Los políticos están aprovechando la ola de calor para desentenderse de cualquier responsabilidad que tenga que ver con el degradado estado actual de las aguas del Mar Menor. El motivo no tiene que ver con las altas temperaturas, sino con un proceso de eutrofización -incremento de sustancias nutritivas que provoca un exceso de fitoplancton- como ya han revelado diversos estudios sobre las aguas.
Las verdaderas causas
Las verdaderas causas del estado actual del Mar Menor son: por un lado, los vertidos residuales a las aguas y, por otro, los cultivos masivos de regadío en tierra de secano, ya que se administra el agua del Mar Menor mediante ósmosis inversa y después se tira la salmuera resultante al Mar Menor de nuevo, aumentando así su salinidad.
Aguas residuales
Los vertidos al Mar Menor llevan siendo denunciados durante los últimos 10 años judicialmente y socialmente. Fruto de ello los vertidos de aguas residuales urbanas que también han afectado a la calidad de las aguas han ido siendo suprimidos, pero se continúan produciendo en episodios de lluvia u otros puntuales.
La solución
El Informe de evolución y estado actual del mar Menor en relación al proceso de eutrofización y sus causas elaborado en 2020, en plena pandemia, apostaba por una solución “multidisciplinar” y advertía de que se necesitarán “décadas” para la recuperación de las aguas del Mar Menor. Además de tiempo, en el estudio se alertaba de que la mejora de las aguas se daría “siempre y cuando las medidas adoptadas impliquen una reducción significativa de los aportes externos de sedimentos y nutrientes a corto, medio y largo plazo”, aclaraba si el informe elaborado por el Ministerio para la Transición Ecológica (MITECO).
