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¿Por qué en España se odia tanto a Cataluña?

Manel Mas
Manel Mas
Estudié contabilidad y economía, fui perito y profesor mercantil, ejercí de profesor en Alesco (Altos Estudios Comerciales) en Barcelona dando clases de contabilidad, cálculo y derecho mercantil.
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análisis

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Esta es una pregunta que me planteo muchas veces porque me da la impresión que hay una parte de cierto y otra que no. Me explicaré, creo que la mayoría de la gente de la calle no odia en Cataluña, pero en el ámbito político, económico y lingüístico se han creado estados de opinión que inducen a esto. Si hablamos de política y al independentismo, nos dicen insolidarios, supremacistas y cosas mucho peores. ¿Alguien odia a los argentinos, peruanos, chilenos, y un largo etcétera, por haber deseado y obtenido su independencia de España? Seguro que no, ¿por qué en Cataluña si?

Se habla y mucho de la relación de España con sus antiguas colonias y que a esta se la denomine «La Madre Patria». La gente tiene que saber que quienes se levantaron en armas contra España fueron los mismos españoles allí instalados y sus descendentes. Hartos de los abusos de la metrópoli buscaron con anhelo la independencia hasta conseguirla. ¿No puede Cataluña tener el mismo deseo? Si Cataluña forma parte del estado español jacobino y borbónico es porque las tropas de Felipe V derrotaron a las de Carles de Habsburgo en 1714; y cada vez que Cataluña ha intentado ejercer la soberanía ha sido bombardeada, reprimida o sometida a dictadura militar.

Si nos referimos al tema económico, motivo por el cual se ataca a menudo a Cataluña, podremos comprobar que con sus 7,5 millones de habitantes, son cerca de 16% de la población total española y sin embargo representan el 19% del PIB español y el 25% de las exportaciones del estado. A cambio de esto Cataluña sufre un déficit fiscal de 16.000 millones de euros anuales, es la diferencia entre el que aporta y recibe. ¿No es lógica la protesta de Cataluña por tal motivo?

Los políticos y los medios de comunicación estatales nunca han intentado convencer a la sociedad catalana de los beneficios de formar parte del estado español; al contrario, han despreciado la lengua catalana, han dado un trato fiscal injusto a los catalanes y han erosionado, siempre que han podido, el gobierno catalán. Como reacción, la Generalitat  án impulsó en 2005 un nuevo Estatuto de Autonomía, negociado con todos los partidos, aprobado en las Cortes Españolas y confirmado por el pueblo de Cataluña en 2006.

Pero entonces el PP impugnó este estatuto y el Constitucional lo invalidó en su mayor parte en 2010. Entonces, el independentismo emergió con mucha más fuerza. En 2017 el presidente Puigdemont organizó un referéndum de autodeterminación. Recordemos que el legítimo presidente de Cataluña y parte de su gobierno se encuentran en el exilio; Puigdemont es miembro del Parlamento Europeo, ha sido absuelto de cualquier delito a Europa, pero no puede volver a España porque sería detenido y encarcelado como lo estuvieron los miembros de su gobierno que no se exiliaron.

El odio lo inició el PP impugnando el Estatuto y criticando posteriormente el independentismo que protestaba por la decisión del TC, los medios de derechas se añadieron creando un caldo de cultivo que no ha parado de crecer hasta ahora. Después se añadió Vox, aunque este, además de Cataluña, ha extendido el odio en otras muchas direcciones.

Si nos referimos al catalán no tendría que molestar a nadie, se trata de una lengua que se habla de toda la vida en Cataluña, excepto cuando España lo ha prohibido, empezando por el primero Borbón con el Decreto de Nueva Planta de 1715, con él se eliminó la moneda, sus estructuras políticas y prohibió el uso del catalan. ¿No habrían protestado los españoles si Napoleón hubiera conquistado España, hubiera prohibido el castellano e impuesto el uso del francés?

Mientras España se llenaba de autovías gratuitas, Cataluña ha estado pagando peajes desde 1968 sin ninguna autovía. Ahora que las autopistas de Madrid no han obtenido los beneficios esperados han sido rescatadas con dinero público. El primer AVE fue a Sevilla porque así lo decidió la dupla sevillana que gobernaba España. Solo tardó 10 años en llegar a Barcelona y casi 12 hasta la frontera gala. La estación Interno-modal que se proyectó lleva 9 años de retraso y se ha modificado el proyecto para que resultara más económica. ¿No son motivos lógicos para que proteste Cataluña?

El PSOE, ahora en el gobierno, cuando militaba en la clandestinidad, bajo la dictadura del caudillo Franco, pedía la libre autodeterminación de los pueblos de la península Ibérica. Ahora, niega este derecho de Cataluña y ha mantenido en la prisión a sus políticos disidentes, cerca cuatro años, por la sentencia del proceso.

