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La amnistía es una declaración de guerra

José Antonio Zorrilla
José Antonio Zorrilla
Diplomático jubilado. Fue Embajador de España para Georgia y Estados del Caucaso con residencia en Tbilisi. Dirigió también cine que inauguró con "El barranco de Víznar" un cortometraje que ganó el Diploma de Oro del Festival de Moscú cuando J.A. Bardem hizo lo propio con su largometraje El Puente. Siguió un clásico del cine español, El Arreglo. El año 2000 dirigió Los Justos, primer documental en favor de las víctimas del terrorismo de ETA. Militante de Basta Ya, ha escrito varios libros, el último de los cuales es "Historia fantástica de Europa", una crónica contrafactual de Europa, Imperio euroasiático que va desde la victoria de Roncesvalles hasta Marx y Engels, matrimonio al que se debe el sistema económico de tan vasta geografía.
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análisis

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El PSOE ha decidido deslegitimar al Estado de Derecho, en primer lugar a uno de los poderes del Estado, el judicial,  y da la razón a los independentistas catalanes sublevados en montonera contra España. No hay precedente, que yo conozca, de una conducta similar ni en España ni en ningún sitio. Abre también la puerta al lawfare, es decir, a considerar determinadas conductas, abiertamente ilegales, como legítimas si el Parlamento así lo decide: Venezuela. Repropongo el párrafo. El Presidente del Gobierno de España pierde las elecciones y en lugar de aceptar su suerte y vincularla a la otra mitad del Parlamento dice a todos los españoles. «No voy a consentir que esa gente mande sobre vosotros, mayoría o no. Me importa un rábano que en el año 2000 el PP obtuviese mas votos que el propio Felipe González en 1982. Voy a hacer imposible su triunfo pactando con los siete parlamentarios catalanes que mas han hecho para descalabrar a España» Si eso no es una declaración de guerra, que venga Dios y lo vea. Basta leer el proyecto de ley de amnistía en el que una y otra vez se menciona el precedente de 1977. El problema es que esa amnistía de 1977 ponía fin a la dictadura de Franco. Lo que lleva inexorablemente a la conclusión de que esta amnistía de hoy considera ilegal lo sucedido hasta ella, como si estos últimos años hubiésemos estado bajo la férula de Franco y no en el espacio político de una Monarquía parlamentaria plenamente democrática.

Me interesa destacar el descalabro que esto supone para sus supuestos amigos catalanes y (como no) vascos. Catalanes porque tras el fin de las opciones indepes, cuando ya parecía que se calmaban las aguas y el PSC recuperaba la Alcaldía de Barcelona, se encuentran con que es el Estado el que vuelve a agitar las aguas dando a los delincuentes tratamiento no solo VIP sino abiertamente faccioso. Les da cercanías, para que los tractores puedan volver a Barcelona, cuando y como quieran. Costas, algo imposible pues no son los Mossos los que podrían defender las costas españolas en caso de peligro, y hasta condonación de la deuda en la que han incurrido por sus muchos y repetidos errores, todos ellos dirigidos a ofrecer una versión falsa de la historia y alentar una hostilidad internacional antiespañola sin fundamento. Pues todo eso lo va a pagar el contribuyente español. Hasta es posible que la cosa se redondee con un acuerdo fiscal que dejará a España sin otra fortaleza fiscal que Madrid. Como es natural este premiar a los malos sirve para castigar a los buenos, que ya están pensando en como irse de un falansterio delirante que solo sobrevive gracias a la subvención del Estado e incluso a su abierta complicidad, en connivencia con quienes están arruinando Cataluña. Y muchos emigrarán no a Alicante o Valencia sino al extranjero como Grifols o Ferrovial. Las otras cuatro mil empresas huidas con Caixa a la cabeza siguen donde están y no van a volver por mucho que el PSOE se lo pida. De hecho ya hay planes de algunas empresas líder que barajan la opción Ferrovial, entre ellas algunas de las mas importantes en el País Vasco. ¿Que confianza se puede tener en un Estado que subvenciona a sus destructores por un miserable acuerdo de investidura, ni siquiera de legislatura? Porque habrian de fiarse de quienes gobiernan de manera tan desnortada? Y sobre todo. ¿Que entorno institucional se ofrece aparte de apoyar a quienes intentaron debelar el orden que impera en Occidente tanto institucional como económico? Incorporen la inversión extranjera a este despropósito. No esperen ni un euro, señores empresarios o señores políticos. Nadie quiere venir al hombre enfermo de Europa.

