domingo, 12mayo, 2024
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La famosa entrevista Carlson/Putin

José Antonio Zorrilla
José Antonio Zorrilla
Diplomático jubilado. Fue Embajador de España para Georgia y Estados del Caucaso con residencia en Tbilisi. Dirigió también cine que inauguró con "El barranco de Víznar" un cortometraje que ganó el Diploma de Oro del Festival de Moscú cuando J.A. Bardem hizo lo propio con su largometraje El Puente. Siguió un clásico del cine español, El Arreglo. El año 2000 dirigió Los Justos, primer documental en favor de las víctimas del terrorismo de ETA. Militante de Basta Ya, ha escrito varios libros, el último de los cuales es "Historia fantástica de Europa", una crónica contrafactual de Europa, Imperio euroasiático que va desde la victoria de Roncesvalles hasta Marx y Engels, matrimonio al que se debe el sistema económico de tan vasta geografía.
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análisis

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Parece que no queda más remedio que comentar la entrevista que Tucker Carlson ha hecho a Vladimir Putin. Lo primero es decir que es de agradecer por parte americana el que un periodista de su país pueda entrevistar a quien los USA declara enemigo mortal. Quizás tras esa decisión existe el subtexto de que a lo mejor Putin no es tan enemigo mortal como el Blob dice que es.

Por parte rusa diremos que poner frente a frente a ese periodista, hasta hace poco mascota de Rupert Murdoch, un Putin, viene a ser como poner un escolar a debatir con Einstein. El vapuleo conceptual e incluso histórico fue eso, histórico. Si hay algo que los americanos se toman a broma es la historia- a pesar de sus excelentes historiadores profesionales. Se atribuye a Henry Ford la cita “La historia es una m…”. No para los escolares rusos. Desde su más tierna infancia les hacen aprender la historia de su país con puntos y comas. Lo irónico es que Carlson también tiene una licenciatura en Historia por Trinity, una buena Universidad de Connecticut. No parece servirle de mucho.

Putin, en una postentrevista con el presentador ruso Pavel Zarubin, ha agradecido a Carlson el que le permitiera exponer sus puntos de vista, cosa que el Occidente institucional le niega. También ha añadido que hubiera esperado más interrupciones y preguntas más incisivas.

Puntos que yo destacaría.

Tras una larga introducción histórica que refleja no solo lo que piensa Putin, como han señalado algunos comentaristas occidentales, sino lo que piensan todos los rusos que han ido a la escuela, el relato nacional ruso, vaya, la entrevista discurrió por cauces originales en los que pudimos advertir la confusión del periodista que interrumpía, planteaba preguntas extemporáneas y añadía opiniones peculiares, lo que chocaba con el aire relajado y hasta jovial del mandatario ruso.

Puntos.

1.- La defensa que hizo de George Bush jr., responsable de la invasión de Irak. Lo definió como persona intelectual y políticamente capaz.

2.-También hubo otro recuerdo, este algo agradecido, por no decir emocionado, de Putin a Egon Bahr, elogio que yo entiendo es simétrico con el que Oskar Lafontaine distingue a Gorbachev como hombre de paz. Pues no son los tratados los que crean confianza sino la confianza la que crea tratados. Aunque no es tan popular como otros políticos alemanes, Bahr fue el primero que habló de llegarse al Este y lo hizo hablando del “Acercamiento”, (Annäherung), en 1963, precisamente en la Escuela Evangélica de Tutzing, Baviera. Siguió la Ostpolitik de Willy Brandt unos diez años mas tarde, de la que Bahr dijo, “Willy Brandt es el albañil, yo el arquitecto”, y finalmente también en Tutzing, un Ministro de Asuntos Exteriores de la RFA, Karl Dietrich Genscher, a principios de 1990, advirtió: “la seguridad de Occidente depende de que no se extienda al Este”. Lo supo Washington y no le gustó, se lo comunicó a Helmut Kohl y Genscher duró seis meses en el cargo. Como se ve, el proyecto USA incluía desde el principio extender la OTAN y fulminar la Ostpolitik. (Perdón: viene a ser lo mismo)

3.- Un tema estratégico clave fue cuando el Presidente Putin fijó el comienzo de todo en el Maidan, debidamente reconocido como golpe de Estado y origen de toda esta desgracia. Putin atribuyó este golpe a la CIA.

4.- Dio una enorme importancia, en la construcción de un modelo de hostilidad, al escudo antimisiles USA, del que España forma parte, y denunció que Iran no era el objetivo de los vectores sino la propia Rusia, lo que es la evidencia.

