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Gloria y Honor a quienes resisten en el Ateneo de Madrid por la Cultura independiente

Miguel Pastrana
Miguel Pastrana
Secretario de la Junta de Gobierno del Ateneo (2008-2017) Candidato a Presidente en 2021
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análisis

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El grupo que en el Ateneo de Madrid quiere la reconversión, el «Grupo 1820», ha ganado las elecciones parciales a Junta de Gobierno del pasado 31 de mayo de 2022. Es una mala noticia lo cual no voy a ocultar. Sin embargo, quienes defendemos que se mantenga el Reglamento histórico del Ateneo; el Reglamento de los derechos, el Reglamento de la participación social, no vamos a rendirnos en ningún caso. Hemos demostrado una gran fuerza democrática y en base a ella, seguiremos defendiendo el modelo asociativo ateneísta. Constituye, para nosotros y para nosotras, una cuestión de principio. No ignoramos que en estos tiempos, proclamar algo así parece risible. No nos importa. Somos así.

El grupo que en el Ateneo de Madrid quiere la reconversión, el «Grupo 1820», ha ganado las elecciones con 370 votos, redondeando. La alianza de quienes defendemos el sistema organizativo histórico del Ateneo; la alianza «En Defensa del Reglamento (Independientes, Red, Convergencia)», hemos tenido 220 votos, redondeando también. La victoria, hoy, en las urnas, del grupo que quiere la reconversión, ha sido amplia, y yo la reconozco. Pero eso no significa que me rinda. Yo, desde luego, no. Y me consta que muchos más socios y muchas más socias del Ateneo, tampoco. 

Quiero dar las gracias a todas las personas quienes han confiado en la alianza «En Defensa del Reglamento (Independientes, Red, Convergencia)». Las gracias a todos, a todas, quienes han trabajado por ella. El esfuerzo ha sido tan conmovedor, como magnífico. ¿Y ha sido, además, útil, productivo? Pues no cabe duda que sí; rotundamente sí: una barrera infranqueable de 220 voluntades, corazones, ánimos…, dispuestos a defender que el Reglamento histórico del Ateneo Científico, Literario y Artístico de Madrid se mantenga; eso, digo, es oro verdadero, el cual brillará en los próximos tiempos, que no nos serán fáciles. 

Ha habido Presidencias del Ateneo elegidas con los mismos o menos votos: Carlos París en 2009 y 2013. Enrique Tierno Pérez-Relaño en 2015. César Navarro en 2014, 2016 y 2017. Juan Armindo en 2019. Personalmente yo, cinco veces elegido para una de las Secretarías de la Junta de Gobierno entre 2008 y 2016, fue en 2014, con la Junta de Gobierno de Convergencia para la Estabilidad Democrática del Ateneo, cuando más votos tuve (200), hasta hoy. Cuanto quiero resaltar, es que tenemos una base social fuerte para proseguir la resistencia democrática a la reconversión.

Es innegable que el grupo el cual la quiere, el «Grupo 1820», ha experimentado un gran avance en estas elecciones. Con su cabeza, Luis Arroyo Martínez, actual Presidente de la Junta de Gobierno ateneísta (electo el año pasado con 254 votos), haciendo más de candidato en campaña, que los propios candidatos/as de su grupo en estas elecciones, han puesto en juego todo su potencial económico-político-mediático. Que es, por ahora, superior al nuestro.

Los y las ateneístas no estábamos acostumbrados a grupos electorales así en nuestra asociación. Pero vamos aprendiendo. Estamos organizándonos más eficazmente. Hemos sido capaces de una candidatura unitaria y así hemos traspasado ese límite psicológico de los 200 votos. Es cierto que el grupo que en el Ateneo de Madrid quiere la reconversión, el «Grupo 1820», ha subido más. Han tenido el mérito, yo no se lo regateteo, de hacer más nuevos socios y más nuevas socias. Y también, de ganarse a algunos grupos antiguos del Ateneo, por más que en la publicidad electoral del Sr. Arroyo (1), catalogue como -literalmente-, grupúsculos, a todos los grupos ateneístas que no son el suyo; el «Grupo 1820». Cómo ha logrado el apoyo de colectivos y de personas cuya época, pasada, de gestión, él no deja sin embargo de escarnecer (cito: «miseria económica y moral») (2), resulta desde luego un fenómeno llamativo. Pero no nos atañe a quienes, sencillamente, no compramos el prodúcto de marketing del Sr. Arroyo y su «Grupo 1820»: que el Ateneo de Madrid necesitaba su intervención salvífica.

