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El genocidio de Israel en Gaza agrava la miseria de los más vulnerables en el Líbano y Siria

La guerra de Gaza ha llevado al colapso masivo de la financiación humanitaria en el Líbano, inmerso en una crisis económica desde 2019, mientras las escaramuzas entre Hezbolá y el Ejército de Israel hacen temer una escalada del conflicto en la región.

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análisis

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El director de Actividades Relativas a las Minas y Mantenimiento de la Paz de las Naciones Unidas, Jean-Pierre Lacroix, advirtió los peligros de una escalada regional en medio de los continuos intercambios de disparos sobre la frontera entre Israel y Líbano. «Lo que hay que evitar absolutamente es una nueva escalada», dijo antes de añadir: «Eso sería devastador francamente para Líbano y toda la región».

En un llamamiento para que se ponga fin de inmediato a la guerra en Gaza, que provocó la intensificación de los intercambios de disparos entre los militantes armados de Hezbolá y el Ejército israelí, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) advirtió de que los ataques aéreos están golpeando «cada vez más profundamente» en el Líbano, con 344 personas muertas hasta la fecha, entre ellas ocho jóvenes.

Mientras tanto, niños de tan sólo cuatro años se ven obligados a trabajar en el Líbano en medio de un desplome de la financiación humanitaria causada por la crisis en Gaza, afirmaron expertos en infancia de la ONU.

«Junto con los muertos y las decenas de heridos, ya son 30.000 los niños desplazados» de los cerca de 90.000 que hay desde que los combatientes de Hezbolá intensificaron los ataques contra el norte de Israel tras los atentados dirigidos por Hamás contra el sur de Israel el 7 de octubre y los intensos bombardeos posteriores de Israel contra la Franja de Gaza”, declaró James Elder, portavoz de UNICEF.

«Incluso con nuestros mayores esfuerzos, es esencial un alto el fuego permanente«, insistió Elder.

Dentro del Líbano, el funcionario de la ONU informó de que se han destruido infraestructuras clave de estaciones de agua, lo que ha dejado a «unas 100.000 personas sin acceso a agua potable limpia». Adicionalmente, alrededor de 23 centros de salud que atienden a 4000 personas han cerrado como consecuencia de la violencia.

Familias enteras mendigan

En una señal del deterioro de la situación humanitaria en el Líbano, los más recientes datos sobre inseguridad alimentaria indicaban que las tasas de emaciación eran inesperadamente altas entre los niños que vivían en asentamientos informales de tiendas de campaña para desplazados.

«Teníamos indicios de que la crisis estaba empeorando en términos de nutrición, porque en los últimos 12 meses se ha triplicado el número de niños remitidos a nuestros programas de desnutrición», dijo Ettie Higgins, jefa adjunta de la oficina de UNICEF en el Líbano. «Y ahora se trata de programas que en algunos casos se suspendieron en algunas partes del país debido a la falta de financiación humanitaria».

Como resultado, las comunidades están ahora «enviando a toda la familia a mendigar; están obligando a niños de tan sólo cuatro años a trabajar en la agricultura… Hace poco hablé con un médico que me

dijo que tenía niños de siete años que acudían a él con problemas de espalda debido a las pesadas cargas de basura que transportan a diario.»

La funcionaria de UNICEF señaló que los niños pueden esperar ganar «unos dos dólares al día, sólo para poder comer y poner una comida en la mesa. Así que, por desgracia, estas historias son cada vez más frecuentes y cada vez más graves y trágicas».

Los desplazados lo han vuelto a perder todo

Incluso antes de las últimas hostilidades, el Líbano se enfrentaba a una profunda crisis económica, agravada por la emergencia de COVID-19 y la inestabilidad política crónica, que ha dejado a cerca de la mitad de la población libanesa viviendo por debajo del umbral de la pobreza.

La mayoría de los ahora desplazados en el sur del país son libaneses, y muchos de los que trabajan en la agricultura y la olivicultura han perdido sus medios de subsistencia por segunda vez, explicó Higgins.

«Hemos estado apoyando a familias (…) para que se recuperen desde que comenzó la crisis económica hace tres o cuatro años, desde 2019, y han vuelto a perderlo todo», dijo a los periodistas en Ginebra a través de un enlace de vídeo desde Beirut.