La guerra, dijo Putin, viene como consecuencia de que David Arakamia, el jefe de los negociadores ucranianos, nada más empezar el conflicto, fue a negociar a Estambul y viendo que Rusia pedía solo que Ucrania no entrase en la OTAN, consideró el asunto resuelto y abrió una botella de champagne con su compañero Oleski Arestovich (hoy en exilio en los USA). Hasta que en ese momento apareció el Primer Ministro del Reino Unido, Boris Johnson y exigió la guerra, compromiso al que se avino la parte ucraniana. Putin lo explica diciendo que haberse negado a la paz pudo venir del miedo que tenía el líder a sus colegas neonazis del Maidan. Y entonces llegó el momento de la verdad. Cuando Carlson duda de que haya nazis en Kiev aparece un clip de televisión en el que se recoge el homenaje del Parlamento canadiense a un viejo luchador anti ruso veterano de la II Guerra Mundial, Yaroslav Hunka de 98 años de edad. Resulta que el supuesto luchador por la libertad fue uno de los nazis de la División Galitzen que arrasaron lo que Timothy Snyder llama las “tierras de sangre”, Ucrania, Polonia y Bielorrusia. Y las llama así con razón puesto que se regaron con la sangre de un millón y medio de judíos y cien mil polacos, todos ellos eliminados salvajemente por las unidades ucranianas a quienes la Wehrmacht y las SS utilizaban para hacer el trabajo sucio. La complicidad de Zelensky con el viejo nazi es bien visible y es explicable puesto que Zelensky se está limitando a administrar este intento de revancha del banderismo que arrancó con el Maidan. Su odio a Rusia les valió ese honor que venían esperando desde que en 1945 hubieron de abandonar Ucrania, salvados de la entrega a la URSS por el Papa Pio XII, odio que supieron cultivar muy bien durante todo el tiempo de la URSS, trámite la asociación de pueblos cautivos de la URSS, y que ni siquiera terminó cuando Reagan recibió a Stetsko en la Casa Blanca en 1985, como en 1945 le había recibido Franco. Solo que el odio es a la estrategia lo que la bulimia al apetito. Nubla el buen juicio, lleva a conclusiones disparatadas y es una máquina de reproducción de errores. Véanse las tres desapariciones de Polonia sin que su odio a Rusia haya cesado ni un momento.

Este homenaje parlamentario canadiense al nazi le costó la dimisión al Speaker de la Cámara, el Sr Anthony Rota y el PM Trudeau pidió disculpas a la nación. Sin embargo, y a pesar de la evidencia, el relato occidental sigue siendo que el Maidan es la libertad y que en Ucrania ni hay ni hubo nazis.

Importante el que, a pesar de reiterar observaciones sobre Ucrania, a quien siempre se refirió Putin en términos estratégicos fue a los USA, verdaderos apoyos de la sublevación contra la legalidad que suponía Yanukovich, a quien defendió siempre como un líder responsable cuya trayectoria fue interrumpida por la violencia de Occidente. Aseguró que bastaba dejar de enviar armas para que el conflicto terminase en semanas.

4.- Muy relevante, al menos para mi, el que Putin definió una y otra vez a Rusia como Europa. Somos la economía europea mas boyante, dijo mas de una vez, somos el país de Europa que mejor ha resuelto problemas financieros y sanitarios, etc etc. (NB.- El rublo ha subido su cotización un 20%). No es casual esta referencia a Europa, viejo tema ruso. El primer mandatario occidental que recibió Putin fue el Secretario General de la OTAN, Sr. George Robertson. Sabemos que en esa oportunidad Putin le dijo que el tema del encaje de Rusia en Occidente estaba ya resuelto. Iban a ser Europa si o si.

Esta vieja querella se ilustra con un clip de Yeltsin hablando a Congreso y Senado en Washington, oportunidad rota por las cinco ampliaciones de la OTAN que Rusia hubo de tolerar. Y con ellas el bombardeo de Serbia (nunca olvidado), por el que protestó hasta el disidente de guardia, Solzenitshin.

5.- Putin aseguró también dos cosas. Una, que no se proponía invadir ningún país vecino o distante y que en lo referente a Ucrania podía hacer lo que quisiese con dos limitaciones. El nazismo y la OTAN. Avanzó así (esto creo es nuevo) que también exigiría la prohibición de todo lo nazi en Ucrania. (NB.- Como lo está en Alemania, por ejemplo)

