miércoles, 1mayo, 2024
18.9 C
Seville

La pregunta no es por qué: es para qué

Eunice Mier
Eunice Mierhttp://www.eunicemier.com
Escritora, terapeuta Gestalt y profesora de escritura creativa y terapéutica.
- Publicidad -

análisis

- Publicidad -

Parecería muy simplista la diferencia, y, sin embargo, es abismal. 

Por qué implica una causa. Para qué implica una finalidad.

Si en la vida vamos preguntándonos el porqué de esto y aquello, en realidad queremos llegar a un origen, a “la causa”. Es un viaje en redondo, es caminar en círculos, es enrollar la madeja neciamente.

Si nos preguntamos para qué, entonces buscamos un sentido, un motivo; queremos llegar a nuestro propósito. Y este camino es expansión, bifurcaciones, son sendas que suben y bajan y que nos acercan, un día a la vez, a nuestro fin. 

Cuando se nos presenta un problema lo primero que resuena en nuestra cabeza es por qué. Nos metemos en ese bucle infinito de respuestas falsas que solo nos envuelven en más preguntas sin sentido y en un caos mental del que a veces no podemos salir fácilmente. Nos convertimos en nuestras propias víctimas de nuestras propias circunstancias y vamos por ahí revolcándonos en nuestros propios pesares, ay de mí, por qué, por qué… 

En cambio, si cogemos al problema de frente, le mostramos los dientes y le gritamos para qué, entonces, las respuestas van apareciendo poco a poco, dolorosas, contundentes, y sí, a veces con una brutalidad que está fuera de nuestro alcance: el para qué se hace verbo y se encarna en la conciencia. Y aquí, no hay vuelta atrás. 

Yo, por ejemplo, llevo días con dolor de cadera. Mi pregunta al por qué ya me resulta cansina y agotadora, así que me armo de valor y, aunque no me guste, le pregunto a esta parte de mi dolorido cuerpo: querida cadera, ¿para qué coño me estás doliendo? Y ella, en su infinita sabiduría, me envía su respuesta más simple: Yo soy la que lleva a tu cuerpo en equilibrio, permito que tus piernas se muevan y ellas determinan si van hacia adelante o no. Represento, de alguna manera, tu determinación de avanzar, de lanzarte o no en la vida. Te duelo porque estoy rígida y mi naturaleza es moverme. ¿Te quieres mover conmigo prefieres seguir en el mismo lugar?

Así que hago un movimiento en el tablero y avanzo. Ya no quiero seguir perpetuando la inflexibilidad y el agarrotamiento de huesos y flujo vital.

Para qué es el agua en todos los estados; es revelación, es abrir la caja de pandora, es meter la cabeza debajo del iceberg, es despertar. 

Para qué es la pregunta y es la respuesta. 

- Publicidad -
- Publicidad -

Relacionadas

- Publicidad -
- Publicidad -

DEJA UNA RESPUESTA

Comentario
Introduce tu nombre

- Publicidad -
- Publicidad -
Advertisement
- Publicidad -

últimos artículos

- Publicidad -
- Publicidad -

lo + leído

- Publicidad -

lo + leído