Lo de los vascos es otra cosa. No quisieron ser la democracia cristiana que eran, o el PP vasco que son hoy, y rechazaron la Constitución a medias (a medias, si) para mantener abierta la opción de que ETA les permitiese cuadrar el círculo de hacer abertzale a una sociedad que no lo es mientras que por si acaso ellos se aprovechaban de y en España con absoluta impunidad. Y lo que es peor lo hacían gracias a las vidas sacrificadas de las víctimas del terrorismo, todas dignas, cierto  pero bastantes, del PSOE.  Pues ahora el Estado les ofrece a esos genios morales ser nación (no se como) y hasta pase foral. Esto del pase foral resulta tan imposible e incomprensible como lo de la nación. Es una institución del Antiguo Régimen que existió en todas partes y que consiste en la posibilidad de no publicar una ley en un territorio determinado si las autoridades locales estiman que su aplicación podría producir resultados indeseables. Así Rusia no promulgó el Breve vaticano que suspendía a la Compañía de Jesús y gracias a ello pudo sobrevivir. (Eso me enseñaron en el Colegio). En fin, hubimos de combatir dos guerras civiles (1833-1839 y 1870-1875) básicamente contra los vascos, para pasar del Antiguo Régimen a este que tenemos ahora. Y una de las cosas que trajo fue imponer que España era una nación soberana mientras que los carlistas defendían que la soberanía la tenía el Rey. Con esa aparición novedosa, la Nación española, vino la desaparición de muchas instituciones obsoletas, por ejemplo la Santa Inquisición todavía activa en el Bilbao de 1837. Y el pase foral, sustituido por el Tribunal Constitucional o los tribunales ordinarios en sección administrativa. Pues el PNV insiste en que el futuro está en el pasado. El PNV debe de creer que con esa iniciativa se gana a Sortu. Pero lo que hace es dar el triunfo electoral a Sortu hasta con la campaña electoral ya hecha: no hay partido independentista serio que se plantee llegar a la independencia por la via de una institución como el pase foral. Véanlo como una mas de las etapas del fin. De un fin que no termina de llegar, entre otras cosas por la ausencia de conocimientos y principios del socialismo que padecemos. El experimento Patxi López de gobierno de coalición, único, por cierto, fue patético, sin ir mas lejos. Claro, que el del PNV no le va a la zaga. Al menos en punto a Proyectos. Primero vino Estella, luego el Plan Ibarretxe, luego el de Imaz, ahora el de Urkullu. Como no parece que estas chiquilladas sirvan para nada, ahora añaden otra ocurrencia: el pase foral. Añado una nota personal para no vascos. Soy testigo de lo que la izquierda abertzale piensa del PNV. A mi me han dicho, y mas de uno de ellos, que los del PNV son unos aldeanos insurrectos y que las carlistadas no pasan de ser jacqueries campesinas. Personas de este jaez ideológico ya pueden ustedes imaginar lo que piensan del pase foral. Lo que pueda pensar el Tribunal Constitucional es otra cosa. Y tendrá la última palabra.

Salvo que el propósito de Pedro Sánchez sea iniciar una agenda desconstituyente con todas sus consecuencias, o no cumplir nada de lo prometido, debe de dar marcha atrás cuanto antes. No lo va a hacer, es sabido. Pues déjenme decirles lo que va a pasar. Para ello, hablemos primero del entorno internacional. Vivimos en medio de una crisis económica e inflación producidas por la guerra de Ucrania, y empieza por Alemania, hasta hoy, nuestra firme fortaleza. Hay también inestabilidad general en el Medio Oriente y China, lo que afecta, entre otras cosas a precios al alza por la dificultad de fletes y seguros. Carecemos de fuerza para salir de esa desgracia. Simplemente soportamos sus consecuencias y no es excluible que vayan a mas. A lado tenemos la UE que nos pide el listado de las cien empresas mas favorecidas por los fondos de Bruselas. No hemos dado respuesta. Añadamos que para iniciar operaciones todos los años necesitamos setenta mil millones de deuda. Es un escenario ya de por si insostenible. Pero ahora vayamos a España.  Si a todo ese arrebato hemos de hacerle frente con la mayoría del pais en la calle, la situación se convertirá en crítica, algo que ha de suceder en el medio plazo, es decir,  en cuanto empiecen a padecerse las consecuencias de esta agresión sin precedentes a la Nación española. No deseo que suceda, pero mi experiencia de mas de cuarenta años analizando realidades extranjeras no me deja ser optimista, lo siento. Quien polariza, arma.

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