El Manifiesto ‘Juristas por la Amnistía’ ha alcanzado y superado las 200 adhesiones de destacadas personalidades del ámbito jurídico español resuena como un campanazo en medio del ruido político que envuelve el tema de la amnistía y el papel de la justicia en la convivencia democrática.
Lógica preocupación por los ataques a una posible y necesaria Ley de Amnistía
La iniciativa, que surge de una más que lógica preocupación por los ataques a una posible y necesaria Ley de Amnistía, así como por la desestabilización de las instituciones democráticas organizada, según denuncian, por la derecha en todas sus vertientes -social, política y judicial-, representa un llamado al debate sereno y constructivo, basado en el respeto al Estado de Derecho y la urgente necesidad de fortalecer los cimientos de la democracia española.
Este movimiento de juristas no solo hace una lectura crítica de la situación actual, sino que también traza una línea histórica que pone en contexto su postura. No se limitan a la defensa de una figura legal como la amnistía; su manifiesto es una defensa de la democracia misma y de la Constitución, cuestionando abiertamente las acciones y posturas del Partido Popular, el cual, según el texto, tiene raíces en la dictadura franquista y ha mostrado oposición a condenarla.
Mirada crítica hacia el Consejo General del Poder Judicial
La mirada crítica hacia el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y su estado «caducado» y partidista es otro de los puntos álgidos del documento. La acusación de que el CGPJ mantiene posturas políticas alejadas de su función técnica y neutral, pone de manifiesto la percepción de una crisis en uno de los pilares fundamentales de la democracia: el poder judicial.
El Manifiesto hace una defensa de la amnistía como herramienta jurídica, destacando su presencia en distintos países y marcos legales internacionales y su uso histórico en España. La distinción entre amnistía e indulto se presenta con claridad, así como la refutación de las acusaciones de demagogia contra quienes pretenden iniciar procesos normativos para su aplicación.
Normalizar situaciones conflictivas
La propuesta es presentada no como un mecanismo para despenalizar conductas sino como una forma de normalizar situaciones conflictivas, en este caso particular, las tensiones entre Catalunya y el resto del Estado. La amnistía se vislumbra como una vía para fomentar la reconciliación social y contribuir al restablecimiento de las relaciones normales en la vida de un país, aspecto que es enfatizado como un objetivo en consonancia con el derecho internacional.
La pluralidad de firmantes, que incluye a catedráticos de distintas ramas del Derecho, magistrados, jueces y abogados, no solo añade peso académico y profesional al Manifiesto, sino que también refleja una diversidad ideológica unida por un compromiso común con la democracia y la legalidad.
El Manifiesto ‘Juristas por la Amnistía’ cierra con un llamamiento al cese de intentos desestabilizadores y ataques al normal funcionamiento de las instituciones constitucionales, defendiendo la autonomía del proceso parlamentario y del control constitucional por parte del Tribunal Constitucional.
La repercusión de este documento, respaldado por un espectro significativo de la comunidad jurídica española, trasciende los límites del debate legal para situarse en el terreno de la ética pública y la búsqueda de soluciones a uno de los desafíos más significativos para la cohesión social en España. Con este acto, los juristas firmantes no solo aportan sus voces al diálogo, sino que también reclaman su papel como agentes activos en la construcción de puentes sobre las grietas que dividen a la sociedad.
Y la mayoría de ellos ocupan cargos politicos.Pero no contaba Sánchez la capacidad de resistencia de Puigdemont quien al alargar los plazos de la negociación y aumentar sus exigencias descubrió que quienes están en peligro en caso de nuevas elecciones son Sánchez y el PSOE.
Y de ahí los nervios y las prisas en La Moncloa para cerrar el pacto de la infamia anti española. El que, tarde o temprano, a Sánchez y al PSOE le estallará en las manos y los llevará a esa merecida tumba política que Sánchez no deja de cavar.
Hagamos una cosa, amnistiemos a todos los delincuentes que estén en busca y captura, que hayan sido condenados, o que estén cumpliendo condena en las cárceles españolas, cuyos delitos tengan menor o igual rango de gravedad que los que se pretende amnistiar en este pacto circense, así estaremos cumpliendo la máxima de igualdad ante la ley…
Y el pueblo español ¿No tendrá algo que decir acerca de todo esto, más allá del recurso de la pataleta ejercido en protestas y manifestaciones?… ¿Le preguntamos?… Porque creo que lo que se está haciendo, no entraba en sus planes cuando votaron a los que ahora hacen los que les sale del forro en esta, «democracia representativa».