Abdelbaki Se Satty, el cerebro del atentado en Las Ramblas durante el mes de agosto de 2017 era confidente del CNI según varias investigaciones realizadas.

A pesar de las sombras que hay alrededor de este asunto, la Audiencia Nacional ha decidido no investigar los vínculos entre el que fuera imán de Ripoll y el Centro Nacional de Inteligencia.

El abogado que lleva este asunto, Jaume Alonso Cuevillas, ha explicado que recibió ayer por la tarde la certificación de resolución judicial y anunció que presentará recurso. Cuevillas representa a Javier Martínez, el padre de una de las víctimas que fue asesinada en las Ramblas, Javier Martinez, de tres años.

Precisamente Martínez solicitó que se abriera la investigación sobre la relación del imán de Ripoll y el CNI una vez que fue publicado en distintos medios de comunicación la relación que había entre ellos.

La respuesta del juez ha sido negativa a tomar declaración a responsables penitenciarios y guardias civiles para esclarecer los vínculos con el presunto cerebro de los atentados. Según informaba El País, el magistrado considera que estas diligencias no son necesarias, al tiempo que coincide con la Fiscalía en el «rigor y esfuerzo» de la investigación para determinar la responsabilidad de los presuntos autores de los atentados.

Javier Martínez había solicitado que el CNI remitiera cualquier informe en su poder sobre los vínculos con Es SAtty. Sin embargo, según la Fiscalía, «esta petición excede del ámbito de investigación» sobre los atentados. Además, añade que «en la causa no se ha puesto de manifiesto indicio alguno relativo a ello» y aprovecha para desmontar algunas de las afirmaciones hechas públicas, negando por ejemplo que el Estado tuviera conocimiento previo de los planes del imán y de los chicos de Ripoll a los que adoctrinó: «los movimientos de la célula y comunicaciones entre sus integrantes se han podido ir recomponiendo con la información obtenida de la cooperación internacional y con el análisis pericial de los numerosos dispositivos electrónicos intervenidos».

Email sin datos

Según se conoció gracias a la información de Público y al investigador y periodista Enrique Bayo, la manera de comunicarse entre el imán de Ripoll y el CNI era a través de «un correo muerto», en el que se iban escribiendo mensajes en borrador, y al que accedían ambas partes para leerlos (de esta manera no queda registrado el envío de información de ninguna manera).

Quedó demostrado que alguien había accedido al correo el día 18, y esto es algo que confirma la propia Fiscalía. Sin embargo, señalan que Google contestó al requerimiento que se le hizo para facilitar más datos y dijo que «no disponía» de ellos, porque solamente guardan los datos «180 días».

No se admiten testigos

La Fiscalía también se opone a la petición de testigos realizada por Martínez. Respecto al subdirector general de Instituciones Penitenciarias, señala que «ya consta la respuesta» sobre las entrevistas realizadas por miembros de las fuerzas de seguridad a Es Satty (durante su estancia en prisión en 2012 y 2014).

Ha recordado que fueron cuatro las entrevistas realizadas.

También se ha rechazado la testifical de los agentes que participaron en esas cuatro entrevistas, porque según el fiscal «entran dentro de la labor de investigación en la prevención de delitos graves que afectan a la seguridad pública». Y añade que «además, se dieron en un periodo temporal en el que «ni siquiera existe constancia de la formación del grupo terrorista que nos ocupa».

 

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