«Muchos de los que han estado trabajando en la agricultura, como en granjas de olivos, también han sido destruidos, e incluso si pudieran volver mañana mismo, el tipo de sufrimiento al que están sujetos va a ser a largo plazo debido a la enorme cantidad de municiones sin explotar que hay ahora en muchas de estas áreas agrícolas, lo que significa que sería muy, muy difícil para ellos restablecerse.«

Colapso de la financiación

En medio de las crecientes necesidades y de un repunte de las tensiones entre las comunidades de refugiados libaneses y sirios, que podrían apaciguarse con una acción humanitaria rápida, la responsable de UNICEF advirtió de que varios países donantes habían «reducido significativamente» la financiación crítica.

«Nos enfrentamos a un colapso masivo de la financiación humanitaria en los últimos meses’, dijo Higgins. «Esto nos ha obligado a recortar prácticamente todos nuestros servicios, incluido el suministro de agua potable y cosas simples como deshacernos de las aguas residuales de las comunidades que ya están sobrecargadas.»

Refugiados sirios

Tras el estallido de la crisis siria en 2011, muchas aldeas libanesas que ahora se tambalean por las hostilidades acogieron a más de un millón de refugiados «en sus escuelas, sus clínicas, sus comunidades».

Hoy en día, «estamos viendo cómo las tensiones aumentan realmente y tienen un impacto en los niños a diario», continuó la funcionaria de la organización de la ONU, señalando el alto nivel de trauma mostrado por los refugiados palestinos que ahora viven en «terribles condiciones en los campamentos de aquí», mientras que también sufren el «trauma secundario» de ver lo que está sucediendo a sus compatriotas palestinos en la Franja de Gaza.

Aún más vulnerable es el millón de refugiados sirios, nueve de cada diez de los cuales viven en la «pobreza extrema», según el informe de UNICEF sobre la crisis, Caught in the Crossfire: El impacto de seis meses de conflicto en los niños de Líbano.

Entre minas terrestres y escombros

Por su parte, el jefe de mantenimiento de la paz de la ONU reiteró su llamamiento a un alto el fuego en Gaza como primer paso para que el enclave devastado por la guerra recupere cierta normalidad. Lacroix también subrayó que la Organización apoyaba al Programa de las Naciones Unidas de Actividades relativas a las Minas (UNMAS) en el Estado de Palestina, en sus «esfuerzos humanitarios a los convoyes» y en la evaluación de riesgos.

En todo el mundo, 60 millones de personas de 60 países viven bajo el temor constante de las minas terrestres, los artefactos explosivos improvisados (IED) y los artefactos explosivos sin detonar, dijo Lacroix. Ellos «no saben si pasarán el día sin ser alcanzados por una mina o un IED y que no saben básicamente si llegarán al día siguiente o si sus hijos o sus familiares llegarán al día siguiente, y eso es realmente inaceptable».

«Este es el periodo más peligroso [para la Franja]; una vez que la gente empiece a regresar al norte, es cuando se producirán la mayoría de los accidentes porque no estarán familiarizados con dónde se encuentra la munición sin explotar», declaró Mungo Birch, jefe de UNMAS.

«Es importante que una vez que empiecen los retornos, estemos preparados y listos para poder proporcionarles educación sobre estos riesgos”, aseguró.

En medio de informes que indican que se tardará unos 14 años en limpiar la Franja de Gaza de todos los escombros creados por el conflicto, Birch señaló que se calcula que hay 37 millones de toneladas en total. «Para ponerlo en contexto, son más escombros que en Ucrania. En Ucrania, el frente tiene 600 millas. La Franja tiene 25 millas de largo. Además, está urbanizada en un 87%, así que es una construcción muy densa».

Esto incluye unas 800.000 toneladas de amianto «así como otros contaminantes diversos», dijo. «El problema es que en Gaza hay más escombros que espacio para esparcirlos», continuó Birch, describiendo cómo los bombardeos israelíes condujeron a la destrucción.

«Hubo momentos de calma, pero el bombardeo no se parecía a nada que yo hubiera vivido. Estaba con un colega que había estado en Ucrania, en las fuerzas de seguridad ucranianas, dijo que el bombardeo era peor que cualquier cosa que hubiera experimentado en el Donbass.»

El día después

Para abordar la cuestión de la reconstrucción de la Franja tras el cese de los combates, Birch señaló que el reciclaje de los escombros «tendrá una gran importancia» en cualquier reconstrucción.

«La gente ya está hablando del ‘día después’, entre comillas, para Gaza», añadió, señalando que hace dos semanas se celebró en Jordania un taller sobre «retirada de escombros» con organismos de la ONU y otros socios.

A pesar de la asombrosa magnitud de la operación de desescombro que se avecina, UNMAS sólo dispone de cinco millones de dólares de financiación. Se necesitarán otros 40 millones de dólares en los próximos 18 meses sólo para iniciar el proceso de desminado.

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