ningún lugar lejano Lleguen ya mis cartas. Espérame cuando estén hartos de esperar Todos los que juntos esperan mi regreso. Espérame y volveré. Apártate de quienes repitan de memoria Que lo pasado, pasado es. Que hasta cuando mi madre y mi hijo Crean que ya no estoy Y mis amigos, junto al fuego, Cansados de esperar, Beban el vino amargo del adiós No bebas con ellos y espera. Espérame y volveré, vencedor de todas las muertes. Digan otros que fue fortuna y destino. Los que no supieron esperar Ignoran que tu sabiduría Me salvó del remolino de fuego. Solo tú y yo sabremos Que supiste esperar como nadie lo hizo.