‘Revuelta feminista: con derechos, sin barreras. Feministas sin fronteras’, fue el lema de la manifestación de ayer tarde-noche en Madrid con motivo de la simbólica manifestación del 8M, una de las más grandes del mundo.
Multitudinarias y reivindicativas fueron las manifestaciones por toda España. Una marea feminista que tiñó de morado las principales ciudades de España.
Tan sólo hubo que lamentar los insultos y abucheos a las políticas de Ciudadanos, que finalmente tuvieron que abonador la protesta.
Carmen Calvo, vicepresidenta del Gobierno, y muy bien rodeada por los suyos, encabezó la pancarta socialista y reivindicó la aportación de su partido en favor de los derechos de las mujeres. En este sentido, ha afirmado durante la concentración que “el Partido Socialista sale a las calles el 8M para acompañar al movimiento feminista, que es lo que hemos hecho en 42 años de democracia”.
Por su parte, la ministra de Igualdad, Irene Montero, también ha encabezado la manifestación de Unidas Podemos, desde donde ha explicado que “las mujeres vamos a seguir luchando todos los días del año porque nos queremos vivas, nos queremos libres de violencias machistas, queremos que se repartan la riqueza, el tiempo y los cuidados, queremos poder amar a quien nos dé la gana, queremos ser lo que somos y que se respete nuestra identidad y, en definitiva, necesitamos una gran alianza feminista para avanzar y seguir conquistando derechos”.
Cuestión de Estado
Además, se leyó un manifiesto diferentes puntos de la comunidad madrileña. Los puntos clave de este comunicado se basan principalmente en considerar las violencias machistas como una cuestión de estado, además de pedir que las mujeres sean “dueñas de sus propios cuerpos, deseos y decisiones”.
La vicealcaldesa de Madrid, Begoña Villacís, y la portavoz de Ciudadanos en el Senado, Lorena Roldán, se han visto obligadas a abandonar la manifestación al ser increpadas por numerosos manifestantes. Ambas han coincidido en reclamar un “feminismo plural e inclusivo” con motivo de su asistencia a la manifestación, pese a que han sido increpadas al grito de “¡Fuera, fuera!” por varios asistentes.