Yo estuve en la Junta de Gobierno de 2012 presidida Carlos París. Entonces sí que necesitábamos salvadores, ante un derrumbe brutal de la subvenciones, consecuencia de la crisis económica planetaria. ¿Dónde estaban entonces el Sr. Arroyo y su luminoso «Grupo 1820»? Ni estaban, ni se les esperaba. Lo muy llamativo, visto en retrospectiva, es que desde los mismos poderes estatales quienes nos redujeron a la mínima expresión sus ayudas, se nos propuso un Plan de Rentabilidad (3),nombre literal, cuyas premisas, atención, eran muy parecidas a cuanto el «Grupo 1820» ahora plantea para el Ateneo de Madrid. Es decir, la reconversión.

En 2012, Carlos París y la Convergencia para la Estabilidad Democrática del Ateneo, dijimos no al plan al de reconversión al cual nos invitaban poderes externos. Y no sin dicultades, el Ateneo de Madrid logró superar esa hora crítica en lo económico, sin tener que dejar de ser la asociación de democracia avanzada que históricamente ha sido; sin tener que reconvertirse.

Para 2020-21, cuando las personas integrantes originales del «Grupo 1820» se hicieron, muy cierto que en su derecho, socias del Ateneo en masse (título de artículo en “El País”: “Un grupo de intelectuales se une para sacar al Ateneo del letargo”. Subtítulo: “200 nuevos socios han ingresado en el centenario club cultural con el fin de reactivarlo”) (4); para entonces, digo, la hora económicamente crítica se había superado ya varios años antes. Por eso afirmo que no llegaron, como dicen, para salvar el Ateneo de Madrid. Resulta llamativo que partes importantes del Plan de Reconversiónel cual se le propuso al Ateneo externamente en 2012, y que el Ateneo -con Carlos París y la Convergencia en la Junta de Gobierno en esa época-, rechazamos, sean las mismas –las mismas partes-, que el Plan que plantea el “Grupo 1820”, actualmente en el Gobierno del Ateneo.

En 2012 se nos dijo que había que subir las cuotas que pagan los socios y las socias y había que reducir elecciones y Juntas Generales. Carlos París y la Convergencia lo rechazamos, según ya expliqué. Ahora Luis Arroyo Martínez y el “Grupo 1820” vuelven a plantearlo. De hecho, las cuotas que pagamos ya las han subido, lo cual supone un proceso de gentrificación del Ateneo de Madrid. ¡Atención a esto! Porque vamos a combatirlo con todos los instrumentos democráticos a nuestro alcance.

El “Grupo 1820” no lo oculta; está puesto en los perfiles de sus personas originales: tienen o han tenido altos puestos en el Grupo PRISA, en Atresmedia, en la SGAE, en el CNI, en el Gobierno de España y en Gobiernos autonómicos… Puede verificarse. No lo ocultan, repito. Y ello, por mi parte, merece respeto. Ahora bien: cuanto voy a seguir combatiendo en las urnas, es que el Ateneo, como asociación independiente la cual ha sido y todavía es, vea cambiado su Reglamento –que es su Constitución-, por ese lobby.

El Ateneo de Madrid no nació para ser propiedad de quienes ya son más que suficientemente poderosos, poderosas. Nació, justamente, para dar voz a quienes no la tienen. Ese era el sueño de Carlos París y por eso formamos con él, en 2010, la Convergencia para la Estabilidad Democrática del Ateneo; para defender ese ideal. El insigne filósofo español y vasco falleció en 2014. Pero la Convergencia, seguimos, y con su ejemplo. Actualmente, como parte de la gran alianza “En Defensa del Reglamento” (del Ateneo de Madrid).

