Urgen a garantizar que niños y adolescentes en riesgo de pobreza y exclusión tengan asegurada su alimentación también en verano

Una encuesta de Educo revela que sólo 1 de cada 5 niños y niñas de familias con pocos recursos va a campamentos de verano que incluyen comida. Casi la mitad de los hogares con pocos recursos que no participan en las colonias esgrimen no poder pagarla

03 de Junio de 2025
Actualizado el 04 de junio
Guardar
En España, unos 900.000 niños, niñas y adolescentes perciben ayudas y becas para ir al comedor escolar, aunque no llegan a toda la infancia que las necesita.
En España, unos 900.000 niños, niñas y adolescentes perciben ayudas y becas para ir al comedor escolar, aunque no llegan a toda la infancia que las necesita.

La ONG de infancia y educación Educo denuncia que, durante los 80 días que duran las vacaciones de verano, solo 1 de cada 5 niños y niñas (21,71%) que vive en hogares de nivel socioeconómico bajo va a campamentos o similares en los que se le asegura la comida, mientras que en caso de los niños y niñas de familias con mayor nivel socioeconómico sube casi 13 puntos, hasta el 34,02%.

Esta es una de las conclusiones de la encuesta representativa que ha hecho la organización a 2.316 familias con hijos e hijas entre 6 y 13 años. El sondeo también muestra que en los hogares de nivel socioeconómico bajo alrededor del 20% de niños y niñas va a actividades que no incluyen alimentación y casi el 60% no participa en campamentos.

Desde Educo también se ha querido poner el foco en los niños y niñas que reciben una beca comedor durante el curso escolar. En España, unos 900.000 alumnos y alumnas perciben ayudas y becas para ir al comedor escolar, aunque no llegan a toda la infancia que las necesita, no cubren todo el coste y desaparecen en junio al acabar las clases hasta la vuelta a las aulas, en septiembre. En este caso, sólo 1 de cada 3 niños y niñas (36,2%) que recibe beca comedor durante el curso escolar va a campamentos o actividades de verano donde se asegura su alimentación. El 18% restante sólo va unas horas por la mañana sin comer y alrededor del 45% no participan en ninguna.

“La alimentación de la infancia más vulnerable, reciba o no ayudas para el comedor escolar, no está asegurada durante los casi tres meses de vacaciones estivales. Y aquellos y aquellas que van a campamentos o similares que incluyen la comida, sean del nivel socioeconómico que sean, lo hacen por un periodo medio de tan sólo 15 días, según nuestra encuesta. Es urgente garantizar que todos los niños, niñas y adolescentes en riesgo de pobreza y exclusión tengan asegurada su alimentación durante todo el año, incluido el verano. Una primera medida puede ser que quienes reciben la beca comedor durante el curso también tengan este apoyo en verano”, explica Pilar Orenes, directora general de Educo, ONG que facilita becas desde 2013 para que los niños y niñas vulnerables puedan ir al comedor escolar durante el curso y disfrutar de las actividades en verano que incluyen al menos una comida completa y nutritiva. Desde la organización recuerdan que en España más de 550.000 niños, niñas y adolescentes – el 6,9% - no pueden comer carne, pollo, pescado o su equivalente en proteína vegetal cada dos días, como recoge la Encuesta de Condiciones de Vida del INE. En los últimos 20 años, este número se ha multiplicado por cuatro.

El dinero, la principal causa para no ir a los campamentos

A las familias que respondieron que no llevaban a sus hijos e hijas a colonias, campamentos u otras actividades se les preguntó el motivo. Las causas son diversas, pero la mayor barrera es la económica, una respuesta que marcaron el 34,9% de las familias. Hay diferencias muy relevantes según los ingresos del hogar. En el caso de las familias con un nivel económico alto, esto ocurre en el 20,71% de los casos y en las familias de nivel medio, es el 38,3%.