Yo, personalmente, prescindiendo de ideologías y partidismos, pediría a los españoles si en verdad creen que Cataluña merece ser odiada cuando ha sido el motor de España y ha acogido además de tres millones de españoles que aquí encontraron trabajo y mejor vida de la que  tenían en origen.

No tengo nada en contra de España y le deseo el mejor, pero pido respeto para los que deseamos que Cataluña pueda ser un estado independiente.

No querría acabar sin recordar una frase del premio Nobel de la Paz, Martin Lutero King, muerto asesinado, que decía: El odio ha sido la causa de muchos problemas de este mundo. Pero hasta el día de hoy no ha solucionado ninguno.

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6 COMENTARIOS

  1. Conocí a muchos catalanes, créanme. Hubo un par de ellos extremadamente simpáticos de los que guardo un buen recuerdo, pero jamás he sido «amigo» de ninguno, conocido este término de amigo y bien juzgado.
    Ahora sí: Tengo algunos amigos desde la adolescencia que se han trasladado allí en su pubertad, donde han hecho su vida y su familia y jamás se han pensado volver con las excepciones de los entierros, las bodas y las visitas de cortesía. Un sobriño marchó a probar suerte de recién casado hace dos años y ahora dice que no piensa volver, aunque aún les pone peros. Pero los que llevan tiempo allí son catalanes muy catalanes y favorables a salir de España.

  2. Cierto y comprobado. Pero de todo lo dicho se ha olvidado decir que: La República Catalana hace sombra y crea matizaciones nada convenientes al fallido estado. Se ve y se nota a leguas, la diferencia de gobierno y el impulso social de cada uno de ellos. Ciertamente Catalunya es Europa. El camino a seguir de espagnistan pasa por asemejarse a la República Catalana. Pero temen que se les consideren copiones y, pretenden matar el perro para lucir su collar. Como no se deja matar, lo odian.

  3. La inconsistencia de sus argumentos es apabullante; sus trampas intelectuales todavía más.

    Atribuir deseos a un ente «¿No puede Cataluña tener el mismo deseo? es intelectualmente de tramposos. Erigirse en portavoz absoluto de ese ente «Cataluña» es de tramposo y de totalitarios.

    Primero; en Cataluña la mitad de ciudadanos desean ser independientes y la otra mitad desean seguir formando parte de España. Hablar en nombre de Cataluña es tramposo; los nacionalistas solo representan hoy a la mitad de los catalanes, y el apoyo de poco más del 35% de los ciudadanos con derecho a voto.

    Segundo; todas las naciones modernas son fruto de guerras conquistas y casamientos; y eso no deslegitima su existencia, porque en su pasado no hay un punto originario donde fijar y legitimar la «patria primigenia». Solo hay que remitirse a la historia de cualquier nación para darse cuenta de ello.

    Sobre el famoso «déficit fiscal» que usted arbitraria y exageradamente sitúa en 16.ooo millones, debe saber que en todas las naciones del mundo (sin excepción) hay territorios y ciudades mas ricos que otros y en estos territorio se recauda más dineros. En los países con mayor justicia social el estado se encarga de redistribuir el dinero para evitar que los más pobres lo sean cada día más. Eso sucede en la misma Cataluña donde los impuestos recaudados en Barcelona y su área industrial son muy superiores a los que se recaudan en las otras provincias.

    Por último en el mundo hay más de 10.000 etnias o naciones culturales, como los vascos, los serbios, los iugures o los hutus. Muchas de ellas comparten los mismos campos aldeas y ciudades y muchas de ellas forman parte de dos o más de las 200 naciones existentes; como los «vascos» de Francia o los «alemanes» de Italia, Polonia o Dinamarca. Una nación para cada uno de estos pueblos es la guerra de todos contra todos. No Caben 10.000 naciones en el mundo y es por ello que no existe el derecho de secesión.

    Por último hay una razón de orden moral; segregar a los ciudadanos por etnias es tan aberrante como segregarlos por razas; en eso consiste el ideario nacionalista; una nación para cada pueblo.

    • Me cuesta entender su último párrafo. No me puedo creer que alguien pueda argumentar que la nación española para el pueblo español o la nación francesa para el pueblo francés son aberraciones que segregan por etnias. Porque entiendo que no estará insinuando que unos pueblos son superiores a otros.

      • Vicente, cuando los constitucionalistas hablamos de «pueblo español» lo hacemos en su acepción política; nos referimos a cualquier persona que -posea la -ciudadanía española-, ya sea esta nacida en Valencia, en Cataluña o en Marruecos. Cuando un nacionalista habla de pueblo y nación se refiere a los de su «etnia».

        El «pueblo yugoslavo» fue segregado por los nacionalistas (tras una terrible guerra) en pueblos étnicos; serbios, croatas, albaneses, etc. Eso es lo que persiguen, a eso aspiran, y de eso hablan los nacionalistas; una nación y un estado para cada «pueblo cultural» «nación cultural» o «etnia».

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