Seguimos defendiendo ese sueño… Yo lo lamento por quienes lo han olvidado, esperando, quizá, algo inmediato. No voy a hacer reproches, palabra. Pero creo que quienes, en su derecho, se han pasado al grupo el cual quiere la reconversión del Ateneo, al “Grupo 1820”, se equivocan, se equivocan. Más pronto que tarde se darán cuenta… Yo estaré esperando. Sin un reproche, reitero.

Ateneístas y amigos y amigas del Ateneo de Madrid: en las Elecciones del pasado 31 de mayo de 2022, el grupo el cual quiere la reconversión del Ateneo, el “Grupo 1820”, movilizando todos sus recursos económicos y mediáticos, nos ha ganado a la alianza “En Defensa del Reglamento”. Es un hecho. Pero el número de votos que hemos tenido de la alianza, muy importante (repito que varias Presidencias del Ateneo fueron elegidas con menos votos…), nos permite proseguir la resistencia al cambio del Reglamento histórico del Ateneo de Madrid. Cambio el cual es el instrumento para su reconversión a menos social, a menos independiente, a menos democrático. A menos.

Sepan personas quienes actualmente están con el “Grupo 1820”, que si finalmente se cambiase el Reglamento, ellas también perderían. Y mucho. Reflexionen, por favor, sobre ello. Yo ya he escrito que si se cambia el Reglamento del Ateneo como quieren Luis Arroyo Martínez y su grupo, saldrá perdiendo Madrid entero, y España también (5).

Cuando hablo de “resistencia”, hablo siempre dentro del propio Reglamento del Ateneo. Por sus cauces. Con respeto. Con argumentación. Con la fuerza de las palabras… yo no sé hacerlo de otra forma. Luis Arroyo, en sus escritos, reitera una y otra vez que su oposición son “treinta socios malhumorados” (6). Eso, como otras muchas cosas las cuales dice y escribe, no es exacto, no es verdad. De momento, su oposición somos casi 220 socios y socias. Y yo particularmente, quien nací en El Puerto de Santa María, Cádiz, no soy precisamente malhumorado (quien me conoce lo sabe). Sucede, que el Sr. Arroyo, amparándose en que tiene más acceso a Medios que yo y que las otras personas de la oposición, puede permitirse pintar la realidad del Ateneo –tanto la anterior a su llegada, como la actual-, con trazo grueso. ¿Qué importa? ¿Quién le va a rebatir y dónde? Muchas de las cosas las cuales dice, no solamente es que sean grotesca distorsión, sino que, en la parte de verdad la cual contienen (alguna), resulta que las personas mayores responsables de esos supuestos terribles males del Ateneo de Madrid antes de llegar él para salvarlo, están, esas personas, con el “Grupo 1820”; adheridas, precisamente.

¿No resulta asombroso? Quizá no tanto, cuando comprobamos que el Sr. Arroyo proviene del marketing político propio de la post-modernidad y del relativismo, en el cual no importa tanto la veracidad de lo que digas, como el tener Medios poderosos para decirlo y repetirlo. En eso se quiere, ¡atención!, reconvertir al Ateneo de Madrid, de entre su especie de grandes y antiguas asociaciones, la más libre, la más independiente, la más democrática.  (Y con un enorme edificio en pleno corazón de Madrid; a menos de cien metros del Congreso de los Diputados). Ahora se la quiere convertir –y ese es el verdadero propósito, a mi entender, del “Grupo 1820”-, en un mero epígono de poderes mediático-político-empresariales muy concretos. Ello, en la línea dominante de consolidar un discurso único para nuestros tiempos; variado apenas en matices o en cosas accesorias o folclóricas. Nunca en lo esencial.

“El sociólogo que aspira a modernizar el Ateneo pese a la vieja guardia”, tituló el diario “El Mundo” una entrevista a Luis Arroyo una semana antes de estas elecciones (7). Poco después, la candidata a la Vicepresidencia del Ateneo por el grupo que quiere la reconversión, el “Grupo 1820”, era entrevistada en Telemadrid. Todo esto es respetable y yo lo respeto. Simplemente digo, que quien vea, o quiera ver, cuanto está pasando en el Ateneo, como la pugna entre un modernizador y su grupo, por un lado, y “treinta socios malhumorados” y “vieja guardia”, por el otro, no es ya que no entienda cuanto pasa en el Ateneo de Madrid, sino que no entiende, en mi opinión, lo que está pasando en general en nuestra sociedad, con una cada vez mayor tendencia a la concentración del poder mediático-político-económico, a costa de los espacios independientes. Atención a esto…