Sin embargo, en los hogares más vulnerables, esta respuesta se dio en casi la mitad de los casos, el 45,23%. El siguiente motivo esgrimido para no ir es que no hay oferta, con el 25,2% de las respuestas de todas las familias.

“Es su derecho acceder a actividades de ocio en las que puedan quedarse a comer. Primero, porque allí se les asegura la comida del mediodía, pero hay otros motivos. Cuando van a colonias, campamentos o similares, disfrutan de las vacaciones mientras siguen aprendiendo a través del juego, del ocio, del deporte, y del contacto con amigos y amigas. Se les da oportunidades de diversión, aprendizaje y desarrollo integral. Y todo ello mientras están cuidados y acompañados de personas adultas. Sin eso, muchos se quedan solos y solas en casa, sin supervisión y a menudo enganchados a las pantallas, porque sus padres y madres trabajan y no tienen ni ayuda familiar ni dinero para pagar a alguien que les cuide”, comenta Orenes.

“Nosotros proponemos que la infancia en riesgo de pobreza y exclusión tenga acceso gratuito a actividades de ocio y tiempo libre, que incluyan una comida saludable, al menos durante dos semanas del verano. Para que esto sea un hecho es absolutamente necesario que contemos con datos e información que nos permita conocer la realidad actual y poder diseñar las políticas públicas necesarias para revertir esta situación”, concluye la directora de Educo. Con esto, se daría cumplimiento al compromiso establecido en el Plan estatal para la implementación de la Garantía Infantil Europea de asegurar, en periodos no lectivos, actividades de ocio educativo para niños, niñas y adolescentes en riesgo de pobreza o exclusión social, que sean de calidad, accesibles e inclusivas.

Las actividades de ocio educativo en verano son además un marco idóneo para fomentar la participación infantil, la autonomía y el desarrollo de habilidades sociales, y para generar espacios de convivencia positiva y buen trato. Para asegurarlo, es fundamental la adecuada formación del personal responsable.

Irse de vacaciones, casi un lujo

Si poder llevar a los hijos e hijas de colonias o campamentos es muy complicado porque no los pueden pagar, irse una semana de vacaciones es casi un lujo para las familias vulnerables. Sólo el 5,97% de las familias de un nivel económico alto no se pueden ir ningún día de vacaciones en verano, frente al 38,08% de las que tienen ingresos bajos. “Conocer otros lugares, salir de la ciudad o del pueblo, ir a la playa o la montaña, no son opciones para toda la infancia y, sin embargo, es básico para su bienestar, sea cual sea su condición social o económica. Cuando, en septiembre, vuelven a clase, no pueden explicar nada porque no han salido del barrio. Eso les hace sentir mal y rebaja su autoestima, porque ven que sus compañeros y compañeras de curso han tenido unas vacaciones de verdad. Parece que la sociedad les esté diciendo que solo se lo pueden pasar bien los que tienen dinero”, dice Orenes. Desde Educo recuerdan que 1 de cada 3 menores de 18 años en España vive en riesgo de pobreza o exclusión social, una cifra que lleva estancada más de una década.

Campaña “No queremos dar pena, queremos darles de comer”

Ante las dificultades que tienen las familias vulnerables para alimentar a sus hijos e hijas en verano, pero también durante todo el curso, Educo presenta una nueva campaña: “No queremos dar pena, queremos darles de comer”, ya que la alimentación de la infancia es un derecho. Las protagonistas del anuncio son las cocineras de las escuelas, que ven a diario lo importante que es asegurar el acceso al comedor escolar para muchos niños y niñas que no tienen esa comida garantizada en casa.

Desde 2013, Educo tiene en marcha el programa Beca Comedor Educo, a través del que se ha apoyado a las familias cuyos hijos e hijas no tienen una beca comedor pública, total o parcial, a pesar de necesitarla, tanto durante el curso como en verano. Desde entonces han facilitado más de 5.700.000 comidas.

Lo + leído