Investigadores de la Universidad Johns Hopkins (Estados Unidos) han identificado más de 200 tipos de proteínas mal plegadas en ratas que podrían estar asociadas con el deterioro cognitivo relacionado con la edad. Los hallazgos, publicados en 'Science Advances', podrían abrir el camino para encontrar nuevos objetivos terapéuticos y tratamientos en humanos y brindar alivio a los millones de personas mayores de 65 años que sufren Alzheimer, demencia u otras enfermedades que les roban la memoria y la independencia a medida que envejecen.
Durante décadas, la investigación del Alzheimer ha estado dominada por la batalla entre los amiloides A-beta y tau, los cuales pueden destruir neuronas y afectar la capacidad funcional del cerebro. Sin embargo, un nuevo estudio sugiere que estas placas cerebrales pegajosas podrían no estar actuando solas. "Los amiloides son la acumulación de proteínas deformes. Son grandes, feos y fáciles de ver al microscopio, por lo que es lógico que nos llamen la atención. Pero estamos observando cientos de proteínas que se plegan de forma incorrecta, sin agruparse en un amiloide, y aun así parecen afectar el funcionamiento cerebral", relata Stephen Fried, profesor adjunto de química y científico de proteínas que estudia cómo cambian las moléculas cerebrales durante el envejecimiento.
"Nuestra investigación demuestra que los amiloides son sólo la punta del iceberg".
Para comprender las diferencias moleculares entre los cerebros de personas mayores con agudeza mental y aquellos en declive, Fried y su equipo estudiaron a 17 ratas de 2 años criadas en la misma colonia. Siete ratas obtuvieron malos resultados en pruebas de memoria y resolución de problemas y se consideraron con deterioro cognitivo, mientras que 10 tuvieron un rendimiento tan bueno como el de ratas de 6 meses. Los investigadores midieron más de 2.500 tipos de proteínas en el hipocampo, la parte del cerebro asociada con el aprendizaje espacial y la memoria.
Por primera vez, los científicos pudieron determinar si las proteínas individuales presentaban deformidad o plegamiento incorrecto, lo que les permitió detectar qué proteínas se plegan incorrectamente en todas las ratas y están asociadas con el envejecimiento en general, frente a cuáles se plegan incorrectamente específicamente en ratas con deterioro cognitivo. Más de 200 proteínas se plegaron incorrectamente en las ratas con deterioro cognitivo, pero mantuvieron su forma en las ratas cognitivamente sanas. Los hallazgos sugieren que algunas de estas proteínas contribuyen al deterioro cognitivo, según los investigadores.
Las proteínas mal plegadas no pueden realizar las tareas necesarias para el correcto funcionamiento celular, por lo que las células cuentan con un sistema de vigilancia natural que identifica y destruye estas proteínas con mal comportamiento. Anteriormente, los investigadores creían que las proteínas mal plegadas, en concreto las proteínas Abeta y tau, sólo eran disruptivas cuando se agrupaban en amiloides.
"Creemos que muchas proteínas pueden estar mal plegadas, no formar amiloides y aun así ser problemáticas" , augura Fried. "Y esto sugiere que estas proteínas mal plegadas tienen formas de evadir este sistema de vigilancia celular".
Pero exactamente cómo esas proteínas mal plegadas logran evadir el sistema de seguridad de la célula sigue siendo un misterio. A continuación, el equipo planea observar proteínas mal plegadas bajo microscopios de alta resolución para obtener una imagen más detallada de cómo lucen sus deformidades a nivel molecular.