El Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), organismo adscrito al Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades, lidera dos proyectos Marie Sklodowska-Curie Staff Exchange (MSCA-SE) para crear una red europea de expertos en modelos preclínicos no animales para la evaluación de terapias innovadoras contra el cáncer y examinar desde una perspectiva material las dinámicas coloniales y poscoloniales África-Europa-América desde el siglo XVI hasta la actualidad. Las acciones MSCA-SE promueven la colaboración internacional, intersectorial e interdisciplinar en investigación e innovación a través del intercambio de personal y, por tanto, de conocimiento en todas las etapas del proceso investigador.
Además de los dos proyectos que encabeza, el CSIC, a través del Instituto Geológico y Minero de España (IGME), participa en otra acción MSCA-SE para simular los flujos de fluidos no newtonianos con fiabilidad, algo clave para optimizar procesos energéticos, anticipar riesgos geofísicos como la dispersión de ceniza o la dinámica de coladas de lava, e impulsar aplicaciones biomédicas relacionadas con el transporte de fármacos en tejidos complejos.
Dinámicas coloniales y sus ecos en el mundo atlántico
Repensar la relación entre economía, poder, raza, género y medioambiente para proporcionar herramientas críticas que aborden los legados del colonialismo en el presente. Es lo que construirá el proyecto TransatlanticLab, liderado por la investigadora del CSIC en el Instituto de Historia (IH), Consuelo Naranjo Orovio.
“El objetivo es mostrar que la huella del colonialismo va más allá de las teorías decoloniales actuales y de la visión del racismo como un sistema de pensamiento sin base material, fundamentado en una moral sesgada y defectuosa”, señala Naranjo. “El racialismo (creencia en la existencia de razas biológicas) y el racismo evolucionaron como sistemas de pensamiento ligados a la economía de plantación, prosperando en las Américas y el Caribe, por lo que no estamos hablando de un sesgo ideológico, sino también y, sobre todo, material”, añade.
TransatlanticLab busca evidenciar cómo el colonialismo europeo desde el siglo XVI transformó las sociedades del Caribe y África y alteró sus ecosistemas y paisajes, generando patrones de impacto ambiental con variaciones regionales; analizará la perpetuación o reinvención de las desigualdades socio-raciales y ambientales, y examinará la intersección entre biopolítica y eugenesia, ofreciendo nuevas perspectivas sobre las dinámicas del poder.
Una red de innovación contra el cáncer
El proyecto TUMORGPLAT establecerá una red europea de expertos en modelos preclínicos no animales a través del desarrollo de una nueva plataforma para la evaluación de terapias innovadoras contra el cáncer mediante la generación de organoides (órganos miniaturizados producidos in vitro) tumorales derivados de pacientes. Liderado por Judith Guasch, investigadora del CSIC en el Instituto de Ciencia de Materiales de Barcelona (ICMAB), el resultado posibilitará el estudio de los tumores de manera personalizada, lo que podría resultar en el descubrimiento de nuevas dianas terapéuticas.
“Nuestro objetivo es mejorar los estudios preclínicos actuales, especialmente en el campo de la radio-inmunoterapia, ya que, ofrecerá un modelo humano lo suficientemente complejo como para mimetizar varias funciones del tumor original”, explica Guasch. “Además, esperamos que, en un futuro, este nuevo entorno nos permita desarrollar un sistema para testear distintas opciones terapéuticas en un laboratorio de forma personalizada para cada paciente, con lo que podríamos mejorar, así, los resultados terapéuticos obtenidos y disminuir los efectos adversos”, añade.