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Negociaciones en la sombra (1 de 2)

Silvano Baztán Guindo
Silvano Baztán Guindohttp://silvanobaztan.com
Además de estar licenciado y doctorado en Medicina, tras diversas formaciones que me dieron una visión multidisciplinar del ser humano, actualmente dedico mi atención a lo que llamo (de forma resumida) Medicina Psicosomática.
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análisis

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Esta semana la estoy viviendo polarizado hacia un tema que percibo de gran importancia para toda la humanidad.

Aunque se ha visibilizado muy poco, desde hace algún año se vienen gestando una serie de normativas para que la OMS asuma el poder no solamente ético/moral, esa voz de la conciencia en temas sanitarios, sino un verdadero poder vinculante desde el punto de vista jurídico.

Esta organización nos ha dado muestra en el pasado de lo que no debe hacerse en diversas situaciones de crisis o emergencia para la salud. ¿Nos acordamos de su posición en la crisis de Chernóbil?, ¿en Fukushima?, ¿en el montaje de la falsedad de la «pandemia» de 2009?

Esta organización, parida por la ONU a finales de los años 40 del siglo pasado, se formó para facilitar apoyo equitativo a los países ante necesidades perentorias en materia de salud. Pero cuando el monstruo se fue haciendo más grande, con más necesidad de fondos que la financiaran, empezó el desastre.

Lo que anteriormente se sufragaba desde los diversos países, cada cual contribuyendo de acuerdo a su PIB, como es natural, no fue suficiente para alimentar a la bestia, y se dio puerta abierta a una financiación «extra». Se podría contribuir de forma voluntaria a llenar las arcas de la OMS.

Muchos países ampliaron entonces su aportación y también se abrió la puerta para aportaciones de corporaciones, fundaciones y empresas en las que rezuma el poder de los tentáculos de las farmacéuticas.

En este enlace se puede acceder a los contribuyentes a la OMS, con la información actualizada hasta el cuarto trimestre de 2021. Y en la siguiente gráfica se puede ver el acceso de las empresas farmacéuticas a la financiación de la OMS.

Para facilitar una visión ordenada de los 20 mayores donantes mira la siguiente tabla:

Como se puede comprobar, Alemania es el primer contribuyente de la OMS con más de 1.200 millones de $, seguido a gran distancia por el falso filántropo Bill Gates y EEUU con 751 y 693 millones de $, respectivamente.

Lo más reseñable del conglomerado de contribuciones que se pueden ver en la página oficial de la OMS es que, a excepción de las cuotas básicas de los países, el resto de las donaciones voluntarias, tanto de países como de manos privadas, son finalistas.

¿Qué quiere decir esto? Pues que son los propios contribuyentes quienes eligen hacia dónde invertir sus dineros. No es la OMS quien distribuye según las necesidades que puedan determinar como prioritarias.

Es evidente que dada la presencia en el listado de grandes contribuyentes de los falsos filántropos y organizaciones como GAVI, la Alianza para la Vacunación, de la que también forman parte los mismos falsos filántropos junto a la propia OMS, Unicef, el Banco Mundial, empresas farmacéuticas y diversos países, ¿hacia dónde creéis que van a apuntar para invertir el presupuesto de la OMS?

Vacunas para todo el mundo, sirvan o no sirvan, generen problemas de salud graves o menos graves. Da igual. ¿Por qué no se afanan en procurar mejores condiciones de vida a aquellos seres humanos que malviven hacinados, sin alimentos garantizados, sin agua en condiciones, en ambientes de guerra y desolación?

No, eso no genera negocio para los grandes contribuyentes de la OMS, falsos filántropos incluidos.

En este escenario, la OMS, podrida por evidentes intereses económicos, intenta aprobar dos documentos en mayo de esteaño, en la reunión anual de la Asamblea Mundial de la Salud, su órgano legislativo y de control.

Por un lado, se está revisando el actual Reglamento Sanitario Internacional (de2005)con una serie de enmiendas a las que me voy a referir en este artículo. En el próximo artículo me referiré al nuevo Tratado de Pandemias, algo a lo que ahora le llaman «Convenio,AcuerdouotroinstrumentointernacionaldelaOMSsobreprevención,preparaciónyrespuestafrenteapandemias».

En el RSI, de primeras, intentan borrar de un plumazo la referencia al respeto de los derechosylibertadesde la población.

El Director General de OMS tiene la facultad de determinar la existencia de una emergencia de salud pública internacional.

Incluso cuando no se den las circunstancias como para una situación de emergencia internacional, el Director General, si lo considera oportuno, puede activar un aviso de alerta mundial.

Los Directores Regionales de la OMS también tienen la potestad de determinar una emergencia de salud pública en esas regiones en las que la OMS divide el planeta.

En el Artículo 13 del RSI se establece que los Estados reconocen a la OMS como la autoridad de coordinación y orientación de la respuesta internacional de salud pública durante las emergencias de salud pública de importancia internacional.

La OMS elaborará directrices regulatorias apropiadas para acelerarla aprobación de productos de salud y adoptará cualquier otra medida necesaria.

La OMS, en las «recomendaciones» del Artículo 18, explicita entre otras, la de exigir vacunaciones u otras medidas profilácticas, someter a cuarentenas, aislamientos y tratamientos a las personas sospechosas. Esto ya estaba redactado así en el RSI vigente.

Según el Artículo 23, los Estados podrán exigir los pasaportes vacunales, que podrán ser tanto en papel como en formato digital.

Los Estados aplicarán las medidas del RSI de manera inmediata y perentoria.

Aparece en el Artículo44 la necesidad de luchar contra la difusión de información falsa y poco fiable.

En el Artículo 48 se faculta al Director General para elegir al Comité de Emergencias que le aconsejará en sus decisiones, así como a cualquier otro experto de entre las listas del propio RSI o de entre los Directores Regionales de la OMS. «Yo me lo guiso, yo me lo como».

Eso sí, se amplía la burocracia con la creación de un nuevo Comité de Cumplimiento en cada Región de la OMS, La Asamblea Mundial de la Salud va a vigilar sobre la aplicación de este reglamento y para ello también se crea un Comité Especial sobre el RSI, otra camarilla de expertos, eso sí, representando equitativamente las regiones y con paridad de género.

En el AnexoI, entre diversas buenas intenciones, vuelven a recalcar en un nuevo punto 7 la lucha contra la información errónea y la desinformación:

Parece que tienen miedo sobre la eficacia de las vías alternativas de comunicación en la transmisión de informaciones que se alejan de la narrativa oficial, la verdad única impuesta.

«¿Ladran?, luego cabalgamos». (Continuará)

Salud para ti y los tuyos

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