6.- Minsk fue citado como oportunidad perdida, pero Putin tuvo la delicadeza de no llamarla como lo que es: una traición con todas sus letras y una infracción del principio de la buena fe en el cumplimiento de contratos, Carta de la ONU, Artículo 2.2. Lo sabemos por la confesión de sus autores: Tanto Hollande como Merkel han admitido que Minsk era solo la manera de dar a Ucrania tiempo para armarse. Esta admisión francoalemana es de excepcional importancia puesto que refuta la idea de que Rusia es un monstruo sediento de sangre. La guerra fue el proyecto del Maidan desde el principio y el eje francoalemán colaboró decisivamente al desarrollo de su antecedente, la guerra civil contra el Doneskt sublevado, en la que se sume Ucrania desde el mismo dia del Maidan, tal y como Kissinger había predicho en el Washington Post el 5 de Marzo de 2014 y Putin, en su entrevista con el hoy director de la CIA y entonces Embajador en Moscú, Sr. Robert Burns en 2019. Entrar en la OTAN sublevaría al Donbass, dijo entonces, como así fue, y a Rusia no le quedaría otro remedio sino ayudar a los rebeldes. Al dia de hoy, por cierto, una parte sustancial de las fuerzas rusas en combate no es ejército regular sino milicias del Doneskt. Y añado. Donbass no es ni pronazi ni banderista porque su memoria histórica es la de la victoria de la URSS contra Stepan Bandera. Además, el Donbass habla ruso y reza en eslavo religioso. No hay forma de hacer encajar esa sensibilidad en una Ucrania regida por los principios y valores del Maidan, que prohíben no solo la lengua rusa sino incluso la religión. Ya ha empezado a celebrarse la Navidad el 25 de Diciembre y no el 6 de Enero y a la Iglesia ucraniana, digamos ortodoxa, ha sido expropiada de sus bienes e incluso algunas de sus jerarquías están en la cárcel. Todo esto lleva a Putin a decir que la operación militar especial es un caso de legítima defensa. No entro en calificaciones conflictivas. Remito al lector a la sección de Derechos Humanos de la Organización de Seguridad y Cooperación Europea donde encontrará el detalle de las operaciones militares desde 2014. El bombardeo de la ciudad de Doneskt, blanco civil, dura desde 2014 y ha costado catorce mil muertos, entre ellos niños, que reposan para siempre en lo que los donbasianos llaman el Cementerio de los Ángeles. Nota final. Si hay combates feroces en Avdeeka es porque está en posición elevada y desde allí el Maidan bombardea la ciudad de Doneskt.

7.- Putin se reiteró dispuesto a negociar, si bien ahora mismo eso es legalmente imposible porque lo prohíbe la legislación ucraniana.

8.- Putin reservó unos cuantos dardos para Polonia y la acusó de ser parte de la causa de la II Guerra Mundial. Como no, citó expresamente todos los intentos de Stalin por crear una alianza anti hitleriana en Europa, fracasados por la estrategia inglesa del apaciguamiento. Y recordó la participación de Polonia en el desguace de Checoslovaquia en Munich, arrebatando a este país su parte oriental y más industrializada, Teschen. Cierto. Los interesados en este capítulo pueden leer el primer volumen de las memorias de Winston Churchill.

La traducción al inglés resultó algo deslavazada y posiblemente realizada por ordenador. Por lo demás a mi me parece que para un práctico de las Relaciones Internacionales lo que se dice en la entrevista es conocido…pero para los mil cien millones de personas que contemplaron el encuentro, definitivamente no-y eso lo vio Putin y lo ha reconocido en una postentrevista con Pavel Zarubin. Incluso la intervención de Boris Johnson forzando a la guerra, algo que sabíamos todos los profesionales, suena a chino para la mayoría de los espectadores. De las ampliaciones de la OTAN ni hablamos. Así que muchas personas de buena voluntad que creen en un origen espontáneo de la guerra habrán quedado convencidas de que la guerra era no solo sabida sino esperada. En cuanto al nazismo en Ucrania no tengo ni tiempo ni ganas de volver al tema. Miren en youtube los desfiles nocturnos con antorchas y retratos de héroes genocidas, miren en internet las banderas con las que el Batallón Azov o los soldados de Pravi Sektor, se llamen como se llamen, izan en combate. Son los emblemas de la División Das Reich, los criminales de Ouradour, o de-todavía peor- la Dirlevanger, la unidad SS compuesta por los peores criminales a quienes los SS “normales” (si puede decirse), aborrecían por sus barbaridades. Lo último que he visto en la materia es al defenestrado ex ministro de defensa, Zaluzhny con un fondo de Stepan Bandera y una bandera nazi del Blut und Boden, roja y negra, ilegal en Alemania, por cierto.

Hubo un consejo que Putin reiteró más de una vez a su entrevistador cada vez que este preguntaba quién era responsable de tal o cual cosa. “Pregunte usted en Washington”.

Preguntemos a los USA, si, pero a nosotros mismos también, cuando va a terminar esta masacre de ucranianos a razón de veinte mil bajas al mes, gracias en parte a nuestra ayuda europea. Es innecesario y de una crueldad infinita. Y si, la respuesta está en Washington. “Suyos son el poder y la gloria” iba yo a decir citando el Padre Nuestro en inglés. Pero lo de “gloria” no se aplica a Ucrania. Y lo del poder ya veremos. No parece que la campaña militar esté dando resultados precisamente gloriosos.

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