Yo no puedo escribir sobre esto en “El País” o en “El Mundo”, a pesar de tener varios premios literarios en mi haber, incluido el de la Asociación de Escritores y Artistas Españoles, fundada en 1872 y decana de cuantas hay en lengua castellana. Pero está claro que yo no pertenezco a determinado sistema, y Luis Arroyo (quien ya podía escribir en esos medios antes de ser Presidente del Ateneo), sí. Es mérito suyo y yo lo respeto. Lo que no quiero, es que el Ateneo de Madrid esté sujeto a ese sistema, como a ningún otro.

En el Ateneo de Madrid estamos librando una, no por absolutamente pacífica, menos verdadera, “guerra por nuestra independencia”. Sépanlo todos, sépanlo todas. Y no importa cuántas batallas perdamos, que ganaremos, seguro, la guerra.Inexorablemente, inevitablemente. Seguro. Porque luchamos por algo justo. Por algo bueno. Por algo noble. No desprecio a los adversarios quienes tenemos. Sabido es, por ejemplo, que mi trato con Luis Arroyo no es malo. Pero se equivocan; creo que se equivocan. Y antes o después, se darán cuenta. Mientras, resistiremos manteniendo el Reglamento del Ateneo. Porque tenemos fuerza social para ello, y una vez más, en las urnas, se ha visto.

Manteniendo el Reglamento, no porque sean las “Tablas de Moisés”, como se mofa el “Grupo 1820”, mas porque son nuestra “Declaración de Independencia”; la Constitución que nos la garantiza, y la pluralidad y la democracia en el Ateneo de Madrid. Por eso luchamos. Por eso resistimos. Y seguiremos haciéndolo.

Creo que el grupo el cual quiere, en el Ateneo, la reconversión; el “Grupo 1820”, ha alcanzado su cénit. Por la naturaleza de sus apoyos; por su propia naturaleza constitutiva. De ahí sus prisas, de ahí su arreón. Pero los y las resistentes, nos encargamos de trocar esas prisas, en pausa. Y porque tenemos más capacidad de resistencia, y más ánimo, es que ganaremos. Y nuestra victoria no serán los puestos directivos, aunque a ellos nos presentemos, tanto en la Junta de Gobierno, como en las Secciones temáticas (donde ganamos las elecciones del pasado octubre, recuérdese…). Nuestra victoria es y seguirá siendo, que no se cambie el Reglamento del Ateneo, como quiere el grupo que quiere la reconversión, el “Grupo 1820”. ¡Esa es y será nuestra victoria! Y con ella, el Ateneo Científico, Literario y Artístico de Madrid, enviará un potente mensaje a todas partes; el mensaje de que no todo lo pueden siempre los grandes poderes. ¡Ánimo a ello!

Si hay un momento para no darse de baja del Ateneo, es este. Si hay un momento para hacerse socio, socia, del Ateneo, también es este. Contribuiremos así a que la Cultura independiente no muera. ¡Gloria y honor a su defensa! ¡Gloria y honor también a quienes defienden el Reglamento histórico del Ateneo de Madrid! ¡Gloria y Honor!

Notas

  • “Volvió la luz al Ateneo pero podría apagarse”. Artículo de Luis Arroyo. “Entreletras”. Mayo de 2022
  • Ibidem
  • “Villalonga propone vender el patrimonio del Ateneo de Madrid”. Diario “El Día”. 14/2/2013
  • “Un grupo de intelectuales se une para sacar al Ateneo del letargo”. Artículo de F. Javier Barroso. “El País”. 15/3/2021
  • “Cambiar el Ateneo, empobrecer Madrid y España”. Artículo de Miguel Pastrana. “Público”. 31/8/2021
  • “Volvió la luz al Ateneo pero podría apagarse”. Artículo de Luis Arroyo. “Entreletras”. Mayo de 2022
  • “El sociólogo que aspira a modernizar el Ateneo pese a la vieja guardia”. Artículo de Ana del Barrio. “El Mundo”. 24/5/2022
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