En el marco de las elecciones generales del 23J, los debates electorales desempeñan relevante en el proceso democrático, ya que permiten a los candidatos presentar sus propuestas y, a los votantes evaluar sus capacidades y liderazgo. Feijóo elude el debate electoral de TVE por temor a «bajar nota».
Sin embargo, el candidato del Partido Popular (PP), Alberto Núñez Feijóo, ha declinado la invitación para participar en el debate electoral de la televisión pública. Además del temor a «bajar nota», Feijóo también teme que sean demasiado evidentes las coincidencias con su socio Santiago Abascal de Vox, lo que podría poner de manifiesto su cercanía ideológica y dar más publicidad a los pactos de gobierno en las comunidades autónomas y ayuntamientos donde fue posible.
La decisión de Feijóo de no acudir al debate electoral de TVE de la próxima semana no solo nos hace dudar sobre su compromiso democrático y la confianza en sus propias habilidades, sino que también suscita especulaciones sobre su intención de evitar confrontaciones con Santiago Abascal.
Santiago Abascal
La presencia de Abascal debatiendo con Feijóo podría exponer públicamente las similitudes y alineaciones ideológicas entre ambos líderes, que posiblemente provocaría reacciones negativas, sobre todo entre los votantes más moderados que todavía se mantienen en la indecisión. Es probable que temiendo este escenario, Feijóo haya decidido evitar la confrontación directa y las posibles críticas por sus alianzas políticas.
Estas alianzas con Vox no están ausentes de polémica y Feijóo lo sabe, ya que muchas personas consideran que el Partido Popular ha cedido a las demandas más retrógradas de la extrema derecha en aras de mantener o alcanzar el poder en diferentes instancias gubernamentales. La decisión de Feijóo de declinar la invitación al debate es un burdo intento de mantener a raya la visibilidad de estos acuerdos y evitar más escarnio público sobre su cercanía ideológica con Vox.
La ausencia de Feijóo en el debate tiene como finalidad evitar confrontaciones y mantener a raya la visibilidad de sus pactos con Vox. Sin embargo, lo que es posible que ni se plantee es que esta negativa también cuestiona su disposición para enfrentar el escrutinio de los votates y debatir abiertamente con sus oponentes.
Será el electorado quien evalúe las consecuencias de esta decisión y determine si la ausencia de Feijóo en el debate afecta su percepción y su voto el 23 de julio.
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